En las últimas horas se confirmó, tras varios días de búsqueda, el hallazgo del cuerpo de Pablo Ovando, el hombre que murió en el río Paraná junto a su hijo de tres años, Agustín, luego de salir a pescar con su lancha. Por la tarde del viernes las autoridades habían dado con el cadáver del menor de edad. De momento, el fiscal del caso apunta a un accidente.
Ovando, de 44 años, era un reconocido guía de pesca de Reconquista, Santa Fe, y propietario de Pirayú Excursiones, que se dedicaba al turismo y a la promoción de Jaaukanigás como destino, un humedal de más de 400.000 hectáreas reconocido a nivel internacional por su biodiversidad.
Además era deportista de la motonáutica e impulsor de competencias. De hecho, hace dos meses estuvo en Chapeco, Brasil, para una competencia de náutica. “Hermoso fin de semana compitiendo en la primera fecha de el Campeonato Sudamericano de Motonáutica. Trajimos buenos resultados. Volveremos pronto. Siempre representando a Reconquista, Argentina”, escribió entonces en su cuenta de Instagram.
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En redes sociales compartía historias destacadas y posteos sobre sus salidas al río para pescar y competir. En tanto, solía pasear con sus dos hijos y su esposa Valeria, incluso de noche. Vecinos y amigos afirmaron que era muy conocedor del río Paraná.
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En su perfil de esa red social se presentaba como dueño de “Pirayú, náutica, pesca y camping” y piloto de motonáutica.
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La tragedia
El martes 15 de abril, Pablo y su hijo Agustín salieron a pescar en su embarcación “Wally I” y no regresaron. Ante la denuncia de la familia, al día siguiente efectivos de Prefectura Naval Argentina lanzaron un operativo y encontraron la lancha con los correspondientes sacos salvavidas, las llaves y anclada cerca del riacho San Jerónimo.
Tras varios días de búsqueda, el viernes por la tarde se encontró el cuerpo del niño, y en la madrugada del sábado, cerca de las 3.30 de la madrugada, un grupo de vecinos que colaboraba con el operativo halló a Pablo a unos tres kilómetros del Puerto Reconquista, en la zona conocida como Biguasal, de acuerdo a lo que confirmó el fiscal del caso, Norberto Ríos.
El fiscal indicó que se solicitará una revisión completa de los cuerpos para registrar cualquier elemento de relevancia para la causa. Sin embargo, de momento no se pedirán autopsias ya que no presentaron signos de haber sido víctimas de hechos delictivos.
Fue en ese marco que sostuvo en diálogo con Aire Santa Fe que la principal hipótesis es que se trató de un accidente. “No tenemos elementos que indiquen otra situación. En la embarcación estaba todo en su lugar, un mate preparado con agua caliente, las cañas preparadas, los salvavidas estaban en la embarcación. Esa es la explicación más coherente que podemos encontrar. Los cuerpos no presentaban anomalías. Es muerte por ahogamiento, por inmersión. Alguien se cayó al agua. Podría ser el niño y posiblemente luego el padre en su búsqueda, por más de que no haya testigos es la explicación razonable”, insistió.