LA PLATA.- Familiares, amigos y vecinos de Kim Gómez, la niña de 7 años que murió al ser arrastrada por un auto robado por dos delincuentes adolescentes, de 14 y 17 años, marcharon hoy desde el Palacio Municipal hasta la gobernación de la provincia de Buenos Aires para exigir justicia y seguridad.
La manifestación, que comenzó pasadas las 12, se extendió con una nutrida presencia de personas que se congregaron en la plaza Moreno, frente al Palacio Municipal, situado en 12 entre 51 y 53.
Muchos se movilizaron con carteles para exigir mayor seguridad y justicia, con el recuerdo fresco del caso de la nena asesinada en febrero pasado en Altos de San Lorenzo, pero con imágenes que también traían a la memoria los sucesos que se cobraron las vidas de otras víctimas inocentes de la inseguridad que azota especialmente al conurbano y a la capital provincial. Por eso, las consignas desplegadas alcanzaron tanto al gobernador Axel Kicillof como al intendente platense, Julio Alak.
Tras partir desde la Plaza Moreno, frente al Palacio Municipal, los vecinos previeron dirigirse hacia la sede del Poder Ejecutivo bonaerense.
Dos de las manifestantes, Patricia Arroyo y Pamela Burgos, contaron a LA NACION: “Somos mamás, tenemos nenes chiquitos. La nena muerta podría ser nuestra hija o nuestra nieta”.
Entre los asistentes a la manifestación estuvieron la madre de Mateo Yacame, un adolescente asesinado por un menor en ocasión de un robo, y Marcos Gómez, padre de Kim Gómez.
En la puerta de la gobernación, las personas comenzaron a pegar carteles con reclamos: “Seguridad. Cárcel a los delincuentes. Queremos vivir tranquilos”. “Rebelión fiscal. Kicillof y Alak, amigos de los delincuentes”. “Inseguridad Kicilandia fracasado”, entre otros mensajes.
Representantes de asambleas barriales y asociaciones civiles, junto a vecinos de todos los barrios del partido de La Plata, entregaron una nota dirigida al gobernador Kicillof.
“La escalada de violencia e inseguridad que está golpeando nuestra comunidad nos ha llevado a reunirnos y a trabajar codo a codo para tomar acciones preventivas. Sin embargo, es imposible vivir en alerta naranja de forma permanente”, se dijo en la misiva, que fue leída y reproducida a través de un parlante en la puerta de la gobernación.
“A partir de nuestro trabajo y seguimiento de la situación hemos establecido un ‘mapa de calor’ que nos ha permitido identificar las áreas de mayor riesgo y las falencias actuales que deben ser abordadas”, dijeron, antes de anunciar, también, sus propuestas para intentar resolver el acuciante problema.
Estos fueron sus pedidos:
- Mayor presencia policial en los barrios: “Es fundamental aumentar la circulación de patrulleros, motos y personal policial a pie para mejorar la tranquilidad de los vecinos”, advirtieron.
- Revisión y actualización de las zonas (antes llamadas “cuadriculas”): “Las Zonas actuales no se han ajustado a la expansión exponencial de nuestros barrios, lo que genera una cobertura inadecuada”, sostuvieron.
- Modernización y ampliación de las comisarías: “Las comisarías actuales están desbordadas y poco equipadas, lo que genera demoras y dificultades para las víctimas de delitos”, señalaron.
- Colaboración interinstitucional: “Es fundamental que la provincia, el municipio y la Justicia trabajen juntos para abordar la problemática de la inseguridad”, destacaron los vecinos movilizados.
- Programas de prevención: “Es importante establecer programas de prevención para jóvenes y talleres de conciencia sobre la seguridad para mejorar la convivencia en nuestra comunidad. Crear unidades serias y profesionales donde los mayores de 14 años que delinquen asistan y reciban educación para la convivencia sana en comunidad”, dijeron.
“Confiamos en su buen tino y liderazgo para abordar esta problemática y mejorar la seguridad en nuestra comunidad. Estamos dispuestos a colaborar y dialogar para encontrar soluciones efectivas”, expresaron los manifestantes.
De la marcha participaron muchas familias con niños pequeños. “A los políticos les pedimos piedad. Queremos seguridad”, decían los carteles. “Justicia por Kim”, eran otras de las consignas.
Ni el gobernador ni sus funcionarios aparecieron para recibir a los manifestantes; tampoco hicieron declaraciones posteriores. Por el crimen de Kim hay dos detenidos: uno es un adolescente de 17 años que ya tiene un antecedente por un robo automotor cometido con la misma modalidad, al que le dictaron la prisión preventiva por 180 días.
El hecho previo en el que estuvo involucrado aquel adolescente, una tentativa de robo automotor, ocurrió el 1 de febrero y le valió un registro en una seccional de la policía bonaerense. Debido a su edad –cumplió 17 años en diciembre– fue liberado, ya que la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°1 del Joven, a cargo de la fiscal Sabrina Cladera no solicitó la detención. Los policías que detuvieron al menor informaron que se habían comunicado telefónicamente con la secretaria penal de la UFI 1 del Joven, Analía La Veglia, que había dispuesto que se labren las actuaciones correspondientes y que los adolescentes detenidos con aquel (el resto tenían 14, 15 y 16 años) fueran entregados a sus padres.
El caso es observado con especial detenimiento en el Senado bonaerense: Caldera integra una terna de tres candidatos para ocupar un cargo en la Cámara Penal de La Plata, propuesta del ministro de Justicia Juan Martín Mena, según se deslizó desde la Cámara alta.
El segundo sospechoso detenido por el crimen de Kim es un adolescente de 14 años que, por su edad, es inimputable. Aunque ese menor se situó junto al de 17, afirmó, al declarar ante la fiscal Carmen Ibarra, que él no había participado del crimen.
No obstante, y en función de los testimonios y la prueba adjuntada al expediente, la Justicia de Garantías del fuero Penal Juvenil resolvió mantenerlo detenido bajo “medidas de seguridad”, aunque sin plazo definido, informaron fuentes judiciales.