El presidente ruso, Vladímir Putin, hace una declaración a los medios en el Kremlin en Moscú, Rusia, el 11 de mayo de 2025. (Sergey Bobylev/Agencia anfitriona RIA Novosti/Reuters)

El Kremlin se negó este martes a confirmar si el presidente Vladimir Putin asistirá personalmente a las conversaciones de paz programadas para el jueves en Estambul, en lo que sería el primer encuentro directo con el presidente ucraniano Volodimir Zelensky desde el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022.

“La parte rusa sigue preparando las conversaciones previstas el jueves. Eso es todo lo que podemos decir en este momento. No vamos a hacer más comentarios por ahora”, declaró escuetamente a la prensa Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, evitando responder directamente a la petición ucraniana de un encuentro al más alto nivel.

La ambigüedad de Moscú ha provocado una contundente respuesta de Kiev. “Si Vladimir Putin se niega a venir a Turquía, será la señal definitiva de que Rusia no quiere poner fin a esta guerra, de que Rusia no quiere ni está preparada para ninguna negociación”, advirtió Andrii Yermak, jefe de la oficina presidencial ucraniana, en un comunicado oficial.

El encuentro previsto para el jueves representaría la primera negociación directa entre funcionarios rusos y ucranianos desde los primeros meses de la guerra, cuando ambas delegaciones se reunieron brevemente en la propia Turquía en marzo de 2022, sin lograr avances significativos.

La propuesta de negociación directa surgió del propio Putin durante el fin de semana, como respuesta alternativa a la iniciativa conjunta de Reino Unido, Alemania, Polonia y Francia, que habían presionado por un alto el fuego incondicional de 30 días a partir del lunes. El Kremlin rechazó categóricamente lo que consideró “ultimátums” europeos.

Peskov se negó también a revelar la composición de la delegación rusa que acudirá a Estambul. “No… cuando el presidente lo considere necesario, lo anunciaremos”, respondió ante la insistencia de los periodistas por conocer quiénes representarán a Rusia en las conversaciones.

FOTO DE ARCHIVO: El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, asiste a una reunión entre el presidente de Rusia, Vladímir Putin, y el secretario general del Partido Comunista de Vietnam, To Lam, en Moscú, Rusia, el 10 de mayo de 2025. REUTERS/Anton Vaganov/Pool/File Photo

El presidente estadounidense Donald Trump ha añadido un nuevo elemento a la ecuación diplomática al expresar su disposición a asistir personalmente a las conversaciones. “Estaba pensando en volar hasta allí. Hay una posibilidad de ello, supongo, si creo que las cosas pueden suceder”, declaró Trump a los periodistas en la Casa Blanca antes de partir hacia Oriente Medio.

Por su parte, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan ha mostrado su disposición a mediar en el encuentro e instó el lunes a ambas partes a aprovechar esta “ventana de oportunidad” para alcanzar un acuerdo de paz.

Ucrania ha elevado el tono de sus exigencias ante la ambigüedad rusa. “Si Rusia se niega a negociar, debe haber una respuesta contundente de Estados Unidos y del mundo entero: nuevas sanciones contra Rusia y aumento de la ayuda militar a Ucrania”, advirtió el gobierno de Kiev en un comunicado.

El conflicto, que ha causado decenas de miles de muertos y millones de desplazados, ha dejado aproximadamente una quinta parte del territorio ucraniano bajo control ruso, incluyendo la península de Crimea, anexionada por Moscú en 2014.

De izquierda a derecha, el primer ministro británico, Keir Starmer, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy; el presidente d Francia, Emmanuel Macron; el primer ministro polaco, Donald Tusk, y el canciller alemán, Friedrich Merz, hacen una llamada con el president de Eestados Unidos, Donald Trump, desde Kiev, Ucrania, el sábado 10 de mayo de 2025. (AP Foto/Mstyslav Chernov)

Las posiciones de ambas partes permanecen fundamentalmente distantes. Rusia insiste en que cualquier negociación debe abordar lo que denomina las “causas profundas” del conflicto, una referencia a sus demandas iniciales de “desnazificación” y desmilitarización de Ucrania, protección de las poblaciones rusoparlantes en el este, y garantías contra la expansión de la OTAN.

Kiev y sus aliados occidentales han rechazado estas exigencias, calificando la invasión como una apropiación territorial de carácter imperialista.

Los analistas consideran que la propuesta de Putin puede ser un intento de proyectar disposición al diálogo ante la comunidad internacional, mientras continúan las operaciones militares rusas en el este de Ucrania, donde Moscú ha logrado avances territoriales significativos en los últimos meses.

La tensión diplomática se produce en un momento en que Ucrania enfrenta serias limitaciones en armamento y recursos humanos, mientras que Rusia ha aumentado su producción militar y ha movilizado su economía para sostener un conflicto prolongado.