Una mujer que padece enfermedad de Crohn (Shutterstock)

La enfermedad de Crohn es, junto con la colitis ulcerosa, una de las denominadas Enfermedades Inflamatorias Intestinales (EII). Según los datos del Grupo Español de Trabajo en Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa (GETECCU), en nuestro país sufren estas patologías cerca de 360.000 personas.

La enfermedad de Crohn, que es crónica y autoinmune, se caracteriza por la inflamación persistente y episodios de brotes agudos en cualquier parte del tubo digestivo (desde la boca hasta el ano), siendo lo más habitual en el extremo inferior del intestino delgado (íleon) y el intestino grueso (colon).

No se conoce la causa exacta de la enfermedad de Crohn, aunque se cree que puede ocasionarse por una combinación de factores genéticos (casi el 20 % de las personas que lo padecen tienen algún familiar con algún tipo de patología inflamatoria intestinal), ambientales (la contaminación, por ejemplo) e inmunológicos, según destaca la Clínica Mayo. Además, las dietistas-nutricionistas de Alimmenta indican que también puede verse favorecida por el tabaco, ciertas infecciones o dietas inadecuadas.

Los síntomas de la enfermedad de Crohn varían en función de la gravedad y la ubicación de la inflamación, además de que se pueden experimentar periodos de remisión (los síntomas disminuyen o desaparecen) y brotes repentinos (causados por el estrés, la dieta o cambios en la microbiota intestinal). Algunos signos pueden ser diarrea con o sin sangrado, dolor abdominal, fiebre, pérdida de apetito y de peso no intencionada, fatiga extrema o úlceras bucales y encías inflamadas.

Alimentos que deben evitarse en la fase de reemisión

Debido a que es una enfermedad que no tiene cura (aunque sí existen tratamientos que pueden controlarla), es muy importante atender a la dieta para evitar que la inflamación o la irritación del tubo digestivo aumente, pudiendo provocar mayores daños o generando brotes más agresivos. Este cuidado de la alimentación también debe seguirse en los periodos de reemisión, cuando los síntomas disminuyen o llegan incluso a desaparecer.

La enfermedad de Crohn presenta síntomas muy notorios y otros no tan evidentes (Shutterstock)

Se deben evitar las espinacas, las naranjas, los embutidos, el alcohol, el café y los alimentos picantes, así como la mantequilla y los lácteos enteros, las comidas que provocan flatulencias (col, coliflor, cereales integrales, bebidas con gas, legumbres con piel…) y los que tienen sorbitol, un tipo de alcohol de azúcar que se usa como edulcorante (caramelos, chicles, bebidas light o zero…).

Alimentos que deben evitarse durante un brote

Durante esta etapa, la dieta debe ser alta en calorías y proteínas, muy baja en grasas y en fibra, antiinflamatoria, hidratante y fácil de digerir, ya que una mala alimentación puede agravar los síntomas de la enfermedad de Crohn:

  • Bebidas alcohólicas, con cafeína y muy endulzadas, tanto con azúcar como con jarabe de maíz.
  • Alimentos picantes.
  • Panes y almidones: arroz integral; cereales con frutos secos o semillas; quinoa; panes, galletas saladas o pastas integrales o de trigo entero, y arroz salvaje.
  • Productos lácteos: por ejemplo, quesos que contienen nueces o semillas y yogures con piel de frutas o arándanos, cerezas o fresas. Sin embargo, otros productos lácteos, consumidos con moderación, pueden ser útiles durante un brote porque proporcionan calcio y cultivos activos vivos.
  • Grasas, pues pueden ser una fuente rica en fibra: coco, nueces, aderezos para ensaladas con semillas de amapola…
  • Frutas crudas y jugos de frutas con pulpa: también los frutos secos y especialmente el jugo de ciruela. Sin embargo, los plátanos, los melones y las manzanas sin piel sí pueden comerse.
  • Proteínas, pues pueden producir gases e irritar el revestimiento intestinal: frijoles, huevos fritos, carne frita, embutidos con alto contenida de grasa (como el salami), mantequillas de nueces con semillas, guisantes, cortes de carne duros o gomosos…
  • Dulces y postres: alimentos que contienen salvado (como los muffins), las galletas u otros dulces con harina integral, la fruta seca, las mermeladas, las pasas…
  • Vegetales como remolacha, brócoli, coles de Bruselas, repollo, coliflor, maíz, vegetales verdes, habas, cebollas, pimientos, chirivías (pastinaca o apio de campo), cáscara de papas, espinacas, calabaza de invierno… Esto se debe a que pueden irritar el estómago de una persona con enfermedad de Crohn.

Alimentos recomendados

La dieta de una persona que sufre esta patología es muy restrictiva, debido a que algunos componentes de ciertas comidas pueden provocar irritación o una mayor inflamación del tubo digestivo. Sin embargo, existen alimentos que son muy recomendados para estas personas, según destacan desde Alimmenta:

  • Pescado blanco.
  • Arroz blanco, pasta y tortas de arroz.
  • Jamón ibérico sin grasa.
  • Pan sin gluten.
  • Clara de huevo.
  • Patata hervida.
  • Una buena ingesta de líquidos para evitar la deshidratación.