“Conecté con la protagonista de La vegetariana como si me hablara a mí”. Así recordó la traductora coreano-argentina Sunme Yoon el impacto que le produjo la (ahora) famosa obra de la escritora premio Nobel, durante la charla Han Kang, el viaje del coreano al español realizada el viernes por la tarde en la Sala Carlos Gorostiza de la Feria del Libro.
Ese fue el instante en que descubrió una novela que cambiaría su carrera y, quizás, la recepción de la literatura coreana en el mundo hispano. Era 2010. La obra todavía no estaba disponible en español y Sunme Yoon leyó una edición en japonés. Lo que siguió fue un proceso de inmersión, reconocimiento y traducción que acercó por primera vez la voz de Kang al lector latinoamericano.
Durante la charla, la mismísima premio Nobel se hizo presente en la conversación. Durante poco más de un minuto, Han Kang envió un saludo íntimo a sus lectores argentinos: recordó su visita a la Feria del Libro hace doce años, cuando presentó La vegetariana, en la primera traducción al español de su obra. En tono pausado, expresó la calidez con la que fue recibida entonces y la conexión duradera que mantiene con Argentina a través de sus libros. Según Sunme Yoon, la autora envió el video con la condición de que no fuera difundido por redes ni medios.
“La vegetariana”, un hallazgo
La novela La vegetariana le llegó en un momento inesperado, según contó la traductora. En sus palabras: “Conecté profundamente con la protagonista, cuya decisión de dejar de comer carne desata una espiral trágica”. La fuerza simbólica del relato, su estructura inusual y su lenguaje contenido, pero inquietante, la impulsaron a traducirla al español sin dudar. No se trataba solo de una traducción literaria; era un acto de mediación cultural.
En 2012, la editorial Bajo la luna publicó esa primera versión en español. En el mundo de habla hispana, Han Kang era una completa desconocida. Pero la edición tuvo una recepción entusiasta, sobre todo entre lectoras jóvenes y editoras sensibles a nuevas voces asiáticas. “Era una historia difícil de explicar, pero fácil de sentir”, comentó Yoon. La violencia contenida, el conflicto íntimo, el cuerpo como campo de batalla: elementos que resonaban más allá de Corea del Sur.
La Feria que lo cambió todo
Años después, Han Kang visitó Argentina para participar de la Feria del Libro de Buenos Aires. “El auditorio estaba lleno, con un público sorprendentemente informado y emocionado por preguntarle sobre su obra”, describió Sunme Yoon. Fue un momento revelador tanto para la autora como para la traductora. “Han Kang me buscó después para agradecerme. Me dijo que no esperaba semejante recepción. Estaba emocionada”.
Ese contacto marcó el inicio de una relación de respeto mutuo entre escritora y traductora. Sunme Yoon continuó traduciendo su obra con delicadeza y compromiso. A La vegetariana siguieron Actos humanos, Blanco y, más recientemente, La clase de griego. “Han Kang es muy coherente con lo que dice y escribe. Su ética y estética están profundamente conectadas”, afirmó. Esa integridad es, según ella, lo que la hace merecedora del Premio Nobel de Literatura.
La literatura coreana ante el mundo
Para Yoon, el Nobel no es solo un reconocimiento individual. Es también una oportunidad colectiva: “Es una gran puerta para que se conozcan más autores coreanos”. La literatura de su país de origen ha evolucionado enormemente desde los años ochenta. Ha dejado de estar dominada por la posguerra y los conflictos ideológicos, y ha dado paso a una multiplicidad de voces, géneros y miradas. Mujeres jóvenes, escritores queer, autores experimentales: todos conviven en un ecosistema cada vez más internacionalizado.
Sunme Yoon, que trabaja como profesora en el Instituto de Traducción Literaria de Corea, es testigo de este cambio. Forma traductores que llevan el coreano al español desde distintas partes del mundo, construyendo un puente entre culturas que ya no se define solo por la geografía. “Traducir literatura es estar yendo y viniendo entre dos mundos. Es ser exploradora y, al mismo tiempo, albañil de palabras”.
En este contexto, Han Kang representa una generación que no solo escribe desde Corea, sino que escribe para el mundo. Yoon lo supo desde aquel primer encuentro con La vegetariana. Hoy, más de una década después, su intuición se confirma en los estantes de librerías y las bibliotecas de lectores hispanohablantes que, gracias a su trabajo, descubren una literatura poderosa y transformadora.
[Fotos: prensa Feria del Libro]