La esposa de un miembro activo de la Guardia Costera de Estados Unidos fue arrestada esta semana por autoridades federales de inmigración dentro de la sección residencial familiar de la Estación Aérea Naval de Key West, luego de ser detectada en una revisión de seguridad rutinaria, según informó The Associated Press.
De acuerdo con un comunicado emitido por el portavoz de la Guardia Costera, el teniente comandante Steve Roth, “la esposa no es miembro de la Guardia Costera y fue detenida por Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) en virtud de una orden de expulsión válida”. Roth subrayó que “la Guardia Costera trabaja en estrecha colaboración con HSI y otras agencias para hacer cumplir las leyes federales, incluidas las de inmigración”.
Un funcionario estadounidense, que habló bajo condición de anonimato debido a la naturaleza del incidente, detalló que la mujer contaba con una visa de trabajo que expiró aproximadamente en 2017, y que desde entonces se había emitido una orden de deportación en su contra. La pareja contrajo matrimonio a principios de este año, según la misma fuente.
El arresto tuvo lugar mientras la mujer y su esposo, asignado al USCGC Mohawk, un cortador de 82 metros de eslora con base en Key West, realizaban los trámites para mudarse a una vivienda gubernamental en la Estación Aérea Naval cercana. Como parte del procedimiento, ambos acudieron el miércoles al centro de control de visitantes para obtener una credencial que permitiera el acceso de la esposa a la instalación militar.
Durante la revisión de antecedentes requerida para el ingreso, la identidad de la mujer fue marcada como problemática en las bases de datos de seguridad. Personal de la base notificó de inmediato al Servicio de Investigación Criminal Naval (NCIS), que abrió una investigación preliminar sobre el caso, de acuerdo con el funcionario citado.
Posteriormente, los agentes de NCIS, en coordinación con el personal de seguridad de la Guardia Costera, obtuvieron la autorización del comandante de la base para proceder a ingresar en la vivienda del miembro de la Guardia Costera el jueves. En esta operación también participaron agentes de Investigaciones de Seguridad Nacional, una división de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Finalmente, el HSI detuvo a la esposa del guardacostas. El funcionario indicó que la mujer continúa bajo custodia. Las autoridades no han revelado públicamente el país de origen de la detenida ni mayores detalles sobre su estatus migratorio o los cargos específicos en su contra.
Respuesta de las autoridades militares
En una declaración separada, la Marina de Estados Unidos confirmó su colaboración con los investigadores. “La Marina cooperó plenamente con las autoridades federales de seguridad en este asunto. Tomamos en serio la seguridad y el acceso en las instalaciones navales”, señaló la institución.
Hasta el sábado, ni Inmigración y Control de Aduanas ni el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) habían emitido comentarios públicos adicionales respecto al arresto o el proceso legal que enfrenta la mujer.
Aunque las detenciones de inmigrantes con órdenes de deportación se incrementaron notablemente desde el inicio de la administración de Donald Trump, el funcionario consultado indicó que el arresto de esta mujer no parece formar parte de una redada masiva o de una campaña de control de inmigración específica dirigida a bases militares.
El incidente ocurre mientras el USCGC Mohawk se encuentra atracado en su puerto de origen desde mediados de marzo. Según una publicación del 16 de marzo, la nave había regresado recientemente de una misión de 70 días en el Océano Pacífico Oriental, enfocada en interceptar envíos de drogas ilegales.
La presencia del Mohawk en el área permitió que el guardacostas y su esposa iniciaran el proceso de traslado a una vivienda militar, lo que derivó en la revisión que llevó a la detención. De no haber sido por el procedimiento de acceso a la base, el caso de la mujer posiblemente habría pasado desapercibido.
Habitualmente, los cónyuges de miembros de las fuerzas armadas pueden solicitar beneficios migratorios especiales, como la “parole in place”, que les permite ajustar su estatus sin necesidad de salir del país. No obstante, no está claro si en este caso particular la mujer había iniciado algún trámite de regularización posterior al matrimonio.