Cuando el papa León XIV hizo su aparición en el balcón de la Basílica de San Pedro, no lo hizo en su lengua natal, el inglés, sino en italiano, el idioma oficial del Vaticano. Después de saludar a la multitud, cambió brevemente al español para rendir homenaje a su “queridísima y amada diócesis de Perú”, honrando a los fieles que lo acompañaron durante sus años como misionero y obispo en ese país. Su dominio de varios idiomas no pasó desapercibido, destacando no solo su versatilidad lingüística, sino también su profundo vínculo con diversas culturas y su capacidad para conectar con personas de todo el mundo.
León XIV, nacido Robert Prevost en los Estados Unidos, es fluido en inglés, español, italiano, francés y portugués. Además, tiene la capacidad de leer latín y alemán, según informó el National Catholic Reporter. Aunque su lengua materna es el inglés, eligió utilizar principalmente el italiano y el español durante su primer discurso, lo que refleja su extensa experiencia en diversas regiones del mundo y su profundo compromiso con las comunidades a las que ha servido.
Su uso del italiano no es una mera formalidad, sino una necesidad dada la centralidad de este idioma en los asuntos cotidianos del Vaticano. El español, por su parte, es la lengua con la que se identifican muchos de los feligreses de América Latina, una región con la que el Papa tiene un fuerte lazo debido a su trabajo pastoral en Perú. Este país fue su hogar durante gran parte de su vida, desde que se unió a la Orden Agustiniana en 1985 hasta su regreso a Roma en 2023 para servir en la Curia Romana.
Raíces misioneras y una vida dedicada al servicio
Prevost ha vivido solo una tercera parte de su vida en los Estados Unidos, y su experiencia internacional abarca Europa y América Latina. Durante su tiempo en Perú, trabajó en diversas áreas: enseñó en seminarios diocesanos, desempeñó funciones como juez en tribunales eclesiásticos y lideró una parroquia en las afueras de la ciudad de Trujillo. En 1999, fue elegido superior provincial de los agustinos en Chicago, y dos años después fue nombrado prior general de la Orden Agustiniana, cargo que ocupó hasta 2013. Este puesto le permitió viajar por el mundo, visitando los casi 50 países donde la orden está presente.
En 2014, el Papa Francisco lo nombró obispo de Chiclayo, en el norte de Perú, un cargo que desempeñó hasta que fue llamado a Roma nuevamente en 2023 para servir en el Vaticano. Esta experiencia global no solo le permitió adquirir un conocimiento profundo de las culturas y realidades de diferentes países, sino también desarrollar su habilidad para comunicarse eficazmente con personas de diferentes orígenes.
Un líder que conecta con los demás
La habilidad lingüística de León XIV también parece haber jugado un papel crucial en su elección durante el cónclave que lo eligió como Papa. Su capacidad para comunicarse en varios idiomas le permitió conectar con los cardenales de una manera que otros candidatos no podían. Además, su formación como líder de una orden religiosa internacional le dio una perspectiva global y una comprensión profunda de los desafíos que enfrenta la Iglesia Católica.
Aunque no es conocido por su oratoria expansiva, su estilo de comunicación es considerado preciso y reflexivo. Esto ha generado en muchos la percepción de un líder que sabe exactamente a dónde quiere llevar a la Iglesia y cómo alcanzarlo.
Aunque es temprano para prever la dirección que tomará su papado, algunos indicios apuntan a un enfoque centrado en la enseñanza social católica. En su elección del nombre León XIV, algunos observadores han sugerido que podría haber un énfasis en la defensa de los derechos de los trabajadores y los pobres, un tema recurrente en la Iglesia desde el Papa León XIII. Además, su historial de apoyo a la inmigración y su postura en temas como la pena de muerte reflejan una visión pastoral orientada hacia la justicia social.
En sus años como cardenal, Prevost fue conocido por compartir y comentar sobre temas relevantes en las redes sociales, mostrando un interés por temas como la justicia social, los derechos humanos y la inmigración. En 2014, por ejemplo, tuiteó en contra de la pena de muerte, una postura que se alinea con su enfoque pastoral y humanitario.