En la “Notificación del fallecimiento de su Santidad Francisco”, el Vaticano informó esta tarde que el Papa sufrió un ictus cerebral con colapso cardíaco que resultó irreversible. Fue luego de proceder con la evaluación médica para certificar el deceso.

“Certifico que su Santidad Francisco (Jorge Mario Bergoglio), nacido en Buenos Aires (Argentina) el 17 de diciembre de 1936, residente en la Ciudad del Vaticano, ciudadano del Vaticano, falleció a las 7.35 del 21/04/2025 en su departamento de la Domus Santa Marta”, suscribió Andrea Arcangeli, director de la Dirección de Salud e Higiene del Estado de la Ciudad del Vaticano.

Las causas enumeradas en el informe difundido por Roma fueron “accidente cerebrovascular (ACV), coma, colapso cardiocirculatorio irreversible”.

El ACV, ictus o ataque cerebral ocurre por una obstrucción de un vaso sanguíneo o su ruptura. De ahí que, por la forma en que se produce, puede ser isquémico o hemorrágico. El primero se produce cuando un coágulo o desprendimiento de la placa aterosclerótica tapan una arteria del cerebro y se interrumpe la irrigación; esto provoca daños irreversibles, como parálisis de miembros o hemiplejia. En cambio, en un ACV isquémico se rompe la pared de una arteria cerebral y deja escapar el flujo sanguíneo.

Las causas de muerte enumeradas en el informe difundido por Roma fueron “accidente cerebrovascular (ACV), coma, colapso cardiocirculatorio irreversible”

Los signos de alarma suelen ser dificultades en el habla o dispraxia (la persona quiere decir una palabra, pero dice otra) o en los movimientos, trastornos visuales, dismetrías (el paciente quiere tomar un objeto, pero lleva su mano más allá) y adormecimiento u hormigueo en manos, rostro o piernas. Si, en cambio, esos síntomas ceden o desaparecen, se puede estar ante un ataque isquémico transitorio (AIT), que dura minutos, pero también exige consulta médica rápida.

Como informó LA NACION, fuentes vaticanas citadas por medios italianos ampliaron que el papa Francisco se despertó este lunes a las 6 (hora de Roma) y “se encontraba razonablemente bien”, según detalló el Corriere della Sera. Media hora más tarde, sufrió el derrame cerebral que a los 35 minutos provocó la muerte. Bergoglio murió a las 2.35 hora argentina.

Arcangeli enumeró en la certificación los diagnósticos previos del Papa: incluyó la insuficiencia respiratoria aguda por neumonía bipulmonar por la que estuvo internado más de un mes en el Hospital Gemelli de Roma, hipertensión, diabetes tipo II y bronquiectasias múltiples. “Vivo esta Pascua como puedo”, respondió, este domingo de Resurección, el sacerdote jesuita a periodistas que siguieron su recorrida por la Plaza San Pedro tras impartir la bendición urbi et orbi.

A mediados de febrero, a una bronquitis que requirió internación por dificultades para respirar, le siguió la detección de la neumonía bilateral (en ambos pulmones). El cuadro clínico era, efectivamente, tan “complejo” como lo describían los partes del Policlínico Universitario Agostino Gemelli. En ese momento y con las herramientas terapéuticas disponibles para tratarlo, las horas que seguirían eran clave para la evolución de la salud del paciente. Hacia el quinto día de hospitalización, el equipo médico identificó en los estudios de laboratorio la infección pulmonar por más de un germen (polimicrobiana) de los que pueden adquirirse en el hospital o la comunidad.

El papa Francisco en la ventana del Hospital Gemelli de Roma, el 23 de marzo último

Era una infección pulmonar por múltiples gérmenes en un paciente de 88 años con un pulmón afectado debido a una resección de tejido pulmonar tiempo antes debido a otra infección pulmonar. Además, de acuerdo con el parte médico del Gemelli durante la internación, el Papa tenía bronquiectasias o cicatrices que se producen en las paredes de los bronquios. Esa enfermedad crónica favorece la colonización con distintos gérmenes y predispone a tener con frecuencia tos con flema, infecciones y broncoespasmos o asma asociado.