Fotografía ilustrativa sin fecha específica donde se observa una estructura maya estilo Río Bec, similar a las halladas en las ruinas de la zona arqueológica de Campeche (México). (EFE/INAH)

La selva mexicana guardaba un secreto milenario, enterrado bajo su espeso dosel y el silencio del tiempo. Sin embargo, no fue una expedición arqueológica convencional la que lo sacó a la luz, sino la curiosidad digital de un estudiante del Departamento de Antropología.

Luke Auld Thomas, investigador en la Universidad de Tulane, en Estados Unidos, tropezó con el descubrimiento de su vida mientras navegaba por los rincones más profundos de internet. “Estaba en algo así como la página 16 de la búsqueda de Google y me topé con un estudio láser realizado por una organización mexicana para el monitoreo ambiental”, relató en entrevista para la BBC.

El estudio, realizado con tecnología LiDAR (acrónimo de Light Detection and Ranging), lanzaba miles de pulsos láser desde el aire para medir el terreno oculto por la vegetación. Es una técnica que ha revolucionado la arqueología moderna, al permitir ver estructuras enterradas sin necesidad de excavar.

La Secretaría de Cultura de México confirmó la magnitud del hallazgo, lo que llevó a un equipo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), junto con académicos estadounidenses, a profundizar en los datos. Los resultados se detallaron en un artículo científico publicado el 29 de octubre de 2024 en la prestigiosa revista Antiquity, de Cambridge University Press.

Cuando Auld Thomas aplicó métodos arqueológicos al conjunto de datos, algo asombroso emergió, los patrones en el terreno revelaban una ciudad maya monumental, hasta ahora desconocida, que floreció entre los años 750 y 850 d.C. Según los cálculos, pudo haber albergado entre 30,000 y 50,000 habitantes.

“Eso es más que la cantidad de personas que viven en la región hoy en día”, señalaron los investigadores, sorprendidos por la densidad poblacional de esta urbe ancestral.

La Tecnología LiDAR permitió identificar estructuras mayas ocultas bajo la densa vegetación de Campeche. (Captura Google Maps-2025)

Valeriana, un hallazgo maya invisible en Campeche

El hallazgo de Valeriana fue documentado en el artículo “Quedarse sin espacio vacío: lidar ambiental y el abarrotado paisaje antiguo de Campeche, México”, en el que se detalla cómo datos recolectados en 2013 por la empresa mexicana CartoData y analizados posteriormente por el Centro de Investigación Woods Hole (WHRC) expusieron una red cada vez más densa de paisajes tropicales urbanizados. Pese al entusiasmo, persisten reservas académicas sobre el posible sesgo de muestreo, que podría derivar en sobrestimaciones del tamaño y población de estos asentamientos.

“Los transectos tienen aproximadamente 275 m de ancho y 213 km de largo, para un área total de cobertura de 58.3 km². Los bloques de estudio suman 64.1 km²”, especifica el documento. Las nubes de puntos obtenidas mediante tecnología liDAR fueron reprocesadas bajo parámetros del Centro Nacional de Mapeo Láser Aerotransportado (NCALM), desarrollados expresamente para investigaciones arqueológicas, generando un modelo digital del terreno con resolución de un metro por píxel y una densidad de 5.01 puntos en el suelo.

Luke Auld Thomas, junto con sus colegas, logró descifrar el patrón urbano en los datos y bautizó el lugar como Valeriana, en homenaje a una laguna de agua dulce vecina. Desde entonces, la ciudad perdida comenzó a derribar mitos sobre las civilizaciones tropicales.

“El hallazgo está sirviendo para cambiar la visión occidental de que los trópicos eran lugares donde ‘las civilizaciones iban a morir’”, señaló el profesor Marcello Canuto, coautor del estudio. Según el experto, esta región albergó culturas sofisticadas y resilientes. Aunque los motivos del colapso siguen sin aclararse, el cambio climático figura entre los principales factores considerados por los especialistas.

Valeriana presenta “características de una ciudad capital” y ocupa el segundo lugar en densidad constructiva dentro del área maya, solo superada por Calakmul, ubicada a unos 100 kilómetros. Paradójicamente, permanece “oculta a simple vista”, como describen los arqueólogos, se esconde bajo montículos en las cercanías de Xpujil, habitadas hoy por descendientes directos de los antiguos mayas.

No existen imágenes del sitio porque, según reconocieron los investigadores, “nadie ha estado allí nunca”. Sin embargo, la BBC menciona que algunos lugareños ya sospechaban lo que se escondía bajo la tierra.

Fotografía que muestra piezas arqueológicas que se exhiben en el Museo de Sitio Edzná, en el municipio de Calakmul (México). EFE/ Martha López

¿Cómo es la ciudad de Valeriana?

Según la Secretaría de Cultura, el asentamiento abarcaba aproximadamente 16.6 kilómetros cuadrados, con dos núcleos principales separados por dos kilómetros, conectados por una red de viviendas compactas y senderos, características propias de centros desarrollados durante el periodo Clásico (250-900 d.C.).

La directora del Centro INAH Campeche y coautora del estudio, Adriana Velázquez Morlet, subrayó que el estilo arquitectónico y la disposición urbana son comparables a lo identificado por especialistas como Ivan Šprajc en la región de Chactún-Tamchén, ubicada a unos 20 kilómetros al suroeste.

Entre las estructuras sobresalientes se hallaron dos plazas ceremoniales con templos piramidales, donde probablemente se realizaban ofrendas, rituales funerarios y se ocultaban objetos valiosos como máscaras de jade. También se detectó una cancha de juego de pelota, práctica habitual en los contextos mesoamericanos, y un reservorio que revela cómo los habitantes adaptaban los recursos del entorno para sostener a una población considerable.

Durante su inspección en tres puntos distintos de la selva, Luke Auld Thomas y Marcello Canuto identificaron 6,764 edificaciones de diversas proporciones, lo que refuerza la idea de un asentamiento denso y complejo.

Los investigadores descubrieron plazas ceremoniales, pirámides y canchas de juego de pelota en la ciudad maya.

Más allá del mito, una civilización intensamente habitada

La profesora Elizabeth Graham, del University College de Londres, quien no participó en la investigación, sostuvo que este hallazgo confirma que las sociedades mayas no vivían aisladas, sino en estructuras urbanas organizadas. “La cuestión es que el paisaje fue definitivamente colonizado, es decir, colonizado en el pasado, y no, como parece a simple vista, deshabitado o ‘salvaje‘”, explicó para la BBC.

La evidencia sugiere que el colapso de muchas ciudades mayas, ocurrido hacia el año 800 d.C., pudo estar relacionado con la presión demográfica. “Esto sugiere que la zona estaba completamente llena de gente al comienzo de la sequía y ello no le daba mucha flexibilidad. Y entonces tal vez todo el sistema básicamente se deshizo a medida que la gente se fue alejando”, reflexionó Auld Thomas.

A ello se sumó la invasión y conquista española en el siglo XVI, que terminó por desarticular lo que quedaba del tejido político y social de las ciudades mayas. Como señala la Secretaría de Cultura. “Investigaciones previas han mostrado que gran parte del actual estado de Campeche corresponde a un paisaje transformado por antiguos pobladores. Ahora, este estudio muestra que una región poco conocida era también un paisaje urbanizado, con alto grado de variabilidad a escala local, donde poblaciones rurales interactuaban con ciudades de mayor densidad”.

En los últimos diez años, el uso de Lidar ha permitido cartografiar una superficie casi diez veces mayor que la cubierta por la arqueología tradicional en un siglo. Pese a esto, quedan más preguntas que respuestas. “Tengo que ir a Valeriana en algún momento. Está tan cerca de la carretera, ¿cómo no? Pero no puedo decir que haremos un proyecto allí”, confesó Auld Thomas. “Una de las desventajas de descubrir muchas ciudades mayas nuevas en la era del Lidar es que hay más de las que podemos esperar estudiar”, concluyó.