Al menos siete ciudadanos iraníes fue arrestado durante el fin de semana en dos operaciones de contra-terrorismo llevadas a cabo en el Reino Unido, bajo la sospecha de estar planeando un ataque contra objetivos específicos, entre ellos la embajada de Israel en Kensington, al oeste de Londres.
Las autoridades británicas temían que el ataque fuera inminente, por lo que la operación fue descrita como una de las más grandes de los últimos años. Cuatro de los detenidos eran sospechosos de preparar un atentado, mientras que los otros tres fueron arrestados por estar presuntamente involucrados en actividades de amenaza de un poder extranjero.
Las detenciones se realizaron en varias ciudades, como Rochdale, Manchester, Swindon y Stockport, y fueron llevadas a cabo por agentes de la policía de contra-terrorismo, apoyados por personal militar. Un video de la operación mostró el momento en que uno de los sospechosos fue sacado de un inmueble en Rochdale. Los detenidos tienen edades entre los 24 y los 46 años, y actualmente se encuentran en custodia, siendo interrogados hasta el 10 de mayo. Un quinto detenido fue liberado bajo fianza.
La ministra de Interior, Yvette Cooper, calificó las operaciones como “algunas de las mayores amenazas de estado” que el Reino Unido ha enfrentado en años recientes. Esta intervención se produce mientras el gobierno británico ha colocado a Irán en el nivel más alto de su registro de influencia extranjera, obligando a Teherán a registrar todas sus actividades de presión política en el país.
La noticia ha generado gran especulación en los medios británicos, algunos de los cuales indicaron que los iraníes arrestados y otra persona más podrían haber estado “a horas” de llevar a cabo un ataque en una sinagoga en Londres, aunque estos informes no han sido confirmados por las autoridades.
Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán rechazó las acusaciones que se hicieron contra los detenidos, calificando las afirmaciones como “infundadas y no documentadas”. Alireza Yousefi, director general para Europa Occidental del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, afirmó que “el desagradable hábito de algunos funcionarios británicos de repetir acusaciones sin fundamento es, sin duda, perjudicial para las relaciones bilaterales y agrava la desconfianza histórica de los iraníes hacia el gobierno británico”. Yousefi solicitó que se proporcionara información inmediata sobre las razones de las detenciones.
El ministro de Exteriores iraní, Abbas Araghchi, expresó su preocupación por los arrestos y escribió en X (antes Twitter) que Irán está dispuesto a colaborar en las investigaciones si se establecen “acusaciones creíbles de conducta indebida”.
En este contexto, Ken McCallum, jefe del servicio de inteligencia británico MI5, declaró el año pasado que desde 2022, los oficiales británicos han respondido a más de 20 complots respaldados por Irán que representaban amenazas mortales para los ciudadanos y residentes británicos. Estos complots incluyen intentos de asesinato y secuestros dirigidos a disidentes iraníes y organizaciones mediáticas en el Reino Unido.
La tensión entre Irán y el Reino Unido también se ha intensificado en un contexto de creciente agitación en el Medio Oriente. Mientras tanto, el gobierno de Binyamin Netanyahu en Israel ha anunciado planes para “conquistar” Gaza, lo que aumenta las tensiones en la región, con implicaciones para la seguridad en el Reino Unido y en otras naciones occidentales.
Este acontecimiento resalta las crecientes preocupaciones sobre las actividades iraníes en suelo británico y las posibles repercusiones de la intervención de Irán en conflictos internacionales.