An Indian Air Force fighter jet flies past during the Republic Day parade in New Delhi, India, January 26, 2025. REUTERS/Adnan Abidi

La tensión entre Pakistán e India alcanzó un nuevo nivel este sábado, cuando las autoridades militares pakistaníes acusaron a India de lanzar un ataque con misiles contra tres de sus bases aéreas. Según el portavoz militar pakistaní, Ahmed Sharif Chaudhry, los misiles habrían impactado en las bases de Nur Khan, Murid y Shorkot, situadas en diferentes regiones de Pakistán, incluida una en los alrededores de la capital, Islamabad, cerca del cuartel general del ejército pakistaní.

Chaudhry expresó su enojo en una transmisión en vivo, advirtiendo a India que “ahora solo esperen nuestra respuesta”, sin proporcionar más detalles sobre las posibles represalias. La base de Nur Khan, en Rawalpindi, se encuentra a solo 10 kilómetros de la capital pakistaní, lo que subraya la proximidad del ataque a una de las principales instalaciones militares del país.

Este ataque se produce en un contexto de crecientes tensiones en la región de Cachemira, donde ambos países han estado involucrados en enfrentamientos en la Línea de Control. La madrugada anterior, soldados indios y paquistaníes intercambiaron fuego de artillería y disparos, lo que dejó al menos cinco civiles muertos en el lado pakistaní y 18 víctimas en Cachemira controlada por India, según informaron las autoridades locales.

Desde el 22 de abril, cuando un ataque contra turistas en Cachemira india dejó 26 muertos, las relaciones entre ambos países se han deteriorado aún más. India acusó a Pakistán de respaldar el ataque, mientras que Islamabad lo rechazó tajantemente. En respuesta, India realizó bombardeos aéreos sobre varios sitios en territorio pakistaní, que, según fuentes paquistaníes, resultaron en la muerte de 31 civiles.

Ambos países se han enfrentado por aire y tierra en una serie de incidentes, incluidos ataques de drones, con Pakistán negando las acusaciones de India de haber lanzado 300-400 drones sobre objetivos militares en suelo indio. Según el portavoz militar pakistaní, Ahmed Sharif, todos los drones fueron derribados antes de que pudieran causar daño alguno.

La escalada en las tensiones ha tenido efectos significativos en la vida cotidiana. En India, la Liga India de Críquet suspendió su torneo más importante durante una semana, mientras que Pakistán trasladó su propio torneo nacional a los Emiratos Árabes Unidos debido a los riesgos de seguridad. Además, miles de personas en India fueron evacuadas de sus hogares en áreas cercanas a la frontera con Pakistán, mientras que en Pakistán, las autoridades también informaron sobre evacuaciones en zonas cercanas a la Línea de Control.

A nivel diplomático, las voces internacionales se han alzado para instar a la desescalada del conflicto. Estados Unidos, a través de su vicepresidente, J.D. Vance, ha dejado en claro que no intervendrá directamente en el conflicto, describiéndolo como un asunto “que no tiene nada que ver con los intereses de Estados Unidos”.

Las acciones militares de ambos países continúan siendo objeto de controversia, con cada uno acusando al otro de violaciones y provocaciones. Las repercusiones de este conflicto podrían extenderse aún más, afectando no solo la estabilidad de la región, sino también las relaciones internacionales y el bienestar de millones de personas atrapadas en medio de la disputa.