Donald Trump creó finalmente la reserva de bitcoin que había prometido en su campaña, en un momento en donde la criptomoneda experimenta altos niveles de volatilidad por diferentes variables. En un clima cambiante, ¿cuál es el momento para vender BTC? ¿Cómo evitar ser el nuevo Laszlo Hanyecz, que en 2010 compró dos pizzas por 10.000 bitcoins (hoy, unos 840 millones de dólares)?

Holdear hasta el fin de los tiempos o buscar un momento estratégico para la venta. Esa es la cuestión. “Bitcoin es la criptomoneda que sentó las bases de un nuevo sistema financiero. Es el oro nativo de internet: escaso, descentralizado y resistente a la censura. A diferencia del dólar o el peso, que se imprimen sin límite, bitcoin tiene una oferta fija de 21 millones de unidades, lo que lo hace valioso a largo plazo. No solo es una inversión, sino también una herramienta para pagos y ahorro. Si bien el tiempo siempre premió a los holders (quienes guardan bitcoin y no lo intercambian por otros valores), hay momentos en los que vender puede tener sentido”, señala Maximiliano Raimondi, CFO (Chief Financial Officer) de Lemon.

El 22 de mayo de 2010, el programador Laszlo Hanyecz compró dos pizzas con 10.000 bitcoins, en lo que se convirtió en la primera transacción hecha con esta criptomoneda

En principio, Raimondi propone determinar para qué vender BTC. Plantea 3 objetivos posibles: cubrir necesidades inmediatas (si necesitás liquidez para un gasto importante), diversificar el portafolio (convertir una parte en otros activos para neutralizar la volatilidad, o incluso que generen ingresos pasivos), o aprovechar ciclos de mercado (“en momentos de sobrevaloración extrema, algunos eligen realizar ganancias sin perder exposición a largo plazo”, explica).

Según Raimondi, lo esencial es no vender BTC por impulsos o FOMO (porque todo el mundo lo está haciendo), y tener siempre un propósito claro. Sobre esto, ¿cuál es la conducta de los argentinos en relación con la compra y venta? “Durante 2024, bitcoin registró 197 días de subas y 169 de bajas. En los días en los que el activo estaba a la baja, el volumen de compra en Lemon por parte de los argentinos fue un 15,4% más alto que en los días de alza, tal como expresamos en el reporte del Estado de la Industria Crypto 2024. Este comportamiento indica la tendencia a comprar durante los retrocesos, una práctica que se suele ver en mercados alcistas por la confianza en la recuperación del activo”, explica.

Por su parte, cuando se le pregunta “¿cuándo vender BTC?, Matías Dajcz, Chief Revenue Officer de Ripio dice que existen tantas respuestas como personas o empresas participando del mercado. “Son demasiados los factores a tener en cuenta, como para que exista una única respuesta: el volumen de bitcoin del que se está hablando, el precio de compra, los objetivos del holder o inversor, el nivel de diversificación de la cartera de inversiones, la tolerancia al riesgo, la urgencia”, dice.

Los manuales de trading hablan de “comprar barato y vender caro”. “Esto es algo obvio pero muy difícil de anticipar. El mercado cripto es uno de los menos predecibles, y uno de los que mayores riesgos y recompensas puede ofrecer en función del timing del usuario, holder, inversor o ahorrista”, señala.

Según observan desde esa plataforma, “el argentino en general compra bitcoin como forma de resguardo de valor, acostumbrado a la inflación y a la devaluación histórica del peso. La mayor parte del volumen de operaciones y de las tenencias en billeteras en nuestra plataforma se distribuyen de ese modo. Las altcoins de baja capitalización, fundamentalmente las memecoins, han ido ganando importancia en los últimos ciclos cripto, pero sin dudas todavía bitcoin es la preferida de los argentinos, seguida por Ethereum y las stablecoins pareadas al dólar estadounidense”.

“Holdear es un privilegio”

Según expresa Daiana Gómez Banegas, emprendedora y fundadora en Mujeres en Bitcoin: “Holdear es un privilegio. Existe esta narrativa como si fuera más bitcoiner el que más ‘aguanta’, y cada familia es un mundo. En mi caso personal, bitcoin fue una pasarela de pago desde el año 2016. Era freelancer, no tenía acceso a una cuenta bancaria que me permitiera recibir pagos del exterior para los montos pequeños que manejaba, bitcoin fue mi puerta al mundo”.

Según Gómez Banegas, “Llegué a cobrar 8 BTC por mes y así como venían desde países lejanos, se transformaban en el pago del alquiler, libros para la facultad, ayuda a mi madre o lo que fuera necesario. En ese momento yo también me enamoré de la narrativa bitcoin y en plena época de subida de precios no cambié los pocos SATS que tenía (token que opera en la red Bitcoin con el protocolo BRC-20)”.

El mercado corrigió en 2018 y lo que fue el ahorro de dos años para Daiana se esfumó en un par de meses para hacer frente a gastos corrientes. “No había generado una estructura para el largo plazo y en ese momento no había el desarrollo que existe hoy de productos como stablecoins”, reflexiona.

Entonces, plantea que si bien bitcoin ha presentado ciclos de suba y corrección de precios relativamente consolidados cada cuatro años, el futuro es incierto. “Los inversores institucionales y los gobiernos son jugadores nuevos del ecosistema entre otros factores tecnológicos que vuelven al panorama incierto. No existe algo como el número mágico al que comprar o vender, cualquier proceso para atesorar bitcoin o cambiarlo por otros bienes sería bueno que sea realizado conforme a una planificación financiera realista y fiel a nuestros objetivos y posibilidades económicas”, puntualiza.

¿Qué afecta la cotización de BTC?

El precio de bitcoin, al igual que el de otros activos financieros más volátiles, se mueve en función de las expectativas del mercado. En particular, el caso de $LIBRA no tuvo un impacto directo en el precio del activo, pero hay otros factores que sí pueden afectar su cotización.

Uno de los principales es la política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED). “En los últimos días, la incertidumbre por el próximo anuncio de tasas de interés, sumada a la inflación en EE.UU. y las tensiones comerciales con China, México y Canadá, generaron volatilidad en los mercados. ¿Y por qué las tasas de interés afectan a bitcoin? Porque determinan esencialmente el costo del dinero. Cuando la FED las reduce, el crédito se vuelve más barato, lo que incentiva la inversión y el crecimiento económico. Al mismo tiempo, los bonos gubernamentales ofrecen menores rendimientos, lo que lleva a los inversores a buscar activos con mayor retorno, como bitcoin”, explica Raimondi.

Actualmente, bitcoin mantiene una relación más directa con los mercados financieros tradicionales, especialmente desde la aprobación de los ETFs de BTC en enero de 2024. Esto ha permitido que grandes instituciones accedan al activo, incrementando su exposición al flujo de capital institucional.