Así como en la ida evitó que la derrota de Aston Villa fuera más amplia, Emiliano Martínez le dio alas a la clasificación de Paris Saint-Germain en la revancha. Sería una lectura equivocada reducir la resolución de un partido con un total de 31 remates (16 al arco) a un error puntual de Dibu, que además se reivindicó en el segundo tiempo con varias atajadas de su sello, cuando su equipo estaba a un gol de igualar una serie que le fue adversa en tres cuartas partes del global de los 180 minutos.

En la particular rivalidad que estableció con el fútbol francés desde la final del Mundial, esta vez Dibu se quedó con el gesto de desolación con que recibió la eliminación tras el final. Fútbol en estado puro.

Una eliminatoria que le hizo honor a la catarata de emociones que desparrama la Champions League en estas instancias definitorias. PSG, que hizo bueno el 3-1 en el Parque de los Príncipes para absorber la derrota por 3-2 en Villa Park, se clasificó a las semifinales por segunda temporada consecutiva, pero Aston Villa estuvo cerca de una hazaña que a la media hora era impensada.

Gianluigi Donnarumma, figura en la clasificación de PSG, festeja con Nuno Mendes

La desinhibición ofensiva que despliega el equipo de Luis Enrique encontró un aliado inesperado en la equivocación de Dibu Martínez al tirarse a cortar un centro rasante desde la izquierda de Bradley Barcola; el marplatense, que veía venir de frente a su compañero Pau Torres, atinó a darle un manotazo a la pelota, no la atrapó, y le quedó a Achraf Hakimi para definir de primera. Un duro golpe a los 11 minutos, cuando Aston Villa ya le hacía sentir una fuerte presión a PSG, arrimaba peligro a un Gianluigi Donnarumma que terminaría siendo la figura del semifinalista.

Todo se complicó más para Aston Villa con la notable definición de Nuno Mendes a los 27 minutos. El global era de 5-1, la historia parecía sentenciada, percepción totalmente falsa.

La ventaja de PSG reflejaba sus variantes para llegar al arco rival. Ahora que Manchester City está en horas bajas, el conjunto francés es el que mejor lleva a cabo aquella vuelta de tuerca táctica de Pep Guardiola de cerrar a los laterales por adentro para crear superioridad numérica. Hakimi y Mendes cubren amplios sectores y aparecen por diversos espacios.

Lo más destacado de Aston Villa 3 – PSG 2

Fue la primera vez en un play-off de Champions League que convierten los dos laterales de un equipo. Los antecedentes demuestran que no era una casualidad; en toda la temporada, Hakimi suma seis goles y 12 asistencias, mientras que el aporte de Mendes es de cinco tantos y cuatro pases-goles. Una gran contribución extra en un equipo que ya tiene una importante batería de recursos ofensivos en el manejo de Vitinha y João Neves y el desequilibrio del tridente Kvaratskhelia, Démbelé y Barcolá o Doué.

Aston Villa nunca bajó los brazos. Descontó con un tanto que oficialmente se lo dieron a Youri Tielemans, pero que en realidad fue en contra, porque se desvió ostensiblemente en el pecho del ecuatoriano Willian Pacho.

PSG es semifinalista; lo sufre Dibu

El desarrollo no daba respiro, el equipo inglés creyó en la remontada y el segundo tiempo abrumó a PSG. Fue un asedio sobre Donnarumma, vencido en los remates de John McGinn y Ezri Konsa, pero salvador en otras definiciones de Rashford, Tielemans, Asencio y Hakimi. Ya en el descuento, cuando el arquero italiano no llegaba, Pacho tapó un tiro de Maatsen que hubiera llevado la serie al suplementario, posibilidad que, salvo los hinchas de PSG, todos los demás hubieran celebrado para seguir estirando un encuentro cautivante.

Y si Aston Villa siguió con ilusión hasta el último segundo fue porque Dibu se redimió con tapadas en contraataques de Démbelé -en dos oportunidades-, Hakimi y Doué. Su personalidad no le permitió abatirse por aquella mala decisión en el arranque.

Se sentó Dibu en la media luna tras el final para masticar su bronca y decepción, un tanto ajeno al amplio reconocimiento de sus hinchas, incluidos los aplausos del príncipe de Gales William, a la enorme entrega del equipo. Los 4000 hinchas franceses que viajaron celebraban a puño alzado y a los gritos. Todo el estadio, por diferentes motivos, agradecía un partido cuyos presentes recordarán por mucho tiempo.

Dibu no llegará a despejar el remate de Nuno Mendes en el segundo gol de PSG

Tantas veces ganador y decisivo en Aston Villa y en el seleccionado, esta vez Dibu complicó de arranque la ardua tarea que le esperaba a su equipo. Como el partido fue abierto a innumerables alternativas, su equivocación fue un eslabón en una cadena con otros aciertos.

La revancha fue para Donnarumma, que en un momento de la temporada no gozó de la plena confianza de Luis Enrique y pudo perder el puesto con el ruso Safonov. Pero se mantuvo y con una gran actuación también dio vuelta su historia personal, señalada por un error que en 2022 disparó una de las tantas resurrecciones de Real Madrid, con tres goles de Benzema.

Una de las salvadas de Dibu Martínez; el arquero argentino se recuperó luego de un grueso error en el arranque del partido

Otros fantasmas también sobrevolaron a PSG, que en su anhelo incumplido de ser campeón alguna vez de la Champions tiene la espina de aquel 6-1 en 2017 con el que Barcelona revirtió el 0-4 de la ida. Sigue adelante y este miércoles sabrá si el obstáculo para llegar a la final de Munich es Real Madrid (0) o Arsenal (3).

“Nos confiamos demasiado, hicimos cosas que no debíamos hacer. En algún momento temblamos de miedo y recibimos dos goles en tres minutos, pero creo que merecimos la clasificación”, analizó Luis Enrique, responsable de un equipo de autor en un club que siempre prefirió que la firma la pusieran las figuras (Mbappé, Neymar, Messi, Ibrahimovic, Cavani) que no lo llevaron a la gloria europea.