La creación de robots ha sido crucial para la exploración espacial, pues estos dispositivos permiten superar las limitaciones de la presencia humana en ambientes extremos y hostiles fuera de la Tierra. El espacio presenta condiciones como radiación intensa, temperaturas extremas, ausencia de atmósfera y largas distancias, que dificultan o imposibilitan la supervivencia humana.
Además, los robots ayudan a reducir significativamente los costos y riesgos asociados con las misiones espaciales tripuladas. Son capaces de realizar tareas complicadas como recolectar muestras de suelo y rocas, ensamblar estructuras en órbita y analizar datos científicos directamente desde el lugar explorado.
Es por ello, que dentro de los grandes ingenieros y especialistas en robótica espacial, destaca el trabajo del mexicano Luis Enrique Velasco, quién estuvo a cargo del diseño del exitoso Rover Perseverance, un robot explorador de última generación que aterrizó en Marte en el año 2021, lo que significó un hito y el primer gran paso para una posible “colonización” del planeta rojo.
El genio mexicano detrás del robot explorador
En una entrevista para Forbes México, el ingeniero originario de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas mencionó que tras estudiar la preparatoria, decidió emigrar a Estados Unidos para aprender Inglés y poco después logró ingresar a la Universidad de Brigham Young de Utah para estudiar la carrera de ingeniería mecánica.
El ingeniero mencionó que desde niño sentía un especial interés por la exploración espacial debido a su cercanía con la cultura maya, la cuál estaba muy avanzada en estudios astronómicos, además conforme fue creciendo tuvo acceso a obras de la cultura popular como Star Wars que incrementaron su interés por el espacio.
“Yo sí me visualicé con trabajar en la NASA, de repente por ahí vi las películas de la Guerra de las Galaxias y te empiezas a imaginar, pero a mí lo que más me hizo soñar y pensar, fue lo que hizo la cultura maya, por ejemplo, cómo construyeron esos edificios, cómo los ubicaron de cierta manera que están relacionados con el cosmos, con la rotación del Sol, la cuestión de la Luna, los otros planetas del sistema solar” mencionó el ingeniero para la revista Forbes México.
Tras años de trabajo en distintas empresas de los Estados Unidos, su carrera despegó en el Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la NASA en 2004, donde contribuyó a misiones como Spirit, Opportunity, y Curiosity.
En la misión Mars 2020, asumió el rol de jefe de ingenieros mecánicos, diseñando los sistemas de descenso y las cámaras que capturaron imágenes históricas de Marte, además de innovaciones como el helicóptero Ingenuity. Su trabajo fue clave para el éxito del aterrizaje en el cráter Jezero, un sitio crucial para estudiar el pasado marciano y actualmente, trabaja en una misión para 2028 que traerá muestras de Marte a la Tierra.
“Hacemos los primeros preparativos para la visita del ser humano sobre el Marte, llevamos varios instrumentos que permitirán que el ser humano pueda colonizar Marte, como el Moxie, que es como un arbolito mecánico en el sentido que este aparato va utilizar el dióxido de carbono que existe en la atmósfera de Marte, y lo convertirá en oxígeno, esto es histórico, y si funciona, esto es un paso agigantado para la visita del hombre a Marte”, mencionó en ingeniero en una entrevista para Milenio.
La importancia de la exploración de Marte
La búsqueda de la exploración de Marte está motivada en gran parte por su potencial para responder preguntas fundamentales sobre la posibilidad de vida en otros planetas. Marte presenta evidencias de que alguna vez tuvo agua líquida en su superficie, un elemento esencial para la vida tal como la conocemos.
Estudiar su geología, su atmósfera y su historia climática ayuda a los científicos a determinar si el planeta fue habitable en el pasado o incluso si podrían existir formas de vida microbiana en la actualidad. Esta investigación amplía nuestra comprensión sobre las condiciones necesarias para la vida en el universo.