La siembra de trigo ya está a la vuelta de la esquina y este año se juega mucho más que la implantación de este cultivo tan noble y que a muchos productores les sirve para hacer caja de recursos hacia fin de año. Se juega la política y la confianza. Una combinación que siempre, más allá de la suerte que le toca al cereal enfrentar en materia de precios, clima y costos de insumos, define intenciones, resultados y expectativas.
Se juega la política porque todavía resuenan las palabras del presidente Javier Milei de que los derechos de exportación volverán sobre julio a su anterior nivel: el 12% de derechos de exportación contra la actual tasa del 9,5%. Y acá entra el lugar de la confianza: para los productores, un retorno al 12% se trata de un mazazo. ¿Sembrar ahora con el 9,5% para cosechar en diciembre con el 12%?
Dólar: el Gobierno explicó al agro los ejes del plan económico y pidió que venda los granos y se liquiden divisas
Salvo un giro, por la misma naturaleza del decreto presidencial que vence el último día de junio, el cultivo se encamina a su anterior tasa. En despachos oficiales han dicho, al cierre de esta edición, que no está en evaluación el tema de las retenciones al cereal. Y, por si fuera poco, desde el mismo Gobierno se hizo, vía fuentes con acceso a la toma de decisiones, una advertencia al Congreso de que si sale alguna ley que ponga en vilo el superávit fiscal la misma pasará por el veto del jefe de Estado.
Sin embargo, la dirigencia rural trabaja desde hace un tiempo para convencer al Gobierno de que algo hay que hacer por el trigo. Las primeras estimaciones de siembra hablan de un crecimiento que se potenciaría aún más si hubiera un gesto directamente con la eliminación de los derechos de exportación.
En este marco, la consultora AZ Group realizó un informe donde se remarca que el regreso de las retenciones al trigo al 12% significaría números poco atractivos para los productores si se lo considera como único cultivo y en la principal región productiva para el mismo. En rigor, brindó un escenario con tres alícuotas: que siga el actual nivel del 9,5%, que retornen en julio al 12% o, como sostiene una situación totalmente ideal, que los derechos de exportación [DEX] pasen a ser historia con un 0%.
El trabajo está hecho para campos con tosca cerca de la superficie en Adolfo Gonzales Chaves. Y se consideran estos precios a los productores (FAS teórico): US$204 por tonelada con 12% de derechos de exportación; US$210 con 9,5% y 233 dólares por tonelada con 0%. Con estos tres precios se calcularon los márgenes brutos -resultado en campo propio- y netos, en campo alquilado.
“Si se vuelve a un DEX del 12%, el resultado es cero en campos alquilados. Si se mantienen las actuales DEX del 9,5% se obtiene un margen neto de 23 dólares por hectárea. Si se eliminaran los DEX el margen neto subiría a 113 dólares por hectárea”, resumió el trabajo elaborado por la consultora.
Como se ve, no son grandes números para el bolsillo de los productores en una región importante. Esto mientras el Estado siempre cobra su parte por las retenciones. Si quedaran los actuales niveles de retenciones del 9,5% recaudaría unos 275,8 millones de dólares. En tanto, de acuerdo al reporte, esa cifra subiría a US$348,4 millones con 12%. “Los DEX actuales representan 23 dólares por tonelada de trigo y tienen un impacto significativo en la economía del productor, mientras que la recaudación por estos impuestos es poco significativa en las cuentas nacionales”, precisó.
Un punto no menor es que los rendimientos para cubrir los costos son muy altos, según la consultora. Al respecto, la inversión en el cultivo, considerando el alquiler, va de 939 a 959 dólares. “Los resultados de las tres alternativas [según los niveles de retenciones mencionados] son magros si se considera una inversión del orden de 950 dólares por hectárea y que se utilizan rindes de tendencia. Cualquier problema climático llevaría los resultados a terreno negativo”, alertó el informe.
“Es una locura”: revuelo en Tucumán por un proyecto para cobrar peaje en las rutas provinciales
Los números del cereal mejoran si se incluyen a la soja de segunda que, destacaron los expertos, amortigua el costo del arrendamiento. Con 12% de retenciones el margen neto queda en 72,5 dólares por hectárea para el trigo; con 9,5% de DEX, 95,5 dólares por hectárea, y con 0% de retenciones 185 dólares para hectárea para el cereal.
En este marco, Ernesto Ambrosetti, consultor, remarcó sobre las retenciones al cultivo y el costo fiscal de eliminarlas: “Son alrededor de 300 millones de dólares, con una cosecha cercana a los 20 millones de toneladas y la exportación de 13 millones. Un costo irrelevante para el fisco, y una importante señal para el agro”. De eso se trata, un costo fiscal no tan alto que para el productor puede ser una gran ayuda.