La repentina muerte del pontífice argentino desata conjeturas sobre su posible sucesor, mientras el término

En el corazón del Vaticano, los pasillos del poder eclesiástico se llenan de murmullos y estrategias. Sobre todo después de la repentina muerte del Papa Francisco, ocurrida esta mañana en su residencia de la Casa Santa Marta, en el Vaticano.

Y lejos de la pompa, el proceso que podría elegir al nuevo Pontífice no tiene plazos ni candidatos oficiales, pero ya surgen nombres con respaldo y simpatías en distintas alas del catolicismo. El término “preferiti” (los preferidos) vuelve a cobrar fuerza para designar a aquellos que, en silencio, se perfilan como papables. Entre ellos, un cardenal peruano figura en el radar vaticano.

Matteo Zuppi, la cara del diálogo intercontinental

Matteo Zuppi destaca por su estilo cercano y diplomático. Su papel en misiones de paz y su afinidad con el Papa Francisco lo posicionan como figura clave en el futuro del Vaticano. (Quirinale.it)

El cardenal italiano Matteo Zuppi, cercano al carisma de Francisco, representa una línea aperturista, con experiencia en misiones diplomáticas y gran ascendencia en Europa occidental.

Arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, ha sido clave en acercamientos internacionales, incluso con China y Rusia. Su perfil pacifista y su afinidad con movimientos sociales lo colocan como uno de los favoritos entre los sectores progresistas del catolicismo europeo.

Peter Erdő, el peso doctrinal del Este europeo

El cardenal húngaro Peter Erdő se perfila como un defensor de las raíces doctrinales. Su liderazgo entre minorías católicas le da un peso singular en el Este europeo.(Hungary Today)

Desde Budapest, el cardenal Peter Erdő aparece como uno de los “preferiti” más fuertes del ala conservadora. Doctor en teología y derecho canónico, con amplia experiencia pastoral en contextos de minorías católicas, Erdő es visto como un posible restaurador de una Iglesia más jerárquica y doctrinalmente estricta.

Su candidatura despierta entusiasmo entre los sectores más tradicionalistas, que buscan un cambio de timón tras la era Francisco.

Luis Antonio Tagle, el puente con Asia y el mundo pobre

Con carisma popular y sensibilidad pastoral, el cardenal filipino Luis Antonio Tagle simboliza una Iglesia misionera con rostro humano que resuena desde Asia hacia el mundo. (Vatiacan News)

El cardenal filipino Luis Antonio Tagle destaca por su cercanía con los pueblos más vulnerables y su carisma popular. Antiguo arzobispo de Manila y actual prefecto del Dicasterio para la Evangelización, es uno de los pocos cardenales asiáticos con proyección global.

Ha sido clave en la renovación de la curia romana y representa una Iglesia misionera y sensible a los excluidos. Su elección marcaría un hito al provenir de una región con fuerte crecimiento católico.

Jean-Claude Hollerich, el jesuita de Luxemburgo

Jesuita, políglota y diplomático: Jean-Claude Hollerich despierta simpatías por su enfoque sinodal y su habilidad para navegar los retos contemporáneos de la Iglesia. (Vatiacan News)

Arzobispo de Luxemburgo y relator general del Sínodo sobre la sinodalidad, Jean-Claude Hollerich es considerado una figura puente entre la tradición y la modernidad.

Su formación en Japón y su trayectoria en Europa le dan una perspectiva intercultural que algunos sectores valoran como necesaria en un mundo polarizado. Jesuita como Francisco, es uno de los pocos europeos que podría continuar la línea sinodal del actual pontificado con estilo propio.

Christoph Schönborn: el intelectual que no se descarta

A sus 79 años, el arzobispo de Viena mantiene la lucidez y el prestigio que lo sostienen como papable de consenso si se busca una transición sin grandes sobresaltos.  (Vatiacan News)

El cardenal Christoph Schönborn, de 79 años, arzobispo de Viena, es uno de los nombres que aún circulan con respeto entre los papabili. Teólogo dominico, fue uno de los principales redactores del Catecismo de la Iglesia Católica y goza de una reputación impecable en el ámbito doctrinal. A pesar de su edad, conserva buen estado físico y mental, lo que lo mantiene dentro del radar vaticano.

Schönborn es considerado un puente entre las posturas conservadoras y reformistas. Ha defendido posiciones firmes sobre temas doctrinales, pero también se ha mostrado abierto al diálogo pastoral con los católicos que viven en situaciones no tradicionales.

Su capacidad intelectual, manejo diplomático y sobriedad lo convierten en un posible candidato de consenso si se busca una figura de transición que mantenga la unidad dentro de la Iglesia.

Jean-Marc Aveline: una opción francesa con mirada multicultural

El cardenal Aveline gana terreno como voz del entendimiento intercultural. Su origen argelino y su gestión en Marsella lo hacen figura respetada entre creyentes y no creyentes. (Catholic Press Photo)

El cardenal Jean-Marc Aveline, de 65 años, arzobispo de Marsella, representa una alternativa que gana simpatías en el entorno europeo. Nacido en Argelia y de formación filosófica y teológica, Aveline ha hecho de la convivencia entre culturas y religiones su principal eje de acción pastoral. Su experiencia en una ciudad tan diversa como Marsella (Francia) ha reforzado su imagen como líder capaz de enfrentar los desafíos del multiculturalismo religioso.

Aveline ha trabajado activamente en la formación interreligiosa, especialmente en el diálogo con el islam, algo que el Vaticano considera fundamental en el escenario global. Aunque no cuenta con el mismo nivel de notoriedad internacional que otros cardenales, su perfil académico, su labor pastoral inclusiva y su proyección europea le han permitido crecer como una figura viable. Su nombre aparece en las conversaciones de pasillos como un posible outsider que podría dar la sorpresa.

Carlos Castillo Mattasoglio, la carta peruana en el Vaticano

Aunque no figura entre los favoritos, Castillo ha cultivado un perfil sólido en temas sociales y teológicos. Su cercanía al pueblo podría pesar en el próximo cónclave. (Andina)

El arzobispo de Lima ha ganado notoriedad dentro y fuera del Perú por su visión pastoral centrada en los excluidos y su defensa de una Iglesia cercana a la calle. Nombrado por Francisco en 2019, Carlos Castillo se ha alineado con el espíritu del Concilio Vaticano II y con las reformas promovidas por el actual Papa.

Aunque no figura entre los nombres más mencionados, su participación en foros internacionales y su perfil teológico abierto lo han colocado como una figura a observar. Algunos analistas destacan que su condición latinoamericana, jesuita de corazón y cercano a la teología del pueblo podría pesar más de lo previsto en una eventual elección papal.