Con una larga trayectoria diplomática que incluye cargos como embajador en Estados Unidos y representante de Brasil en Naciones Unidas, el actual ministro de Relaciones Exteriores, Mauro Vieira, se ha convertido en una de las voces clave del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva en el ámbito internacional. En medio de las críticas surgidas en Perú tras la salida de Nadine Heredia en un avión de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB), el canciller salió al frente para defender la operación que trasladó a la ex primera dama desde Lima hasta territorio brasileño.
Durante una entrevista difundida por el canal Globo News, Vieira explicó que el traslado en una aeronave militar respondió a una decisión coordinada entre ambos países y que fue ejecutada en el marco del asilo diplomático que Brasil le otorgó a Heredia. La exprimera dama, condenada por corrupción en su país, fue evacuada junto a su hijo menor de edad tras recibir el visto bueno del Ejecutivo peruano, según afirmó el canciller.
“No había otra forma segura y rápida de sacarla”
Consultado por el periodista sobre el porqué del uso de un avión militar brasileño, Mauro Vieira señaló que se trató de una solución necesaria ante la falta de alternativas seguras y disponibles en ese momento. “Era la única forma viable de retirarla del país con rapidez y seguridad”, sostuvo.
El canciller precisó que la solicitud de asilo fue canalizada por la vía diplomática y que, ante ese escenario, Brasil tenía la responsabilidad de facilitar el traslado. “No había vuelos comerciales disponibles, ni condiciones para salir por tierra o mar”, explicó. Añadió que el uso de aeronaves de la FAB está previsto para misiones oficiales del Estado brasileño y que esta situación encajaba plenamente en esos parámetros.
Además, aseguró que toda la operación contó con el visto bueno de las autoridades peruanas. “Esto se hizo con la autorización del gobierno del Perú. Eso tiene que quedar muy claro”, subrayó.
“El salvoconducto fue concedido por motivos humanitarios”
En otro momento de la entrevista, Vieira detalló que el gobierno peruano otorgó el salvoconducto de salida de manera inmediata, amparado en criterios humanitarios. Según dijo, la ex primera dama se encontraba en recuperación tras una cirugía por una lesión grave en la columna vertebral y viajaba acompañada por su hijo menor, en un contexto familiar complicado debido a la situación judicial de su esposo, el expresidente Ollanta Humala, quien ya cumple una condena.
“El niño quedaría en situación de abandono y desprotección”, afirmó el canciller. En ese sentido, indicó que las autoridades peruanas comunicaron formalmente que el salvoconducto se entregaba en atención a esas condiciones particulares.
Vieira agregó que, desde la perspectiva del gobierno brasileño, estos elementos fortalecieron la justificación del asilo diplomático. “Fue otorgado también por razones humanitarias”, dijo.
“El asilo cumple con normas internacionales”
Ante las dudas sobre la legalidad del asilo, el ministro brasileño recalcó que la decisión se ajustó a los tratados internacionales suscritos por Brasil, así como a su propia legislación interna. En concreto, mencionó que el procedimiento se fundó en lo establecido en la Convención de Caracas sobre Asilo Diplomático, firmada en 1954.
“Sí le comuniqué al presidente Lula que se concedió el asilo diplomático, porque estaba absolutamente dentro de las normas y estándares establecidos en la Convención y en la legislación internacional”, respondió el canciller cuando fue interrogado sobre si el mandatario fue informado directamente sobre el caso.
Vieira también explicó que el pedido de protección fue presentado por la defensa legal de Nadine Heredia, argumentando que existía una situación de persecución política, aunque evitó ahondar en los detalles del proceso judicial en Perú. Para el gobierno brasileño, el trámite cumple con todos los requisitos formales y materiales exigidos por el derecho internacional.
“El Perú no podía negarse”
Respecto al papel del Estado peruano, el canciller brasileño fue enfático al señalar que las autoridades de Lima estaban obligadas a conceder el salvoconducto una vez aprobado el asilo. “No podía negarse a emitir los salvoconductos ni a autorizar la salida del territorio nacional. Eso le correspondía a ellos”, remarcó.
Según indicó, la respuesta del gobierno del Perú fue inmediata y sin objeciones, lo que permitió ejecutar la operación en el menor tiempo posible. El traslado se concretó de manera rápida y discreta, evitando cualquier riesgo para la integridad física de Heredia y su hijo.
El canciller no ofreció detalles sobre el lugar exacto de destino ni sobre las condiciones en las que Heredia permanecerá en Brasil, pero confirme que el caso seguirá siendo manejado bajo los lineamientos de la diplomacia brasileña.