Imagen de archivo. 29 de marzo de 2025. REUTERS/Patricia Pinto

Los aliados del ex presidente de Bolivia Evo Morales (2006-2019) ratificaron que realizarán una marcha el 16 de mayo para inscribir a su líder como candidato a la Presidencia, pese a que tiene impedimentos legales para disputar el cargo en las elecciones del 17 de agosto.

Según anunciaron la prensa local algunos dirigentes cercanos a Morales, la movilización partirá de la ciudad de El Alto, que colinda con La Paz, y hará un recorrido de cerca de tres kilómetros hasta el Tribunal Supremo Electoral (TSE) en la sede de Gobierno. La marcha terminará con una vigilia en el organismo electoral hasta que los vocales emitan un pronunciamiento sobre la inscripción del líder cocalero.

Pedro Llanque, dirigente de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia, dijo que esperan la presencia de 100.000 personas de organizaciones sociales y sectores económicos como transportistas, gremiales, petroleros y mineros.

La movilización en respaldo a su líder duró siete días. REUTERS/Claudia Morales

La marcha genera expectativa sobre la participación de Morales que además de estar inhabilitado para las elecciones, enfrenta una orden de aprehensión por una investigación de trata de personas que lo acusa de haber embarazado a una menor de edad durante su Presidencia. Ante el riesgo de ser capturado, el ex mandatario se atrincheró en la región cocalera de Bolivia desde septiembre del año pasado donde goza la custodia de sus seguidores y algunas delegaciones internacionales.

El ministro de Gobierno (Seguridad), Eduardo Del Castillo, manifestó en declaraciones anteriores que la orden de captura no había sido ejecutada porque no habían las condiciones hacerlo en su bastión político, donde se han formado varios anillos de seguridad para proteger al líder cocalero. Sin embargo, informó que la Policía espera “el momento y el lugar precisos” para cumplir con el mandamiento de la Justicia.

Si bien la presencia de Morales no es obligatoria, porque el reglamento establece que el delegado de cada partido es quien presenta las listas, el dirigente Llanque aseguró que Morales va a participar en la movilización y que será custodiado por los marchistas. “Estamos bien organizados, no nos vamos a dejar sorprender”, manifestó.

Imagen de archivo. La Paz, Bolivia, el 10 de marzo de 2025. REUTERS/Claudia Morales

Al margen de la caminata, sus seguidores alistan vigilias en oficinas regionales del Tribunal Electoral para presionar a los vocales a admitir su inscripción. El plazo para el registro de candidaturas vence el 18 de mayo y hasta la fecha se desconoce con qué partido intentará postular el ex presidente, luego de haber perdido en noviembre pasado el control del Movimiento Al Socialismo (MAS) que lideró por más de 25 años.

En febrero firmó una alianza con el Frente Para la Victoria, un partido familiar envuelto en polémica y de poca trayectoria, con el que rompió menos de dos meses después. En el interin creó su propia organización política a la que llamó como él: Evo Pueblo, sin embargo por los plazos para la obtención de personería jurídica no puede participar en los comicios.

La movilización marca un nuevo punto de tensión en oficialismo, que después de haber sido por dos décadas el partido hegemónico del país se fracturó por la disputa entre Morales y el presidente Luis Arce. Con fallos judiciales de por medio, el jefe de Estado logró tomar el control legal del MAS e inhabilitar a su antiguo mentor, quien lejos de darse por vencido anuncia una nueva refriega.

En tanto, Arce no ha manifestado públicamente su intención de buscar la reelección pero participa en eventos en los que sus seguidores lo “proclaman” como candidato del MAS, pese al bajo desempeño que muestra en las encuestas y la creciente desaprobación de su Gobierno, debido principalmente a la crisis financiera que desde hace dos años golpea el país.

Lo que pase con ambos líderes políticos marca el escenario electoral que en el otro frente muestra a una oposición fragmentada y reacia a formar alianzas que ante la ruptura del MAS ve por primera vez en muchos años una posibilidad real de llegar al Gobierno.