La muerte del escritor peruano Mario Vargas Llosa a los 89 años ha generado una ola de conmoción no solo por su legado literario, sino también por las revelaciones y controversias que rodean sus últimos años de vida. Aunque el fallecimiento del Nobel de Literatura no fue una sorpresa para sus allegados, ha quedado en entredicho la narrativa pública que su familia (especialmente su hijo, Álvaro Vargas Llosa) sostuvo durante los últimos años.
Según el diario El País, el autor de ‘La ciudad y los perros’ padecía una enfermedad incurable desde hace más de cinco años, un dato que nunca fue confirmado oficialmente mientras estuvo con vida. Este diagnóstico, de acuerdo al medio español, fue determinante no solo en el deterioro progresivo de su salud, sino también en su distanciamiento de la vida pública y su ruptura sentimental con Isabel Preysler.
La periodista Pilar Vidal, desde el programa ‘Espejo Público’, ha arremetido duramente contra Álvaro Vargas Llosa, a quien acusa de haber mentido sistemáticamente sobre el estado de salud de su padre. “Álvaro Vargas Llosa miente muchísimo. Miente muchísimo”, enfatizó Vidal, asegurando que en más de una ocasión intentó confirmar informaciones sobre el delicado estado del escritor, pero solo obtuvo negativas agresivas e incluso descalificaciones personales: “No solo me quiso negar, sino que además me llamó mentecata”, declaró.
Para la comunicadora, la familia del escritor, y especialmente Álvaro, actuó de manera manipuladora al ofrecer una imagen de normalidad con fotografías y apariciones organizadas mientras Mario Vargas Llosa atravesaba una enfermedad severa. “Yo estaba harta de que hubiese esa exhibición de su padre por la calle ya en un estado tan poco saludable como se le veía. Me parecía innecesario”, explicó.
Además, la periodista acusa al hijo del Nobel de haber utilizado la enfermedad de su padre como estrategia para perjudicar mediáticamente a Isabel Preysler, sugiriendo que la separación se dio por motivos de salud y no por otras causas. “Volvió a utilizar esa enfermedad para decir como que su padre se apartó de Isabel porque estaba enfermo”, apuntó Vidal. “Trasladó la información de manera intencionada para perjudicarla”.
Otro punto que genera controversia es la supuesta existencia de cartas que el escritor habría escrito a cada uno de sus hijos tras conocer el diagnóstico. Según Pilar Vidal, esa versión es difícil de comprobar. “Quiero ver esa carta. Desde aquí le reto”, dijo, dudando de la veracidad de ese gesto íntimo compartido por los hijos del autor.
Vidal concluyó su intervención destacando las constantes contradicciones en los mensajes difundidos por la familia. “Primero era que yo era una mentecata y no estaba enfermo. Después, que había muerto de una neumonía. Luego que su padre solo tenía achaques de la edad. En el cumpleaños, diciendo que tenía un equipo multidisciplinar…”.
Con la muerte de Vargas Llosa, el legado del escritor se mezcla ahora con un nuevo capítulo de tensiones familiares y secretos expuestos, que no solo involucran el ocaso de una figura literaria, sino también las estrategias con las que se manejó su imagen pública hasta el final.