Para muchas personas, subirse a un avión es un momento de disfrute y mucha adrenalina. Sin embargo, para otras, puede convertirse en una experiencia abrumadora. El miedo a volar, también conocido como aerofobia, afecta a millones de pasajeros en todo el mundo. Solo en Estados Unidos, se estima que más de 25 millones de adultos sufren algún grado de temor al momento de despegar.

A pesar de que las estadísticas avalan que volar es una de las formas más seguras de viajar, la ansiedad relacionada con la aviación es muy habitual. De acuerdo con expertos en salud mental y profesionales de la industria aeronáutica, existen ciertos trucos que pueden ayudar a reducir el miedo y hacer del vuelo una experiencia más placentera. Estos son los ocho consejos más efectivos para viajar tranquilo en avión:

  • Mantenerse hidratado con bebidas frías:

La sensación térmica influye directamente en el sistema nervioso, por lo que además de mantenerse contantemente hidratado, poder mojarse el cuello y las muñecas puede reducir la tensión y ayudar al cuerpo a entrar en un estado de relajación.

  • Controlar la respiración de forma consciente:

La respiración es una herramienta clave para calmar la ansiedad. Los especialistas sugieren inhalar lentamente por la nariz durante cuatro segundos, retener el aire por otros cuatro y luego exhalar suavemente por la boca. Repetir este patrón ayuda a estabilizar el ritmo cardíaco.

A muchas personas el mantenerse entretenidas con una lectura, una película o con trabajo las ayuda a dejar de tener pensamientos negativos durante el vuelo

  • Utilizar la técnica 5-4-3-2-1 para anclarse al presente:

Este método de atención plena ayuda a reducir los pensamientos catastróficos. El mismo consiste en identificar cinco cosas que se pueden ver, cuatro que se pueden tocar, tres que se pueden oír, dos cosas que se puedan oler y una que se pueda saborear. Es una forma sencilla y efectiva de reconectar con el entorno y alejar los malos pensamientos.

  • Preparar un kit sensorial personalizado:

Los estímulos sensoriales pueden ayudar a regular las emociones. Llevar caramelos ácidos, objetos con texturas agradables, lociones perfumadas o música relajante puede marcar la diferencia durante el vuelo.

  • Incorporar el contacto físico calmante:

Un masaje suave en las manos, una manta con peso o el simple contacto de alguien de confianza puede reducir los niveles de cortisol, también conocida como hormona del estrés, y aumentar la oxitocina, que promueve una sensación de bienestar.

Técnicas para bajar la ansiedad durante un vuelo
  • Crear un mantra personal:

Antes del vuelo, los expertos recomiendan desarrollar una frase positiva que funcione como anclaje emocional. Repetir afirmaciones como “estoy a salvo y puedo disfrutar este viaje”, puede ayudar a contrarrestar los pensamientos intrusivos.

  • Elegir cuidadosamente el asiento en el que se desea viajar:

Para quienes sufren ansiedad, optar por un asiento en el pasillo puede ofrecer una mayor sensación de control. Evitar mirar por la ventana también puede ayudar a quienes se sienten incómodos con las alturas.

  • Buscar apoyo de un profesional de la salud si el miedo persiste:

En casos más severos, lo ideal es consultar con un terapeuta especializado en fobias o ansiedad. Existen tratamientos específicos, como la terapia cognitivo-conductual o la exposición gradual, que demostraron ser altamente efectivos para estos casos.

Además, es importante recordar que, si durante el vuelo la ansiedad se intensifica o uno comienza a sentirse mal, siempre se puede solicitar asistencia al personal a bordo. Los tripulantes de cabina están capacitados para brindar contención en este tipo de situaciones y asistir a los pasajeros que atraviesan episodios de miedo o malestar.