Tiene 17 años, cursa el secundario en el Instituto River Plate y, mientras sus compañeros juntan dinero para el viaje de egresados, los grandes de Europa juntan billetes para costear a mitad de año su cláusula de rescisión. La historia de los superclásicos está llena de héroes inesperados. Ninguno, tal vez, como el pibe Franco Mastantuono. Por juventud, por contexto. Por esa caricia de zurda que desafió todos los principios de la gravedad y se incrustó como un misil en el ángulo izquierdo de Agustín Marchesin, testigo privilegiado de uno de los goles más espectaculares de los últimos tiempos.

El DNI de Franco Martín Mastantuono dice que “el Phil Foden argentino”, como lo apodaron en Inglaterra, nació el 14 de agosto de 2007 en Azul, los pagos de Matías Almeyda. Pero en la cancha juega como si doblara su edad. Este domingo, de hecho, se convirtió en el jugador más joven en marcar para River en la historia de los superclásicos (17 años, ocho meses y 13 días), con casi un año de ventaja sobre Javier Saviola, que amargó a Boca en el Apertura 99 con 18 años y cinco meses. Además, estuvo a solo 12 días de batir el récord que le pertenece a Abel Alves, de Boca, que con 17 años, ocho meses y siete días le marcó a River en el Nacional 1975.

El de ayer fue su séptimo grito como profesional. Y, obviamente, el que lo metió para siempre en el corazón de los hinchas. En 2024, todavía con 16, había marcado un gol similar ante Sarmiento, en la despedida de Martín Demichelis. Mismo arco, mismo ángulo. Otro marco, claro. Esta vez, “Mastan” tuvo un consejero especial. “Hablo mucho con el Pity (por Gonzalo Martínez). Me ayudó él a decirme que no me enfoque en lo que es el exterior. Obvio que el clásico se vive con mucha adrenalina, donde está todo muy eufórico y con razón, traté de concentrarme y me ayudó mucho la palabra de un jugador como él, que ganó todo acá y tiene mucha jerarquía”, contó Franco. “Es el partido que más esperé desde que estoy en Primera”, contó.

Formado en el Club de Remo, pintaba para ser tenista pero a los 13 años (hace cuatro, sí), cambió la raqueta por la pelota pese a que llegó a ser el jugador Sub 12 Nº 1 de la Argentina. Un dato: su principal característica era la potencia de sus golpes, sobre todo desde el fondo de la cancha. Pero el fútbol fue siempre su deporte favorito. De (más) chico, incluso, llegó a tener su propio canal de YouTube en el que compartía videos jugando a la PlayStation o de sus goles en el barrio. Todo un adelantado. Tan es así que fue convocado a la Sub 20 de Javier Mascherano cuando superaba apenas los 15 años.

Ovacionado en el calentamiento, el azuleño que se formó futbolísticamente en el club Cemento, hizo explotar las gargantas del Monumental con un zurdazo teledirigido con el que estampó su firma en el libro de oro de los superclásicos.

Creo que fuimos justos ganadores. El primer tiempo que hicimos fuimos muy superiores, creamos muchas situaciones, hicimos los dos goles. Este equipo tiene mucho carácter como venía diciendo en los anteriores partidos. Tiene un juego que está en evolución y hoy se demostró en un partido importante donde merecimos ganar y así fue”, sacó chapa el joven que mostró todas sus credenciales en la primera mitad y que, pese al bajón en el segundo tiempo, completó el encuentro. Hasta tuvo el 3 a 1, pero remató desviado cuando Colidio se relamía para empujar la pelota al gol. Pecado de juventud.

Mastantuono ya sacó su zurdazo con destino de ángulo izquierdo de Marchesin

Teníamos muy claro lo que teníamos que hacer. Cuando vimos que ellos jugaban con línea de cinco, nuestro plan no cambió, seguimos haciendo lo mismo, atacándolos como venimos haciendo. Somos protagonistas siempre y creo que no nos cambió mucho eso, sino cómo salimos a jugarlo nosotros”, analizó el creativo, que es seguido de cerca por los principales clubes del Viejo Continente.

En Europa es un secreto a voces que el Manchester United está dispuesto a desembolsar un dineral por el nuevo pibe maravilla. Y que Real Madrid y Atlético Madrid tampoco quieren perderse a quien es considerado por muchos la mayor promesa del fútbol sudamericano. De hecho, el Colchonero envió un emisario para ver en acción a Franco en el empate 2 a 2 con Rosario Central, a finales de marzo, y, según cuentan, se volvieron a España con una muy buenas sensaciones.

El festejo de Franco Mastantuono tras su golazo a Boca

“Estoy acá en River, metido acá. Estoy disfrutando y quiero seguir disfrutando acá. En futuro se verá, pero estoy disfrutando en River”, enfatizó “Mastan”, que arrancó de titular la era Gallardo y, tras un tiempo fuera del equipo, volvió a ganarse un lugar tras su buen desempeño en el Sudamericano de Venezuela. River buscará disfrutarlo hasta finales de 2016, aunque sabe que es casi imposible retenerlo si los grandes aceleran a fondo. La cláusula es de 45 millones, pero asciende a 50 en los últimos diez días del mercado de pases.

Por ahora, River lo disfruta. Y el fútbol argentino, también.