Camilo Ochoa, influencer y exnarcotraficante del Cártel de Sinaloa, conocido en redes sociales por abordar temas del crimen organizado, aseguró que tras la supuesta entrega de Ismael “El Mayo” Zambada a las autoridades de Estados Unidos, el líder de Los Chapitos, Iván Archivaldo Guzmán Salazar, y su homólogo de La Mayiza, Ismael Zambada Sicairos, alias “Mayito Flaco”, habrían sostenido una reunión en la que pactaron respetarse y no atacarse entre sí.
En entrevista con el periodista José Luis Montenegro para su canal de YouTube, el ahora influencer confirmó la versión de que la entrega de Ismael “El Mayo” Zambada fue facilitada por Joaquín Guzmán López, integrante de Los Chapitos.
Camilo Ochoa reveló que, según sus fuentes, luego de la entrega del líder cofundador del Cártel de Sinaloa hubo una junta a la que asistió Iván Archivaldo Guzmán y “Mayito Flaco” en la que supuestamente habrían pactado respetarse.
“A lo que tengo entendido yo, que hubo una junta con Iván y Mayito Flaco, pactaron en respetarse, o sea… Iván le dice: ‘Pues, ¿sabes qué? Quien lo entregó, pues fue mi carnal, ya está, y él mismo está también encerrado’, quedaron de respetarse», afirmó.
De acuerdo con Ochoa, aunque el acuerdo inicial entre ambas facciones fue mantenerse al margen de las agresiones mutuas, esa tregua se rompió poco después, cuando, según su testimonio, personas cercanas al ’Mayito Flaco’ lo habrían convencido de tomar represalias y romper el pacto.
“Después como que le calentaron la cabeza a Mayito Flaco y empiezan a hacer todo el desmadre… Les empiezan a calentar para que llegue el gobierno y trate de sacarlos, los saquen a ellos (Los Chapitos) y entren los otros (La Mayiza)”, agregó Ochoa en la misma entrevista.
Ochoa acusa a La Mayiza de atacar civiles
Durante la entrevista, Camilo Ochoa afirmó que, a diferencia de la facción de La Mayiza, el grupo de Los Chapitos mantiene prohibiciones estrictas sobre prácticas como el secuestro, la extorsión y el robo a civiles. Según su testimonio, esas actividades están penadas dentro de la estructura criminal controlada por los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
“Los Chapitos acabaron con secuestros, acabaron con extorsiones, acabaron con robos”, sostuvo Ochoa, quien explicó que durante el tiempo en que operó en la organización estas acciones estaban vetadas por los mandos. Detalló que dentro de esa facción estaba prohibido el robo de tráileres, el robo de vehículos y el levantamiento de personas por deudas o extorsión, lo que, desde su perspectiva, marcaba una diferencia respecto a otros grupos criminales.
El exnarcotraficante señaló que, por el contrario, la facción de La Mayiza ha recurrido a tácticas violentas contra la población civil como parte de su estrategia de combate, entre ellas el uso de menores de edad e inmigrantes en las confrontaciones armadas, así como la quema de negocios y comercios en distintas regiones de Sinaloa y Durango.
“Si realmente quisieras a tu estado, no incendias negocios ni afectas fuentes de trabajo”, afirmó Ochoa, al referirse a los recientes ataques contra empresas locales y farmacias durante la actual disputa por el control de las plazas.
Aunque reconoció que ninguna célula del narcotráfico es inocente, insistió en que “es peor quien ataca a la sociedad civil como método de guerra”, una acusación que dirigió principalmente hacia La Mayiza.
Niega vínculos con los Chapitos y se lanza contra Mini Lic
Durante la conversación, el youtuber negó haber tenido relación directa o trabajar bajo las órdenes de Los Chapitos. Aseguró que su vínculo fue principalmente con Dámaso López Núñez, alias «El Licenciado», hasta que rompió con esa facción y se alió con el grupo del «H2″, Juan Francisco Patrón Sánchez, de los Beltrán Leyva.
A pesar de deslindarse de los Guzmán, Ochoa afirmó que tras sus declaraciones públicas, ha recibido amenazas directas de Dámaso López Serrano, “El Mini Lic”, y por La Mayiza. Según su relato, ambos grupos lo consideran un traidor por exponer detalles internos de las organizaciones y lo han señalado como objetivo.
Entre las represalias, mencionó la quema de seis restaurantes Pollo Loco en Monterrey, lo que atribuyó a una estrategia para presionarlo y amedrentarlo, a pesar de que asegura estar desvinculado del negocio familiar desde 2006. “Fueron y quemaron seis Pollo Loco. Eso es terrorismo”, declaró Ochoa, quien sostiene que dichos ataques afectaron directamente a trabajadores inocentes.
El influencer agregó que posee audios y mensajes enviados por comandantes de esas facciones, quienes confirmarían los planes para asesinarlo.
Aseguró que incluso integrantes de La Mayiza le ofrecieron negociar el pago por los daños ocasionados, propuesta que interpretó como un intento de que bajara la guardia para facilitar un ataque en su contra.
Ochoa también habló sobre los panfletos lanzados desde avionetas en Culiacán a inicios de 2025, en los que fue señalado junto a otros personajes como Peso Pluma, Markitos Toys y Kevin Castro, acusados de colaborar y lavar dinero para Los Chapitos.
Según Ochoa, esta acción fue orquestada por «El Mini Lic», como parte de la campaña de hostigamiento en su contra. “Yo ya estaba esperando eso, ya me habían dicho que iban a tirar los volantes”, afirmó.
Además, relató que recibió videos con amenazas explícitas, incluyendo ejecuciones de personas decapitadas, enviadas por los grupos que busca exponer a través de sus plataformas digitales. Sostiene que el detonante de las agresiones fue su decisión de hablar abiertamente sobre la guerra interna y las supuestas traiciones dentro del cártel.
Asegura no tener miedo
Desde su salida de prisión en 2022, Camilo Ochoa ha construido una presencia como influencer en redes sociales, donde relata su paso por el narcotráfico y expone las disputas internas del Cártel de Sinaloa. A pesar de las amenazas de muerte que ha recibido, asegura que no teme por su vida.
Al ser cuestionado sobre si vive con miedo tras las advertencias en su contra, Ochoa respondió que no. Explicó que, luego de haber sido víctima de un secuestro por parte de Los Zetas, de varios intentos de asesinato y de haber intentado suicidarse durante su estancia en prisión, el miedo dejó de ser una preocupación en su vida.
Al ser cuestionado sobre si vive con miedo tras las advertencias en su contra, Ochoa respondió que no, y sostuvo que ha decidido mantener su rutina habitual sin recurrir a grandes medidas de seguridad. Relató que él mismo conduce su vehículo y que se desplaza solo por las calles, sin escoltas visibles.
“El miedo no existe. El miedo tú lo inventas, el miedo tú lo imaginas, el miedo tú lo creas. Cuando ya viviste un secuestro, cuando ya viviste que te quisieran matar más de cinco veces, cuando yo me quise suicidar estando en la cárcel… ¿miedo qué? No es cuando ellos quieran, es cuando Dios quiera”, expresó.
Ochoa también afirmó que las amenazas en su contra no solo buscan intimidarlo, sino silenciar las denuncias públicas que ha hecho a través de sus plataformas digitales.
Según sostiene, el contenido que publica no solo es seguido por sus audiencias en redes sociales, sino también por las autoridades estatales y federales: “Quieren matarme por lo que estoy diciendo, porque les está afectando”, concluyó.