En el intrincado panorama de los grupos armados en Colombia, emerge la figura de Carlos Edilson Rodríguez, conocido como alias Vallenato, líder del autodenominado Batallón Héroes y Mártires. Esta estructura opera bajo el Frente de Guerra Oriental del Ejército de Liberación Nacional (ELN), centrando sus actividades delictivas en el departamento de Arauca, especialmente en los municipios de Tame, Puerto Rondón y Cravo Norte.
Según información entregada a Infobae Colombia, “Vallenato” fue identificado como uno de los principales promotores de las confrontaciones armadas entre el ELN y la Estructura 10, un grupo armado residual liderado por Luis Felipe Ramírez, alias Pescado. Estas disputas buscan el control ilegal del territorio en la región.
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Las acciones criminales atribuidas a alias Vallenato en medio de esta pugna incluyen homicidios, desplazamientos forzados, confinamientos, actos terroristas contra la población civil y la Fuerza Pública, amenazas y robos de bienes como ganado, vehículos y equipos electrónicos. Además, se le acusa de apropiarse de propiedades como fincas y apartamentos mediante amenazas y desplazamiento de sus legítimos dueños.
Estas actividades le permitieron acumular una fortuna personal, desviando fondos de la organización para adquirir propiedades tanto en Colombia como en Venezuela. Entre sus adquisiciones se destacan al menos tres lujosos apartamentos en la Costa Atlántica, uno de ellos en una zona exclusiva de Cartagena, así como casas, fincas ganaderas y establecimientos comerciales en los estados venezolanos de Apure, Anzoátegui y Falcón. Estas propiedades estarían a nombre de familiares y amigos de confianza, actuando como testaferros para evadir el rastreo de las autoridades de ambos países.
La inconformidad dentro de su estructura no se hizo esperar. Algunos de sus subordinados descubrieron el desvío de recursos, lo que generó malestar debido a la falta de materiales y apoyo económico. “Vallenato” intentó justificar esta carencia alegando mayores envíos de dinero a los líderes del Frente de Guerra Oriental y al Comando Central del ELN, explicaciones que fueron recibidas con escepticismo. Su trato despótico y amenazante hacia sus subordinados llevaron a deserciones, con miembros uniéndose a la Estructura 10 de las disidencias de las FARC, lo que incrementó su preocupación por la posible filtración de información sensible a sus rivales.
A sus 36 años, con 18 dedicados a actividades delictivas, alias Vallenato inició su carrera criminal en 2007 como miembro de las redes de apoyo al terrorismo en zonas rurales de Arauca. Su historial incluye participación en atentados contra el Ejército Nacional, como el ataque con un vehículo cargado de explosivos en la vereda Corocito, Tame, en 2008, y en un Plan Pistola contra la Policía Nacional en 2014, que resultó en la muerte de cuatro policías y el robo de sus armas. Más recientemente, en enero de 2025, se le atribuye el atentado contra un vehículo blindado del Ejército en Saravena, Arauca, donde murieron dos soldados y tres resultaron heridos.
En el ámbito personal, “Vallenato” es conocido por su gusto por el oro, luciendo cadenas y anillos ostentosos como símbolo de poder. Prefiere el whisky de 18 años y viste marcas estadounidenses como Chevignon, Americanino y Diesel, complementando su atuendo con zapatillas Nike o Adidas. Su afición por los perfumes árabes es notable, llevando consigo varios frascos en sus desplazamientos. Debido a problemas de ácido úrico, modificó su dieta, reduciendo el consumo de carnes rojas y cerdo, optando por pollo, pescado y huevos.
Su paranoia lo lleva a no permanecer más de dos o tres días en el mismo lugar. Aunque posee teléfonos de alta gama, limita su uso para evitar rastreos. En sus campamentos, prohíbe el uso de radios AM-FM, celulares y fumar. Se desplaza en vehículos 4×4 para sortear las difíciles vías de la región, especialmente en temporadas de lluvia.
Alarmantemente, intensificó el reclutamiento forzado de menores para labores de inteligencia contra la Fuerza Pública. Además, existen denuncias de abusos sexuales contra niños y niñas, a quienes también ofrecería como “mercancía humana” en fiestas con aliados. Para silenciar estos hechos, recurre a amenazas contra las víctimas y sus familias.
La captura de alias Vallenato representa un desafío significativo para las autoridades en su lucha contra el crimen organizado en Arauca. Su historial delictivo y las acusaciones en su contra reflejan la complejidad de la situación en la región y la urgente necesidad de acciones contundentes para restablecer la seguridad y el orden en estas zonas afectadas por la violencia.