A partir de ahora, muchos analistas comprobarán si sus miradas sobre atraso cambiario eran acertadas o si intervienen otras variables (Foto: Reuters)

Una mayoría celebró las nuevas reglas. No obstante, es necesario aprender a operar con un dólar en flotación libre y evaluar las oportunidades que se abren.

Muchos especialistas vienen argumentando desde hace meses el supuesto “atraso” importante de la cotización del dólar, y algunos incluso pronosticaron una debacle del programa económico. A partir de ahora, comprobarán si sus miradas eran acertadas o si intervienen otras variables.

Las autoridades apuestan a la contundencia de la política monetaria y fiscal, y a los acuerdos alcanzados con el FMI y otras entidades. El viernes 11 de abril de 2025, el dólar oficial cerró a $1.097,50 para la venta, según el Banco Nación, mientras que el CCL se vendía a $1.344,33 y el dólar blue alcanzó un valor de $1.375 para la venta, su nivel más alto en ocho meses. Al 16 de abril, las cotizaciones mostraban: dólar libre a $1.160 para la venta (un alza de $62, 5,7%); CCL a $1.196 (una baja de $148,11, 14 por ciento).

Medir la depreciación del peso a través de la cotización del dólar resulta impreciso y volátil

Medir la depreciación del peso a través de la cotización del dólar resulta impreciso y volátil. Una aproximación sería comparar la cotización oficial anterior -para las operaciones permitidas- y estimar cantidades y valores probables de las marginales con las cotizaciones actuales de todas las operaciones. Por eso también resulta riesgoso calcular el traslado a precios.

Las trabas artificiales impuestas por funcionarios impedían expandir el bienestar y los ingresos de las personas al restringir servicios más valorados que los alternativos. Los anuncios cambiarios liberan un sinnúmero de oportunidades aún no descubiertas: el proceso de price discovery. Por eso, el staff del FMI, dentro de la banda, sólo habla de compras consistentes con la meta de reservas netas.

Los anuncios cambiarios de Caputo y Bausili liberan un sinnúmero de oportunidades aún no descubiertas: el proceso de price discovery. Por eso, el staff del FMI, dentro de la banda, sólo habla de compras consistentes con la meta de reservas netas (Foto: Reuters)

Algunos elementos clave del nuevo esquema del ministro Luis Caputo y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili:

  • Se espera que la unificación aprecie -en dólares- la deuda local.
  • Tasas reales en alza.
  • Se mantienen las exigencias macroprudenciales en el crédito en dólares.
  • El nuevo régimen monetario-cambiario, aún transitorio, toma experiencias de Perú y Uruguay.
  • Meta monetaria con enfoque en agregados (target de M2).
  • La meta fiscal sube a un superávit primario de 1,3% del PBI en 2025, y 2,2% en 2026.
  • Se elimina la segmentación tarifaria en los servicios públicos.
  • Reforma tributaria con mayor carga sobre los ingresos y menor sobre DEX y el impuesto a los créditos y débitos.
  • Según el FMI, el financiamiento neto del Banco Mundial y el BID en 2025 será de USD 2.000 millones.

En todos los países de América, el dólar funciona como unidad de cuenta. La inflación promedio entre 2001 y 2024 en cada nación refleja la variación de la cotización del dólar respecto a la moneda local.

Las monedas que se revaluaron tuvieron menor inflación; las que se devaluaron, mayor

Las monedas que se revaluaron tuvieron menor inflación; las que se devaluaron, mayor. Argentina, tan expuesta a extremos, necesita estabilizantes.

Algunos puntos destacados del documento del FMI:

  • Finaliza la intervención en CCL, MEP y futuros, salvo casos extremos.
  • La flotación dentro de la banda busca articular libertad de transacciones.

Muchos especialistas no reconocen que los dólares recibidos en esta coyuntura incrementan la valuación de los patrimonios locales: el valor añadido a los activos supera el aumento de la deuda, porque se reduce la incertidumbre y mejora el PBI.

En 2019 fue al revés. La elección de Alberto Fernández licuó los patrimonios; el riesgo país se disparó, reflejando la incertidumbre de los mercados ante el cambio de rumbo político y económico. En las PASO de agosto de 2019, Fernández superó ampliamente a Mauricio Macri, lo que provocó una fuerte reacción en los mercados. El riesgo país, medido por el índice EMBI+ de JP Morgan, se disparó 243%, alcanzando cerca de 3.000 puntos básicos, máximo desde 2005.

Los fondos frescos deberían servir no sólo para evitar movimientos bruscos en el tipo de cambio, sino también para atenuar el temor de los tenedores de deuda pública respecto de la capacidad del Tesoro para cumplir con sus compromisos (Foto: Agencia Andina)

Los fondos frescos deberían servir no sólo para evitar movimientos bruscos en el tipo de cambio, sino también para atenuar el temor de los tenedores de deuda pública respecto de la capacidad del Tesoro para cumplir con sus compromisos. Los vencimientos de deuda externa para el resto de 2025 superan los USD 7.000 millones, mientras que en 2026 suman USD 10.400 millones.

Más allá de la incertidumbre global, estos recursos deberían contribuir a reducir el riesgo país y facilitar el regreso del Tesoro a los mercados financieros voluntarios. La flexibilización del cepo para empresas y la resolución del conflicto por dividendos y regalías atrasadas podrían incentivar nuevas inversiones en sectores con ventajas competitivas, mejorando también la balanza de pagos.

Hacia adelante, la política de recorte del gasto continuaría eliminando ineficiencias y el Gobierno buscaría acuerdos comerciales con Estados Unidos y otros países estratégicos. Argentina abre un abanico de oportunidades.

El autor es director de BG Consulting