José Enrique Escardó, uno de los primeros denunciantes del Sodalicio de Vida Cristiana, se refirió a la polémica participación de Juan Luis Cipriani en las reuniones previas al cónclave.
En entrevista con Exitosa, Escardó destacó que, aunque Cipriani no participará directamente en la elección del próximo papa, su presencia en reuniones previas al cónclave es un claro intento de hacer “lobby” para que le levanten la sanción impuesta.
“Ahora, lo que sucede es que, como ya sabemos, cuando se va el gato, los ratones hacen fiesta. Entonces él ha dicho: ‘Bueno, ya no está Francisco, me voy a meter ahí y como yo no voy a poder estar en el cónclave, por lo menos voy a ir a influir un poco y hacer mis lobbies para que después me quiten la sanción’. Eso es lo que le interesa. Para no morirse con esa sanción”, declaró.
Asimismo, también cuestionó la actitud desafiante del purpurado, quien apareció en el funeral del papa Francisco portando los símbolos cardenalicios, a pesar de que lo tiene prohibido.
“Podría asistir al velorio del papa como cualquier cura o como cualquier persona, pero no con los símbolos cardenalicios. Como un cura normal, no estar vestido con los símbolos de cardenal, porque está prohibido. Y él aceptó esa sanción y la firmó”, agregó.
Hasta el momento, el Vaticano no ha emitido un pronunciamiento oficial respecto a la presencia de Juan Luis Cipriani en las reuniones previas al cónclave.
Aunque se ha reconocido que su participación genera controversia, la Santa Sede aún no ha confirmado si tomará medidas para vetarlo de estos encuentros. La falta de una declaración formal mantiene la incertidumbre sobre su futuro rol en los eventos clave que preceden la elección papal.
La sanción de Juan Luis Cipriani
Juan Luis Cipriani, exarzobispo de Lima y primer cardenal del Opus Dei, fue sancionado por el Vaticano en 2019 a raíz de una denuncia por presuntos abusos sexuales ocurridos en 1983. Aunque la acusación fue presentada en 2018, Cipriani solo fue notificado al respecto en agosto de ese año, más de tres décadas después de los hechos. Las sanciones impuestas por la Santa Sede incluyen su retiro de la vida pública, el exilio fuera de Perú y la prohibición de portar símbolos cardenalicios.
A pesar de negar rotundamente las acusaciones y afirmar que nunca cometió delito alguno, Cipriani ha criticado públicamente el proceso, asegurando que no se le dio la oportunidad de defenderse adecuadamente. Sin embargo, el Vaticano ratificó las medidas, afirmando que el cardenal aceptó un precepto penal que las confirmaba, y subrayó la gravedad de las denuncias de abuso dentro de la Iglesia como un motivo clave para tomar esta decisión.
Pronunciamientos contra Cipriani
La organización estadounidense Bishop Accountability, dedicada a documentar casos de abuso clerical, ha solicitado al Vaticano que impida la participación del cardenal peruano Juan Luis Cipriani en las reuniones previas al cónclave papal. Cipriani, quien enfrenta sanciones debido a una denuncia de abuso sexual, ha sido objeto de críticas por su presencia en estos encuentros, lo que ha generado un amplio rechazo.
Anne Barrett, codirectora de Bishop Accountability, señaló que permitir su inclusión envía un mensaje contradictorio respecto a la postura de la Iglesia Católica frente a los abusos sexuales cometidos por miembros del clero. Según Barrett, esto subraya la percepción de que la Iglesia protege más a los clérigos acusados que a las víctimas de abuso.
Además, el cardenal Cipriani ha sido visto recientemente participando en discusiones sobre el futuro papal, a pesar de las restricciones impuestas por el Papa Francisco debido a las denuncias en su contra. Barrett cuestionó directamente al Vaticano, aludiendo a las sanciones que deberían haber sido suficientes para excluirlo de cualquier actividad vinculada al cónclave.