Atlético de Madrid es puro sufrimiento. Está cerca de todo, pero no le alcanza nada. Afuera de la Champions League por un penal maldito, se derrumbó en la liga local. De “campeón de invierno” a quedar a diez puntos de Barcelona (76 puntos) con cinco partidos por disputarse. Y en el medio, como tantas veces, Real Madrid. Al menos, tuvo una linda noche.
Un festín, dentro de tanto martirio. El 3 a 0 sobre Rayo Vallecano (Augusto Batalla, a pesar de todo, tuvo una buena actuación), en un encuentro por la 33° fecha de la liga de España, confirma le tendencia: el Aleti es un buen equipo. Pero solo con eso no basta.
¡PALABRAS DEL GOLEADOR! 🔴⚪
🇦🇷 Julián Álvarez habló luego de la victoria 3-0 del Atlético de Madrid y mencionó el Superclásico entre River y Boca que se viene el domingo.
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— DSPORTS (@DSports) April 24, 2025
Entre todos, los argentinos. Campeones del mundo, hombres de selección. Julián Álvarez le dio un pase a la red para certificar la goleada, en el tramo final. Giuliano Simeone, primero y Rodrigo De Paul, más tarde, se disfrazaron de asistidores. Los argentinos coparon la escena en el Metropolitano, que empezó con murmullos y acabó con aplausos.
Centro envenenado de Simeone, cabezazo goleador de Alexander Sorloth: así comenzó el partido. Más tarde, una gran tapada de Batalla, un vuelo espectacular para resistir los embates de Atlético de Madrid.
El noruego estaba de capa caída. Llegó a aceptar durante la temporada su papel de revulsivo. Días atrás, en una entrevista concedida a FIFA.com, decía: “Al principio me costó la suplencia, pero ahora me gusta ser decisivo”. Y es que el atacante rojiblanco llegó al Atlético después de conseguir 26 gritos la pasada temporada en Villarreal, con la ilusión de llevar esos números a un club de la talla del colchonero. Pero no anduvo. No anduvo lo necesario.
El Cholo Simeone, más allá de que lo ponía en la primera parte de la temporada, casi siempre se inclinó por Julián Alvarez y Antoine Griezmann, algo relegado en tiempos recientes y con el futuro en suspenso.
Un mano a mano (un cruce con los pies, en realidad), le ganó Batalla a Julián. De allí en más, todo, pero casi todo fue del Aleti, que jugó con la nostalgia de ya no ser. “Tenemos la necesidad de seguir mejorando como equipo, mejorar la clasificación y, partido a partido, sumar la mayor cantidad de puntos posible” contaba Simeone antes del encuentro.
Y advertía: “Me conocen de hace 14 años y saben el perfil de futbolista que necesitamos, no sólo en mi etapa, sino lo que siempre le ha hecho bien al Atlético de Madrid: queremos gente con carácter, personalidad, trabajo que piense en el equipo antes que en lo individual y en este camino largo. En todo este tiempo hemos tenido esos futbolistas”.
Se nota que hay ciertas molestias con algunos jugadores, sobre todo los que integran la ahora endeble última línea. Más allá de que esta vez, Jan Oblak acabó en 0. “Lo que interpretamos bien todos estos años. Para un entrenador estar 14 años en un club significa que los jugadores han rendido de una forma extraordinaria. Los entrenadores no somos magos ni adivinos, buscamos algo que nos represente. Yo me siento afortunado de haber estado 14 años con futbolistas que han representado lo que me gusta del fútbol”, insistía.
Sus palabras repercuten más allá del vestuario.
En el final del primer capítulo, cuando empezaban los murmullos, De Paul levantó la cabeza, envió un centro largo, calculado, preciso, para el ingreso goleador de Conor Gallagher y otro testazo.
Un taco de Julián, para el zurdazo desviado de Griezmann: la amenaza de goleada era evidente. Pase del francés y toque final a la red, al primer palo, de Julián goleador. Por izquierda, por el centro, por donde sea.
“Estamos bien, con la cabeza enfocada en terminar el año [la temporada] de la mejor manera con Atlético Madrid. Y como delantero, seguir intentando sumar goles para ayudar al equipo y terminar lo más alto posible. Hay que pensar en nosotros, sabemos que tenemos que sumar de a tres para seguir escalando ahí arriba. Más allá de lo que haga el resto, pensar en lo nuestro”, contó, después del partido, en una charla con DirecTV Sports.
Se lamentó por las últimas semanas. “Obviamente teníamos la ilusión muy grande del campeonato, veníamos haciendo un gran año. Hubo partidos en que perdimos algunos puntos y que nos dejaron un poco lejos, pero ya está, ya pasó. Ahora pensar en mejorar y terminar el año lo mejor posible”, contó. Y ya palpita el superclásico del fútbol argentino…
“Por supuesto que voy a estar atento y pendiente al superclásico, es un buen horario, no es tan tarde acá en España así que estará lindo para mirarlo. Como hincha de River, obviamente que sea un resultado positivo para nosotros”, sostuvo.
El campeón del mundo sonríe, define y hace el gesto de la araña. Y va en busca de convertirse en un fuera de serie de talla mundial. Simeone lo adora: “Seguramente que sus goles hablan del futbolista. Nosotros estamos conociendo a la persona y es mucho más importante que el futbolista solamente. Un chico que quiere competir, un chico que vino a querer ganar y evidentemente ojalá que nosotros todos juntos podamos ayudarlo, para que él nos ayude a nosotros y nosotros a ayudarlo a él en lo que obviamente necesita el equipo”, aseguró.