La presa Limón, ubicada en el departamento de Cajamarca, Perú, enfrenta una grave crisis de sedimentación que ha reducido drásticamente su capacidad de almacenamiento de agua, afectando de manera significativa a los agricultores del Valle de Olmos. Según informó Roberto Céspedes Calle, presidente de la Asociación de Bananeros Orgánicos de Olmos, la producción de banano orgánico ha caído un 50 %, pasando de 5.000 kilogramos por hectárea a solo 2.500 kilogramos. Esta situación amenaza no solo la economía local, sino también la sostenibilidad de los cultivos en la región.
De acuerdo con Céspedes Calle, en la zona hay 600 hectáreas sembradas que dependen de un riego adecuado, el cual no se está garantizando debido a la crisis en la presa Limón. Esta infraestructura, que forma parte del Proyecto Especial Olmos, fue diseñada para almacenar entre 37 y 38 millones de metros cúbicos de agua, pero actualmente solo retiene 8 millones debido a la acumulación de sedimentos. La falta de mantenimiento ha sido señalada como la principal causa de esta problemática.
Un contrato en la mira y un operador cuestionado
La operación y mantenimiento de la presa Limón han estado a cargo de la empresa Concesionaria Trasvase Olmos (CTO), subsidiaria de la brasileña Novonor (anteriormente conocida como Odebrecht), desde el año 2004. Según explicó Audías Tiquillahuanca Julca, dirigente del Bloque de Riego del Valle Viejo de Olmos, el contrato estipula que la concesionaria debe entregar la presa en óptimas condiciones al término de su gestión en septiembre de 2025. Sin embargo, Tiquillahuanca denunció que CTO no ha realizado los trabajos necesarios para remover los sedimentos acumulados, a pesar de haber recibido cerca de 32 millones de dólares anuales para este propósito.
El dirigente también señaló que informes elaborados por consultoras contratadas entre 2017 y 2018 ya advertían sobre el grado de sedimentación de la presa y la pérdida de su capacidad de almacenamiento. Sin embargo, estos documentos habrían sido archivados por el Proyecto Especial Olmos Tinajones, entidad supervisora de la concesionaria, lo que agravó la situación actual.
Impacto en los agricultores y la producción de banano orgánico
La falta de agua no solo afecta a los grandes productores, sino también a los pequeños agricultores del Valle Viejo de Olmos, quienes dependen de la presa Limón para regar sus cultivos. Según Tiquillahuanca, la crisis hídrica ya provocó una pérdida del 40 % de la producción en 2024, y se espera que este año las consecuencias sean aún más graves. Además, la situación se complica con la viabilidad otorgada al proyecto Alto Piura, que desviará el 50 % del agua del río Huancabamba, principal fuente de abastecimiento para la presa Limón.
El cultivo de banano orgánico, que representa una inversión de aproximadamente 20.000 dólares por hectárea, está en riesgo. Actualmente, los agricultores de Olmos exportan esta fruta a diferentes mercados internacionales, vendiendo cada caja de 18 kilogramos a un precio estable de 7,20 dólares. Sin embargo, sin un suministro adecuado de agua, las pérdidas económicas podrían ser devastadoras.
“La represa Limón se construyó para almacenar agua a los meses de enero, febrero y marzo. En esos meses de lluvia se debe reservar alrededor de 38 millones de metros cúbicos para después, en los de sequía -julio, agosto, septiembre, octubre y noviembre-, desviar esas aguas al Proyecto Olmos”, advirtió para Infobae Perú.
Propuestas y demandas de los agricultores
Ante esta crisis, los agricultores han solicitado a las autoridades la perforación de pozos tubulares como medida de contingencia. Según Tiquillahuanca, se necesitan entre 16 y 18 pozos con una profundidad de hasta 80 metros para garantizar un volumen suficiente de agua. Sin embargo, el costo de perforar cada pozo asciende a más de 150.000 soles, una inversión que los pequeños agricultores no pueden asumir por sí solos.
Los agricultores han presentado solicitudes al Gobierno Regional de Lambayeque y al Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (MIDAGRI), pero hasta el momento no han recibido respuesta. Mientras tanto, las empresas industriales que operan en las Tierras Nuevas del Proyecto Olmos han comenzado a perforar sus propios pozos, lo que genera una sensación de desigualdad entre los pequeños y grandes productores.
Una guerra por el agua entre Olmos y Alto Piura
La situación ha escalado hasta convertirse en lo que Tiquillahuanca describe como una “guerra por el agua” entre Olmos y Alto Piura. El proyecto Alto Piura, que busca desviar parte del caudal del río Huancabamba, amenaza con reducir aún más la disponibilidad de agua para los agricultores de Olmos. Además, la falta de licencias de uso de agua para los ríos Manchara, Chotano y Tabaconas, que podrían complementar el abastecimiento de la presa Limón, dificulta la implementación de una segunda etapa del proyecto Olmos.
Los agricultores del Valle Viejo han advertido que, sin soluciones inmediatas, la crisis hídrica podría tener consecuencias catastróficas para la producción agrícola de la región. La falta de agua no solo pone en riesgo los cultivos de banano orgánico, sino también la estabilidad económica de cientos de familias que dependen de esta actividad.
La falta de acción por parte de las autoridades no solo pone en riesgo la producción de banano orgánico, sino también la estabilidad económica de cientos de familias que dependen de este cultivo. Olmos representa aproximadamente el 30 % de la producción nacional de banano orgánico, un sector que sobrevive en los últimos años gracias a la exportación.