“La construcción estaba avanzada cuando nos convocaron para mejorar las terminaciones y hacer el interiorismo de este dúplex de 260m2 a estrenar desarrollado por Estudio Dumont. Empezamos por diseñar y ejecutar la iluminación, las gargantas para las cortinas, las bajadas de los cielos rasos y la pintura; después, siguió el equipamiento”, enumeran la arquitecta Leila Wainstein, de Estudio Verde Concreto, y la diseñadora Magalí Muchnik.
La cocina y el comedor quedan conectados visualmente pero, gracias al quiebre de la circulación que produce la escalera, tienen espacios independientes.
Los artefactos de iluminación se destacan en este espacio: sobre la mesa, lámparas de techo (Iluminación Agüero); en la pared, barra vertical (Huup).
Interiorismo fresco
“Como los dueños de casa querían un interiorismo fresco, propusimos madera con toques de color, textiles con presencia y elementos que relajaran las líneas rectas dominantes. Equipamos manteniendo la sensación de amplitud. No buscamos llenar de muebles y objetos, sino crear espacios cómodos, prácticos y despejados”, nos explicaba Magalí Muchnik.
Para ver tele sin que la claridad moleste, en el ventanal lateral pusieron cortinas de doble capa hechas con géneros de Casa Almacén.
Suma de detalles en la cocina
“Nuestros clientes pidieron una cocina negra y, al ser amplia y luminosa, sabíamos que iba a funcionar muy bien combinada con madera y blanco. Creando un mueble de doble cara, logramos más volúmenes de guardado, otro pedido expreso de los dueños de casa, junto con mucha superficie de apoyo», revela la arquitecta Leila Wainstein.
El nicho de madera para tener a mano las especias les da un lindo corte a los paneles oscuros de la alacena.
Aprovecharon el largo de la cocina, de piso a techo, con un mueble en melaminas ‘Perfect Sense’ y ‘Hickory Natural’ (Egger), diseñado por Muchnik y Wainstein para contener la heladera profunda.
El desafío de las grandes dimensiones
“Las medidas del dormitorio principal eran, a la vez, un beneficio y una dificultad. Al ser tan largo, la TV iba a quedar muy lejos, además de pisarse con el ingreso al baño.
Para superar el desafío de las dimensiones, crearon un panel que adelanta la pantalla y cubre la circulación pero que, al ser traslúcido en los extremos, también deja pasar la luz.
Elegante y simple
“Para este espacio, el pedido central fue un vanitory más alto de lo convencional, con espacio de guardado y un espejo más grande, como apoyo, para maquillarse”.
Trabajo y personalidad
“El objetivo fue que el escritorio se despegara del resto. Es un espacio que los dueños de casa usan a diario y debía expresar su personalidad de un modo distinto al de la suite, por lo que incluimos color y líneas curvas”.
Llegaron a este tono de azul después de varias pruebas. Los dueños evaluaron el verde, pero finalmente este color fue el que los convenció.