Donald Trump firmó una acción ejecutiva que mantiene los aranceles del 25% sobre autos importados, pero evita que se acumulen con otros gravámenes, como los del acero y aluminio. El acuerdo incluye incentivos fiscales para fabricantes nacionales que ensamblan en Estados Unidos, lo que podría estabilizar los precios de los autos durante los próximos dos años.

Las autopartes importadas pagarán un arancel, pero con compensaciones

A partir del 3 de mayo, entrará en vigor un arancel del 25% para autopartes importadas. Sin embargo, este martes, de camino a un mitin en Michigan por sus 100 días de gobierno, el presidente republicano firmó una orden ejecutiva que dispone créditos fiscales para que las automotrices puedan compensar ese cargo.

Donald Trump firmó la orden ejecutiva antes de un acto en Michigan y aseguró que “todos volverán a fabricar autos en EE.UU.”

Estos créditos equivalen al 3,75% del Precio de Venta Sugerido por el Fabricante (MSRP, por sus siglas en inglés) para la producción nacional durante los próximos 12 meses y al 2,5% para el año siguiente.

Según explicó un funcionario del Departamento de Comercio a Fox News, un fabricante de automóviles puede usar hasta un 15% de partes extranjeras sin pagar más impuestos, siempre que tenga un crédito equivalente por autos vendidos.

Fabricantes con 85% de partes locales quedarán exentos de tarifas

De esta manera, el gobierno eximirá del arancel a los vehículos ensamblados con al menos un 85% de partes de Estados Unidos o del acuerdo comercial T-MEC. Este umbral permitirá a varios fabricantes evitar los cargos, mientras se adapta la cadena de suministro.

De acuerdo al mencionado funcionario, cuando una pieza ingresa a Estados Unidos y se le aplique un arancel, los fabricantes de autos podrán responder: «Vendí un vehículo y tengo un crédito. Tengo un saldo compensatorio de US$1600. Aplique ese monto a esta pieza específica“. De esta manera, según el vocero, ”no le cuesta ni un centavo al gobierno“.

La medida busca, según funcionarios de la administración, fomentar nuevas plantas en Estados Unidos y aumentar el empleo en la industria automotriz. Para el gobierno republicano, las exenciones ayudarán a estabilizar la producción local y disminuir la dependencia de insumos del exterior. “Todos volverán a Michigan a fabricar autos”, prometió Trump en su discurso.

Las automotrices podrán deducir hasta el 3,75% del valor de venta sugerido por cada auto producido localmente durante los próximos 12 meses

Nueva orden de Trump: reacción positiva de la industria automotriz

Mary Barra, CEO de General Motors, destacó la necesidad de un escenario competitivo. En un comunicado difundido el lunes, agradeció por el respaldo al presidente republicano y subrayó el rol de General Motors en la inversión local. Consideró que las nuevas condiciones podrían facilitar mayores desembolsos productivos.

“Creemos que el liderazgo del presidente está contribuyendo a la igualdad de condiciones para empresas como General Motors y nos permite invertir aún más en la economía estadounidense. Agradecemos las conversaciones productivas con Trump y su administración, y esperamos seguir trabajando juntos”, añadió Barra en CNN.

El secretario de Comercio, Howard Lutnick, considera que este acuerdo representa “una gran victoria para la política comercial del presidente”, debido a que recompensa a las empresas que fabrican en Estados Unidos y tienen la intención de expandir su producción local.

Toyota, Nissan y Hyundai registraron subas en sus acciones, impulsadas por la expectativa de estabilidad comercial y fiscal en EE.UU.

¿Alivio internacional?: crecen las acciones asiáticas luego del anuncio de Trump

Por otro lado, las acciones de fabricantes asiáticos subieron tras conocer los detalles sobre el acuerdo:

  • Toyota: creció un 3,6%.
  • Honda: creció un 1%.
  • Nissan: creció un 2,3%.
  • Hyundai: creció un 1,2%.
  • Kia: creció un 2%.

La posibilidad de estabilidad en el mercado estadounidense impulsa el optimismo global. Estas compañías exportan gran parte de su producción a Estados Unidos y consideran que cualquier flexibilización les da margen para competir.