Durante los últimos años, ha encabezado protestas, coordinado ciudadanas y ha sido portavoz de la indignación colectiva frente a acciones estatales que afectan a Tacna. En su rol como presidente del Frente de Defensa de esta región del sur peruano, Dante Morales Cabrera ha vuelto a levantar la voz. Esta vez, la preocupación gira en torno al penal de Challapalca, una cárcel ubicada a más de 4 mil metros de altura, que nuevamente está en el centro del debate por razones que inquietan a la población.
Según la información proporcionada por el medio 24 horas, en menos de un mes, dos requerimientos policiales encendieron las alertas sobre las verdaderas condiciones de seguridad en este recinto considerado de máxima vigilancia. Una antena de internet satelital fue encontrada sobre uno de los techos del establecimiento, y en una celda se detectó un teléfono móvil con audífonos, dispositivos prohibidos que facilitan la coordinación de actividades delictivas desde el interior del penal. Como si no fuera suficiente, el traslado de los cabecillas de dos organizaciones criminales ha elevado el nivel de alarma entre los ciudadanos y sus autoridades locales.
Requisas revelan vulnerabilidades en Challapalca
El penal de Challapalca, situado en una zona inhóspita de la región altiplánica entre Tacna y Puno, ha sido considerado durante años como un centro de reclusión para internos de alta peligrosidad debido a su ubicación remota y su infraestructura severa. Sin embargo, recientes intervenciones de la Policía Nacional revelaron la existencia de una antena satelital que permitía acceso a internet dentro del recinto, además de equipos de comunicación encontrados en la celda de un recluso.
Estos hallazgos comprometen la imagen de “máxima seguridad” que durante tanto tiempo mantuvo el sistema penitenciario sobre Challapalca. El uso de tecnología para mantener contacto con el exterior ha sido vinculado por las autoridades locales con la continuidad de operaciones criminales, incluso desde dentro del penal. Según denunciado el Frente de Defensa, habría conexiones con casos recientes de sicariato y otros delitos cometidos a distancia.
Rechazo a la llegada de cabecillas criminales
La tensión se incrementó aún más con el reciente traslado de líderes de las organizaciones delictivas conocidas como “Los Pulpos” y “Los Compadres” a este penal andino. Estos movimientos, ejecutados por el Instituto Nacional Penitenciario (INPE), fueron interpretados por los dirigentes tacneños como una amenaza directa a la tranquilidad de la región.
Para Dante Morales, el envío de estos reos representa una decisión arbitraria que ignora la seguridad de las poblaciones cercanas y deteriora la confianza en el sistema. “No hay garantía para Tacna con ese penal en funcionamiento. Ha habido muertes, fugas, y ahora se confirma que opera con tecnología desde dentro”, advirtió el presidente de Frente de Defensa para 24 horas. Morales pidió públicamente que los internos recién trasladados sean reubicados en otros penales del país y reiteró la solicitud de cierre definitivo de Challapalca.
Frente de Defensa anuncia posible paro regional
Ante la falta de respuesta del Ejecutivo, el Frente de Defensa ha planteado una medida de presión. En declaraciones a medios locales, Morales señaló que, si el Gobierno central no escucha su demanda, convocarán a una paralización total en toda la región de Tacna la próxima semana. Esta acción busca detener todas las actividades como una forma de exigir que se deje de enviar a internos considerados altamente peligrosos a Challapalca y se garantice respeto hacia la región.
“El Estado tiene que entender que Tacna no puede seguir recibiendo delincuentes de otras partes del país. Nos están tratando como el depósito de lo que no quieren en otros penales. Si no nos hacen caso, paralizaremos toda la región. Exigimos respeto y que el Gobierno escuche a esta parte del país”, sostuvo el dirigente. La medida ya cuenta con el respaldo de diversas organizaciones vecinales, gremios locales y colectivos ciudadanos.
Tacneños proponen nueva cárcel en la Amazonía
La indignación no se ha limitado a los líderes sociales. En las calles de Tacna, numerosos ciudadanos han expresado su acuerdo con el pedido de cerrar Challapalca y, además, plantean alternativas. Una de las propuestas más escuchadas es la construcción de un nuevo penal de gran capacidad en la selva peruana, lejos de las zonas urbanas del sur.
“Debe cerrarse para que la región recupere tranquilidad. Necesitamos atraer inversiones, no más conflictos”, dijo un vecino del centro poblado de Pocollay, quien indicó que los tacneños ya tienen suficientes problemas con la delincuencia local como para cargar con reclusos de otras partes del país. Representantes de juntas vecinales también manifestaron que han firmado un memorial en el que solicitan el cierre del penal. “Challapalca no va más. Es momento de pensar en una cárcel nueva en zonas como el Cenepa, donde no afecta a nadie”, insistió.
Protestas previas y antecedentes
No es la primera vez que Challapalca genera rechazo ciudadano. En octubre del año pasado, diversas organizaciones sociales de Tacna realizaron manifestaciones tras conocer la intención del Gobierno de ampliar la capacidad del penal. Aquella vez, se advirtió que el traslado masivo de internos pondría en riesgo la paz social en la región.
La reiteración de este tipo de decisiones, sin consultas previas ni información transparente, ha fortalecido el discurso de quienes exigen el cierre del establecimiento. Mientras tanto, la posibilidad de un nuevo conflicto social se asoma en el horizonte del sur peruano. La tensión sigue creciendo y el Frente de Defensa ha dejado claro que no dará un paso atrás.