ROMA.- La muerte del papa Francisco este lunes a los 88 años generó una ola de conmoción en todo el mundo. En cuestión de horas, presidentes, primeros ministros, líderes religiosos y referentes de todas las regiones expresaron su pesar por la partida del primer pontífice latinoamericano de la historia. Los mensajes de despedida coincidieron en destacar su legado de humildad, justicia social y diálogo en tiempos de crisis global.

Desde Estados Unidos, las reacciones no se hicieron esperar. El presidente Donald Trump, pese a sus marcadas diferencias ideológicas con el papa Francisco —especialmente en temas como la migración y el cambio climático—, le dedicó un breve mensaje en su red social Truth Social:“¡Descansa en paz, papa Francisco! ¡Que Dios lo bendiga a él y a todos quienes lo amaron!”

La Casa Blanca también expresó sus condolencias a través de la red X, con un mensaje acompañado de fotografías del pontífice junto a Trump y al vicepresidente J. D. Vance: “Descanse en paz, papa Francisco”.

El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, fue el último líder internacional en reunirse con el papa Francisco en Roma, apenas un día antes de su fallecimiento. Tras el encuentro, expresó su pesar en un emotivo mensaje en el que destacó el impacto espiritual del pontífice durante los momentos más difíciles de la pandemia: “Mi corazón está con los millones de cristianos de todo el mundo que le querían. Me alegré de verle ayer, aunque obviamente estaba muy enfermo. Siempre recordaré la homilía que pronunció en los primeros días del Covid. Fue realmente hermosa”.

El papa Francisco recibe al vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, antes de impartir la bendición Urbi et Orbi (en latín,

Joe Biden, expresidente estadounidense y católico practicante, también se sumó a los tributos: “El papa Francisco será recordado como uno de los líderes más relevantes de nuestro tiempo y yo soy mejor por haberlo conocido”.

En su país natal, el presidente Javier Milei expresó un mensaje de despedida en redes sociales: “A pesar de diferencias que hoy resultan menores, haber podido conocerlo en su bondad y sabiduría fue un verdadero honor para mí. Como Presidente, como argentino y, fundamentalmente, como un hombre de Fe, despido al Santo Padre y acompaño a todos los que hoy nos encontramos con esta triste noticia”.

Desde la Casa Rosada, el Gobierno argentino publicó un comunicado oficial: “Lamentamos profundamente la partida de Su Santidad y le enviamos nuestras condolencias a la familia Bergoglio. En un país de larga tradición católica y tierra del papa Francisco, su legado será siempre recordado”.

La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, definió a Francisco como “un gran hombre, un gran pastor”, y destacó el vínculo que compartieron: “Tuve el privilegio de disfrutar de su amistad, sus consejos y sus enseñanzas, que no cesaron ni siquiera en los momentos de prueba y sufrimiento”.

En Francia, el presidente Emmanuel Macron subrayó el compromiso del papa con los más frágiles, en especial en tiempos de violencia: “En este tiempo de guerra y brutalidad, mostró sensibilidad hacia el otro, hacia los más débiles”.

En Gran Bretaña, el rey Carlos III se mostró “profundamente entristecido” y reconoció la entrega del papa: “Mi corazón apesadumbrado está algo aliviado por el hecho de que el papa haya podido compartir un mensaje de Pascua con la Iglesia y el mundo al que sirvió con devoción toda su vida”.

También el primer ministro británico, Keir Starmer, elogió su legado en favor de la equidad: “Su lucha por un mundo más justo nos deja una guía invaluable”. El Gobierno británico anunció que las banderas ondearán a media asta hasta el martes.

Desde Rusia, Vladimir Putin elogió su papel como promotor del diálogo entre religiones: “Una persona extraordinaria, un dirigente sabio, defensor constante de los más altos valores del humanismo y la justicia”. También destacó su contribución al acercamiento entre la Iglesia ortodoxa rusa y el Vaticano.

Volodimir Zelensky, presidente de Ucrania, recordó al pontífice como un símbolo de esperanza en medio del conflicto: “Rezaba por la paz en Ucrania y por los ucranianos. Supo aliviar el sufrimiento por medio de la oración y favorecer la unidad”.

Desde España, el presidente Pedro Sánchez lamentó su fallecimiento y destacó su compromiso social: “Su compromiso con la paz, la justicia social y los más vulnerables deja un legado profundo”.

El canciller alemán, Friedrich Merz, lo definió como un “líder humilde, guiado por la fe”, mientras que el presidente Frank-Walter Steinmeier lo llamó “un faro de esperanza” y “defensor creíble de la humanidad”.

En Medio Oriente, el presidente israelí Isaac Herzog valoró su constante búsqueda de paz: “Espero de verdad que sus oraciones por el retorno de los rehenes en Gaza sean pronto escuchadas”. Desde Turquía, Recep Tayyip Erdogan lo describió como “un hombre de Estado respetado”, con una “contribución inestimable al diálogo interreligioso, especialmente en torno a la tragedia en Gaza”.

El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, destacó la cercanía que Francisco demostró hacia el pueblo cubano, especialmente durante sus visitas de 2015 y 2016. Y desde Venezuela, Nicolás Maduro lo describió como “un líder espiritual transformador” que luchó contra la desigualdad y promovió la canonización del médico José Gregorio Hernández.

También llegaron palabras desde Asia. Narendra Modi, primer ministro de la India, definió a Francisco como “un faro de compasión, humildad y coraje espiritual”, y elogió su visión de un desarrollo inclusivo.

Desde el ámbito multilateral, Simon Stiell, secretario ejecutivo de la ONU Clima, lo calificó como “un inquebrantable defensor de la acción por el clima”, capaz de unir la fe con la ciencia en defensa del planeta.

El dalái lama también se sumó a los homenajes y señaló: “El mejor homenaje que podemos hacerle es ser bondadosos, servir a los demás”.

En Filipinas, el cardenal Pablo Virgilio David, presidente de la Conferencia Episcopal, expresó su consternación y pidió que se hicieran sonar las campanas de todas las iglesias como señal de despedida.

A este extenso coro de despedidas se sumó también el rey Felipe VI de España, quien, en un telegrama enviado al Vaticano, recordó: “Nos seguirá inspirando siempre su convicción de la necesidad de llevar ánimo y consuelo a los más pobres y necesitados, y la importancia que concedió al diálogo y al consenso para lograr un mundo más justo y solidario”.

Desde América Latina, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, destacó el humanismo de Francisco: “Optó por los pobres, la paz y la igualdad. Deja un gran legado de verdadero amor al prójimo. Para los católicos y los que no lo son, es una gran pérdida. Haberlo conocido fue un gran honor y privilegio”.

Finalmente, desde Estambul, el Patriarca de Constantinopla, Bartolomé I, evocó su cercanía con el papa argentino: “Un verdadero amigo de nuestro Patriarcado ecuménico, un auténtico ejemplo de humildad”. Recordó un momento significativo compartido con él: “Durante nuestro encuentro de tres días le sugerí reunirnos en 2025 para conmemorar los 17 siglos del Concilio de Nicea. Había mostrado entusiasmo y dijo que era una gran idea”.

Francisco deja tras de sí un legado profundo de cercanía con los pobres, un firme llamado a la paz y un compromiso constante con la justicia social. Su figura, respetada más allá del ámbito religioso, ha sido durante más de una década un punto de encuentro en un mundo cada vez más fragmentado.

Agencias AFP, AP, ANSA y Reuters