El fallecimiento del papa Francisco ha dado inicio al proceso para elegir a su sucesor, un acontecimiento que atrae la atención del mundo entero. Este procedimiento, conocido como cónclave, tiene sus orígenes en el decreto promulgado por el papa Nicolás II en 1059, que estableció a los cardenales obispos como electores y está regido por estrictas normas establecidas por la Iglesia Católica, en donde sólo los cardenales menores de 80 años tienen derecho a participar.
Dicho decreto fue un punto de inflexión histórico, pues redujo la influencia de la aristocracia romana y del bajo clero, sentando las bases para el Colegio Cardenalicio, formalizado en 1150, según lo detallado por National Geographic. Hoy, este cuerpo compuesto por 252 miembros es el encargado de elegir al líder espiritual de más de mil millones de católicos en todo el mundo, aunque sólo 138 de ellos tienen derecho al voto tras la defunción del papa Francisco.
En este grupo, México cuenta con seis representantes, sin embargo, únicamente dos de ellos podrían ser considerados en el próximo cónclave, es decir, Carlos Aguiar Retes, arzobispo primado de México, y Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara.
¿Quiénes son los cardenales mexicanos elegibles?
Carlos Aguiar Retes, actual arzobispo primado de México, nació el 9 de enero de 1950 en Tepic, Nayarit. Él inició su formación en el Seminario de Tepic y continuó sus estudios de Teología en instituciones de Estados Unidos y México, posteriormente, fue ordenado sacerdote en 1973 y, en 2016, el papa Francisco lo nombró cardenal. En 2017, asumió su cargo actual, liderando una de las arquidiócesis más importantes del mundo, detalló la propia circunscripción eclesiástica.
Por otro lado, Francisco Robles Ortega es arzobispo de Guadalajara desde 2012. Su nombramiento fue realizado por el Papa Benedicto XVI en 2011, consolidando su posición como una figura clave en la Iglesia mexicana, además, ha sido un defensor de los valores tradicionales y ha trabajado en diversas iniciativas pastorales para fortalecer la fe en su arquidiócesis.
A pesar de que los cardenales mexicanos cumplen con los criterios para ser considerados, las probabilidades de que uno de ellos sea elegido como el próximo Papa son bajas, según explicó el vaticanista y científico social mexicano, Roberto Blancarte, en entrevista para Infobae México.
El especialista señaló que para ser elegido, un candidato necesita obtener al menos dos tercios de los votos, lo que equivale a más de 80 votos si se considera un total de 120 electores, sin embargo, actualmente hay más electores, “y juntar dos tercios nunca es fácil”, subrayó.
Asimismo, Blancarte destacó que tanto Aguiar Retes como Robles Ortega han tenido gestiones discretas, lo que, si bien no los descarta, podría dificultar su elección frente a otros cardenales con mayor exposición pública. “Si nosotros vemos, últimamente hay muy pocas apariciones, ya no digamos internacionales, a nivel de México, de ambos”, afirmó el experto.
¿Ya se proyectan posibles sucesores a nivel internacional?
“Hay muchos candidatos que se han mencionado y obviamente algunos que tienen más posibilidades; el Secretario de Estado, los arzobispos más importantes italianos o europeos. Uno que se ha mencionado mucho es el arzobispo de Manila, Tagle, porque ya tuvo votos anteriormente. (…) Todo depende de cuáles son las circunstancias que en el momento van a tomar en cuenta los cardenales electores”, explicó Blancarte.
A los 67 años, Luis Antonio Tagle es el primer cardenal originario de Filipinas y, si fuera elegido, haría historia como el primer Papa asiático. Él es ampliamente reconocido por su enfoque pastoral abierto e inclusivo, así como por sus posturas progresistas dentro de la Iglesia, incluso, en diversas ocasiones ha cuestionado la forma en que la institución ha tratado a las personas divorciadas y a las comunidades LGBTQ+, promoviendo una actitud más acogedora y comprensiva.
La agencia británica Reuters lo ha descrito como alguien que “posee el carisma de Juan Pablo II y, al mismo tiempo, la profundidad teológica de Benedicto XVI”.
En cuanto a la probabilidad que tienen los candidatos connacionales de Jorge Mario Bergoglio en la votación, el especialista comentó: “Me parece difícil que después de un argentino haya otro argentino”.
Un consenso que podría llegar rápidamente
El Cónclave Papal, que se lleva a cabo en la Capilla Sixtina, es un evento rodeado de estrictas normas de confidencialidad. Según National Geographic, los cardenales electores permanecen completamente aislados del mundo exterior hasta que se elige al nuevo Papa. Durante este tiempo, juran mantener la integridad del proceso y solo un reducido grupo de asistentes tiene permitido interactuar con ellos.
El procedimiento de votación se divide en tres etapas: preescrutinio, escrutinio y postescrutinio. En la primera etapa, se distribuyen las papeletas y se designan los encargados de recoger y contar los votos. Durante el escrutinio, los cardenales emiten su voto de manera secreta. Finalmente, en el postescrutinio, los votos se tabulan, se verifican y luego se queman. Cuando esto sucede, el humo que emana de la chimenea de la Capilla Sixtina es el indicador visual para el mundo exterior: humo negro significa que no se ha alcanzado un consenso, mientras que el humo blanco anuncia la elección de un nuevo Papa.
Blancarte señaló que, en los últimos años, las votaciones del cónclave no suelen extenderse demasiado. “Ahora las votaciones suelen ser no muy largas, cuatro o cinco escrutinios es un promedio que recientemente se ha tenido”, explicó. Según el experto, es probable que en dos o tres días se alcance un consenso y se elija al nuevo Papa.
En cuanto a las tendencias actuales dentro del Colegio Cardenalicio, Blancarte indicó que prevalece una postura conservadora que oscila entre lo moderado y lo tradicional, un contexto que podría influir en la elección del próximo Pontífice, ya que, como el experto comentó, “los bloques nacionales nunca son homogéneos; puede haber bloques más ideológicos que empujan a que haya un candidato más cercano a como ellos piensan. Siempre se ha hablado de los bloques más conservadores, más moderados o los más progresistas”.