El último partido de los 32avos de final de la Copa Argentina tuvo múltiples episodios que lo convirtieron en un juego rocambolesco. La caída de granizo demoró el inicio del encuentro entre Barracas Central y Defensores de Belgrano, que se jugó en el estadio Julio Humberto Grondona, de Sarandí; entre el manto blanco que cubrió el césped y la lluvia que no se detuvo a lo largo del desarrollo, los protagonistas tuvieron que interpretar el plan futbolístico que ensayaron en las prácticas.
Un gol en contra abrió el resultado y no faltaron las acciones polémicas: del festejo se apoderó el Dragón, que se impuso por 2 a 0 y se medirá con Belgrano, de Córdoba, en los 16avos de final. El Guapo, en cambio, corrió la misma suerte que otros cuatro clubes de la Liga Profesional, que fueron eliminados en 2025 por un rival de una categoría inferior: Godoy Cruz, Talleres, Central Córdoba, de Santiago del Estero, y Sarmiento, de Junín.
Con los ejercicios precompetitivos que los planteles ensayaban en el campo de juego, la primera rareza de la jornada: los dos equipos debieron abandonar las tareas y refugiarse en los vestuarios por la caída de granizo. Las piedras, del tamaño de una pelota de golf, repiqueteaban en el terreno. El árbitro Nicolás Lamolina comunicó a los capitanes de Barracas Central y de Defensores de Belgrano que el horario de inicio, pautado para las 17, se retrasaría 15 minutos. Con la pelota rodando, la lluvia fue un nuevo contratiempo que los futbolistas debían sortear: la cancha fue un espacio indescifrable, porque por momentos la pelota picaba y era incontrolable y más tarde el agua frenaba el recorrido del balón.
El resumen de la victoria de Defensores de Belgrano
Barracas Central descubrió primero el método para resultar un poco más incisivo, se adueñó del control e hizo replegar a Defensores de Belgrano, que no se incomodó y se plantó para jugar de contraataque. Los dos equipos generaron sus oportunidades para sacar ventaja, pero los arqueros Marcos Ledesma, del Guapo, y Alejandro Medina, del Dragón y con pasado en Arsenal, fueron imbatibles en el primer tiempo.
De un tiro libre a favor que ejecutó Iván Tapia, Defensores de Belgrano, de contraataque estuvo a tiro de abrir la cuenta: Emiliano Vecchio atrapó una pelota que se detuvo en un charco, habilitó al capitán Ezequiel Aguirre, aunque Ledesma se hizo gigante y detuvo el remate cruzado del delantero. Apenas se había jugado un minuto y el cotejo tenía su primera emoción.
Por momentos, hacer pie en el barro era una misión imposible: transitar el centro de la cancha no era el camino y la elección de avanzar o asociarse por los laterales y lanzar centro se convirtió en la mejor opción. Facundo Bruera contestó para Barracas Central, pero el disparo viajó de izquierda a derecha, cruzó el área chica, y ningún compañero –Tapia se lanzó y terminó dentro del arco- logró conectar. Gonzalo Morales puso a prueba al guardavalla Medina, que respondió con solvencia.
En la acción, el árbitro Lamolina levantó el brazo señalando una mano, aunque interpretó que no era penal. En estas instancias de la Copa Argentina no se utiliza la tecnología del VAR, un reclamo que después del partido ensayó Vecchio. Resistió Defensores de Belgrano el empuje del rival y con un remate de Facundo Pons el equipo que dirige Carlos Mayor y que marcha cuarto en la Zona B de la primera Nacional demostró que tenía argumentos para lastimar.
Bruera sería protagonista de la jornada: dos veces remató y Medina, a puro reflejos, le ahogó el festejo al atacante de Barracas Central. En la respuesta, la primera gran polémica: Vecchio, fuera del área, fue empujado por Kevin Jappert, y Lamolina no sancionó la infracción y tampoco expulsó al defensor del Guapo. En el arco en el que Bruera no pudo batir a Medina, en el inicio del segundo tiempo y luego de un tiro libre en el que Defensores de Belgrano eligió mover la pelota en lugar de lanzar directamente al área, el atacante de Barracas Central en su desesperación por rechazar convirtió en su propio arco.
Las polémicas empezarían a intercalarse con las situaciones de peligro frente a los arcos: Pons derribó desde atrás a Rodrigo Insúa, pero Lamolina sancionó la falta con una amonestación; Morales remato desviado y suspiró Defensores de Belgrano; el recién ingresado Agustín Benítez no pudo conectar en el área chica y le dio oxígeno a Barracas Central… El defensor Fabián Dauwalder, del Dragón, recibió la segunda tarjeta amarilla y cuando el Guapo intentaba el asalto final para llegar a la igualdad y definir por penales, Enzo González conectó un pase de Gustavo Mendoza y desató la locura en Defensores de Belgrano.
Solo quedaría espacio para una última polémica, con una fortísima infracción de Insúa, que increíblemente Lamolina castigó con tarjeta amarilla. Defensores de Belgrano, a esa altura, ya estaba paladeando el festejo y el Guapo no tenía más respuestas que la eliminación.