La princesa Leonor de Borbón, heredera al trono de España, ajustó su agenda oficial tras arribar al Perú a bordo del emblemático buque-escuela Juan Sebastián Elcano. La nave atracó en el puerto del Callao como parte del 97º crucero de instrucción de la Armada Española, en el que la joven cadete participa junto a otros guardiamarinas como parte de su formación naval.
Aunque inicialmente se esperaban actividades protocolares y breves encuentros con la prensa, estas fueron canceladas sin mayores explicaciones. Tampoco se ofrecieron detalles oficiales sobre los motivos que llevaron a reforzar la seguridad durante la estadía del buque en territorio peruano. Las entrevistas previamente agendadas fueron suspendidas y se restringió el contacto con los medios de comunicación, lo que alimentó la especulación en torno a las razones detrás de este cambio en la agenda.
Cabe señalar que tanto Lima como el Callao se encuentran bajo estado de emergencia, una medida decretada por el gobierno peruano que, si bien no contempla toque de queda ni restricciones al libre tránsito, sí permite la intervención de las Fuerzas Armadas en labores de orden interno, lo cual podría haber influido en la decisión de aumentar las precauciones alrededor de la princesa.
Un viaje de formación naval con paradas estratégicas
Durante una breve rueda de prensa ofrecida en el Callao, el capitán de navío Luis Carreras-Presas do Campo, comandante del Juan Sebastián Elcano, explicó la naturaleza del viaje. “El 97º crucero de instrucción tiene como objetivo contribuir a la formación integral de los guardiamarinas: formación académica, marinera, naval, pero también social, humana y ético-militar”, señaló.
La travesía forma parte del tercer año de la carrera de los futuros oficiales de la Armada Española, un ciclo académico de cinco años que combina clases teóricas, navegación en altamar y estadías en diversos puertos internacionales. “Durante seis meses, los cadetes viven integrados con una dotación profesional, realizando clases, prácticas, guardias, trabajos y servicios propios de la vida en el mar, necesarios para mantenerse en navegación todo ese tiempo”, detalló el comandante.
El crucero de instrucción contempla un 75 % del tiempo navegando en altamar, mientras que el 25 % restante corresponde a estancias en puertos como parte del programa formativo. Además del Perú, el itinerario incluye escalas en Ciudad de Panamá (Panamá), Cartagena de Indias y Santa Marta (Colombia), Santo Domingo (República Dominicana) y Nueva York (Estados Unidos), antes de regresar a España en el mes de julio.
Sin detalles sobre las actividades de Leonor
A pesar de la expectación mediática por la presencia de la princesa Leonor en suelo peruano, las autoridades del buque-escuela evitaron precisar cuál será su cronograma de actividades durante su permanencia en el país. Se sabe que la tripulación permanecerá hasta el 22 de abril en el Callao, pero no se ha confirmado si la heredera participará en alguna actividad pública o protocolar durante ese periodo.
La decisión de mantener en reserva sus movimientos ha sido interpretada como una medida preventiva, especialmente considerando el contexto social y político del país. Si bien el estado de emergencia vigente no ha alterado la vida cotidiana de los limeños, sí implica un entorno más controlado, que probablemente motivó una revisión de los protocolos de seguridad para garantizar la integridad de la princesa y su delegación.
Desde su ingreso a la Academia General Militar de Zaragoza en agosto de 2023, la princesa Leonor viene cumpliendo una exigente agenda de formación militar que incluye instrucción teórica, entrenamiento físico y formación ética. Su participación en el crucero de instrucción del Juan Sebastián Elcano marca un hito en este proceso, al integrar una experiencia internacional que combina vida en altamar, cooperación diplomática y convivencia con la tripulación.
La presencia de Leonor en Perú forma parte de una estrategia institucional para reforzar su imagen como futura jefa de las Fuerzas Armadas, un rol que le corresponderá asumir cuando acceda al trono. El viaje en el Elcano no solo contribuye a su formación profesional, sino también a su preparación simbólica como figura de Estado.