La actividad industrial se contrajo 4,5% en marzo en la medición intermensual desestacionalizada, mientras que la construcción sufrió una caída del 4,1% en base al mismo indicador, según informó el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec). Sin embargo, ambos indicadores lograron crecer en comparación a igual mes del año pasado, con mejoras del 5,2% y 15,8% respectivamente.
En la comparación con marzo de 2024, diez de las dieciséis divisiones de la industria manufacturera presentaron subas interanuales.
Las mayores subas, según su impacto en el nivel general, se registraron en los sectores de alimentos y bebidas (5,6%), maquinaria y equipo (26,7%), industrias metálicas básicas (20,7%), muebles y colchones y otras manufacturas (32,9%), otros equipos, aparatos e instrumentos (19,3%), prendas de vestir, cuero y calzado (9,5%), productos minerales no metálicos (10,6%), madera, papel, edición e impresión (3,4%), productos textiles (13,2%) y otro equipo de transporte (27,2%).
En cambio, seis divisiones mostraron caídas interanuales. En concreto, cayeron sustancias y productos químicos (-9,1%), productos de metal (-4,5%), productos de caucho y plástico (-3,3%), refinación de petróleo, coque y combustible nuclear (-3,4%), productos de tabaco (-3,8%) y vehículos automotores, carrocerías, remolques y autopartes (-0,3%).
Por supuesto, cada una de las ramas de actividad mencionadas tiene a su vez subrubros, que crecieron o cayeron según el caso. Dentro de alimentos y bebidas, por ejemplo, se registró un crecimiento del 18,4% en la elaboración de productos lácteos y una caída del 4,9% en carne vacuna. De esa misma forma hay muchos otros altibajos que se podrían mencionar.
Construcción inestable
La actividad de la construcción atraviesa un período inestable, o al menos ambiguo. Es que logró un fuerte repunte en la comparación interanual (15,8%) y acumula una mejora del 5,6% en el acumulado del primer trimestre, pero sufrió una baja del 4,1% en la variación mensual desestacionalizada.
Lo que está claro, es que el incremento que se observa en relación a marzo del año pasado está directamente asociado con el bajo nivel de actividad que se registró a inicios del 2024, principalmente en la construcción. Cabe recordar, que el sector dejó de recibir recursos del Estado nacional para la realización de obras públicas, por lo que sólo trabajaron en la parte privada y en obras impulsadas por los gobiernos provinciales y municipales. Hoy, en un escenario más estable, con desaceleración de la inflación y baja de tasas de por medio, la actividad empieza a repuntar.
Lo negativo, claro está, es que el ritmo de realización de obras fue menor al registrado en febrero, lo que deja a la vista que el nivel de actividad en realidad no es tan bueno como parece.
Ahora bien, si se limita el análisis a la evolución interanual, se encuentran casi exclusivamente datos positivos. Para concluir una suba del 15,8%, el Indec midió el nivel de demanda de diferentes insumos básicos para la construcción. Como resultado obtuvo que sólo los mosaicos graníticos y calcáreos sufrieron una baja (-4,7% interanual).
El resto de los materiales crecieron. Se encuentran algunos muy buenos resultados, como el crecimiento del asfalto (66,5%) y las placas de yeso (62,6%) y otros más moderados, como el de los pisos y revestimientos cerámicos.
El estudio releva otros dos indicadores que son reflejo del nivel de actividad sectorial, aunque con un mes más de retraso. El primero es el que tiene que ver con la cantidad de puestos de trabajo registrados. Según el Indec, en febrero había 386.192 empleados formales en la construcción, lo que significó una baja del 0,5% en comparación a igual mes del año pasado.
El otro indicador clave es el que hace referencia a la superficie autorizada por los permisos de edificación (en m2). En este caso, con 1.053.238 m2, se observó una mejora del 8,1%.