El 96% de las niñas, niños y adolescentes argentinos tiene acceso a internet en sus hogares y la mayoría se conecta a través del celular. Este dato, publicado en el informe “Kids Online Argentina 2025”, elaborado por Unicef y Unesco, es solo la puerta de entrada a una radiografía compleja y reveladora sobre cómo se vinculan los menores con el mundo digital. El trabajo expone no solo prácticas cotidianas y habilidades digitales, sino también una serie de problemáticas crecientes: desde el contacto con desconocidos y el ciberacoso, hasta la exposición a mensajes sexuales, las apuestas online y la búsqueda de productos para adelgazar, entre otras.
Todo se vuelve más inquietante con uno de los datos salientes del documento: la edad de acceso al primer celular con internet es, en promedio, a los 9 años y medio (9,6). Así, hay una exposición temprana a las amenazas de las redes. También preocupa que solo el 60% de los menores pueden distinguir si un sitio es confiable o si la información es verdadera y que una porción aún menor, el 38%, tuvo actividades o charlas en la escuela sobre cómo usar internet de manera segura.
Los resultados surgen de una encuesta a 5910 chicos y chicas de 9 a 17 años en escuelas de gestión estatal y privada de conglomerados urbanos de más de 50.000 habitantes de todo el país. Fueron segmentados por edad, género y nivel socioeconómico. El relevamiento lo realizó entre octubre y diciembre de 2024 la consultora Voices Research & Consulting, con análisis técnico de Unicef Argentina y el respaldo de un consejo de expertos. Es parte de un programa global que comenzó en Europa en 2006 y se replica en América Latina desde 2015.
Acceso universal, pero desigual
Aunque el 96% de los niños y adolescentes tiene internet en su hogar, ese número cae al 89% entre quienes pertenecen al nivel socioeconómico más bajo. El dispositivo más utilizado es el celular (88% lo usa todos o casi todos los días), seguido por los Smart TV (66%). Las computadoras tienen un uso marginal: apenas el 22% las utiliza frecuentemente y solo el 60% tiene acceso a una en su casa para estudiar o hacer tareas. En los hogares más vulnerables, esta cifra se reduce al 30%.
Uno de los datos más llamativos es, como se dijo, la edad de acceso al primer celular con internet: en promedio, los chicos lo reciben a los 9 años y medio. Entre los niños y niñas de 9 a 11 años, el 83% ya tenía su celular antes de los 10. La expansión temprana del acceso plantea desafíos sobre el acompañamiento de adultos en las primeras experiencias digitales.
“Es fundamental que el sistema educativo avance en acciones de corto y mediano plazo, para preparar a los chicos para su presente y futuro, de manera de aprovechar las oportunidades que ofrece el universo online para los aprendizajes y mitigar los riesgos asociados”, explica Rafael Ramírez Mesec, representante de Unicef en la Argentina.
Altas habilidades, pero con matices
El 95% de los chicos dice saber instalar apps, el 84% guardar imágenes y el 77% configurar la privacidad de sus redes. Sin embargo, solo la mitad reconoce saber cómo pagar por una app, y hay fuertes brechas de género: los varones reportan hasta 20 puntos porcentuales más de dominio en funciones técnicas.
Como se mencionó, apenas 6 de cada 10 respondieron poder distinguir si un sitio es confiable o si la información es verdadera. Y también un 60% cree, erróneamente, que el primer resultado en los buscadores es siempre el más adecuado. Esta falta de pensamiento crítico frente a la información en línea es un terreno fértil para la desinformación y los discursos manipuladores.
Apuestas online y búsquedas para adelgazar
Más allá de las habilidades técnicas, el informe también visibiliza nuevas preocupaciones ligadas al bienestar emocional y los riesgos de consumo en línea. Por un lado, el avance de las apuestas online entre los adolescentes: el 6% admitió haber jugado por dinero alguna vez en el último año. Si bien puede parecer un número bajo, representa una puerta de entrada al juego compulsivo en una etapa clave del desarrollo. El fenómeno se da en un contexto de fuerte presencia de publicidad de sitios de apuestas en redes sociales, transmisiones deportivas y plataformas digitales, muchas veces sin restricciones de edad.
Por otro lado, también aparecen señales de alarma vinculadas con la imagen corporal y la presión estética. El 9% de los menores dijo haber buscado en internet productos o métodos para adelgazar. Esta tendencia afecta sobre todo a las adolescentes y se vincula con modelos de belleza estereotipados que circulan en redes sociales. El informe sugiere que estas búsquedas no siempre son guiadas por adultos o profesionales de la salud, lo que aumenta el riesgo de caer en soluciones peligrosas o sin sustento científico.
Riesgos: acoso, violencia y exposición sexual
El 29% recibió mensajes ofensivos al menos una vez, el 25% fue víctima de burlas en redes sociales, un 12% recibió mensajes con contenido sexual que lo hicieron sentir incómodo y un 32% fue contactado por alguien que no conocía: en el 8% de los casos, el desconocido intentó contactarse de forma reiterada.
Ante estas situaciones, los chicos hablan sobre todo con amigos (62%) y, en segundo lugar, con padres o cuidadores (41%). Solo un 11% acude a docentes, lo que evidencia una brecha de confianza o de canales institucionales para acompañar estos conflictos.
“El rol de las familias, cuidadores y docentes es crucial en la construcción de un vínculo sano entre las chicas y los chicos con las tecnologías”, afirma Cora Steinberg, especialista en educación de Unicef Argentina. Para un uso responsable y seguro de internet es necesario que las personas adultas estén presentes, supervisen y acompañen para que esas cualidades se desarrollen activamente. “El estudio nos muestra que las conductas riesgosas se reducen a medida que se fortalecen las mediaciones parentales y se conversa con ellos acerca de su actividad en las redes, sobre cómo utilizar internet de manera segura y regulada”, sostiene.
El informe también incorpora por primera vez el impacto de las tecnologías emergentes como la inteligencia artificial. El 76% de los encuestados conocen ChatGPT y el 58% lo ha usado al menos una vez, principalmente con fines escolares. Sin embargo, su uso es más frecuente entre adolescentes mayores y en niveles socioeconómicos medios y altos.
Aprender, jugar, socializar
El 61% dice usar internet todos o casi todos los días con fines escolares y el 50%, para aprender por fuera de la escuela. También lo hacen para entretenerse y socializar: el 74% mira videos, el 69% juega online y el 62% chatea todos los días.
Las plataformas más usadas son YouTube (91%), WhatsApp (88%), TikTok (75%) e Instagram (66%). Facebook y X (ex-Twitter) tienen muy bajo uso entre esta franja etaria, lo que evidencia un recambio generacional en las redes.
El rol de los adultos
Solo el 45% afirma que en su casa se habla con frecuencia sobre el uso de internet y una porción menor aún, el 38%, tuvo actividades o charlas en la escuela sobre cómo usar internet de manera segura. Según los especialistas, estos números refuerzan la necesidad de que familias y docentes se involucren más activamente, no solo como controladores, sino como acompañantes informados y dialogantes.