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El infarto ha cobrado la vida de millones de personas a nivel mundial. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2021, las 10 principales causas de muerte provocaron un total de 39 millones de fallecimientos. De estas 10 causas, siete corresponden a enfermedades no transmisibles, que son aquellas que no se contagian por contacto, aire, agua o alimentos.

Una de estas enfermedades es la cardiopatía isquémica que, según la OMS, es la causa principal de defunción a escala mundial. “Desde el año 2000, el mayor aumento en cuanto al número de defunciones corresponde a esta enfermedad, que ha pasado de 2,7 millones a 9,1 millones en 2021”, señala el organismo de las Naciones Unidas.

La cardiopatía isquémica es una enfermedad del corazón que ocurre cuando las arterias coronarias, que suministran sangre al corazón, se estrechan o bloquean debido a la acumulación de placa de grasa. El cardiólogo Manel Sabaté abordó este tema en el canal de YouTube Hospital Clínic de Barcelona.

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“Esta obstrucción impide que la sangre llegue a esa parte del corazón. Si la interrupción es rápida, se produce un infarto. El paciente experimenta dolor en el pecho de forma repentina, sin antecedentes previos”, explicó el galeno.

Dado que el infarto es una de las principales causas de muerte a nivel mundial, es pertinente dar a conocer un estudio científico que analiza la relación entre el tipo de sangre de las personas y el riesgo de sufrir un infarto. Entre los hallazgos, se identificó que uno de los grupos sanguíneos presenta una mayor predisposición a sufrir infartos.

El tipo de sangre que tiene más tendencia a sufrir infartos

El médico especializado Arash Etemadi, junto con un equipo de profesionales de la salud, llevó a cabo una investigación sobre la relación entre los grupos sanguíneos (A, B, AB y O) y el riesgo de infarto. Para ello, analizaron más de 50.000 muestras de personas en Irán a lo largo de un periodo de siete años.

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Ningún grupo sanguíneo fue excluido del análisis realizado en la población iraní, lo que permitió obtener una visión integral y, como resultado, identificar cuál de ellos presenta mayor vulnerabilidad frente al infarto.

Los resultados del informe del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos indican que las personas con grupo sanguíneo A, B o AB tienen un mayor riesgo de padecer enfermedades cardíacas en comparación con aquellas que tienen tipo O. El doctor Etemadi sugiere que este mayor riesgo podría estar vinculado a características particulares de los tipos de sangre mencionados.

En las personas con grupo sanguíneo A, se detectaron niveles elevados de colesterol LDL, conocido también como ‘colesterol malo’. Este puede acumularse en las paredes de las arterias, formando placas que las estrechan y dificultan el flujo sanguíneo. Este proceso se conoce como aterosclerosis y puede aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas, como infartos y accidentes cerebrovasculares.

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Además, aquellos que tienen un grupo sanguíneo diferente al O tienden a coagular más fácilmente en sus venas, lo que eleva el peligro de sufrir un infarto.

Los investigadores que llevaron a cabo el estudio señalaron que los participantes con grupo sanguíneo A, B y AB enfrentan un 15% más de probabilidad de morir por problemas cardíacos. Sin embargo, es importante indicar que el tipo de sangre no es el único factor a tener en cuenta al evaluar el riesgo de enfermedades cardíacas.

Finalmente, es importante precisar que un grupo sanguíneo es una clasificación de la sangre según los antígenos presentes en la superficie de los glóbulos rojos. Los tipos más comunes son A, B, AB y O, y se combinan con el factor Rh, que puede ser positivo o negativo.