Hugo Orlando Gatti, leyenda del fútbol argentino y uno de los arqueros más emblemáticos de la historia de Boca, padece un delicado estado de salud. A los 80 años, recibió una cirugía de cadera hace aproximadamente un mes (producto de un accidente doméstico) y, luego de la intervención, su salud empeoró por una neumonía.

El Loco Gatti está internado en terapia intensiva en el Hospital Pirovano de la Ciudad de Buenos Aires y está acompañado por Federico, uno de sus hijos. Lucas, su otro hijo, que fue futbolista y vive en Europa, estaría llegando en las próximas horas al país.

Hugo Gatti y uno de los originales buzos que le diseñó especialmente Oscar Tubío

De lengua filosa, con los recuerdos intactos y un magnetismo que atraviesa generaciones, Gatti le brindó una entrevista a LA NACION en diciembre pasado. Allí no ocultó su dolor por el fallecimiento de Nacha, su esposa, compañera de toda la vida, a mediados del año pasado. “Cuando estaba viva la quería matar… y ahora no puedo vivir sin ella (…) Es bravo, es muy bravo. Me dijeron: al principio va a ser flojo. Y cuando pasen los días, vemos. Encima vienen las Fiestas y todo eso. Que de por sí no me gustan las Fiestas. Pero esta vez será peor”, confesó el exfutbolista.

El Loco Gatti, con LA NACION, en diciembre pasado

Hugo reside muchos meses en Madrid y otros en Buenos Aires, en el barrio de Belgrano R, en sus calles de siempre. Muy golpeado por el fallecimiento de su esposa, continuó el relato: “Fueron muchos años juntos… 54. Toda la vida juntos. Yo nunca me di cuenta de que se iba a morir. Estaba seguro que me moría yo primero. Porque aparte ¡parecía una piba de 20 años! ¡No envejecía más! Y se murió en tres días. Ella sí que vivió para mí, eh. Te voy a decir algo más de Nacha que no se lo dije a nadie: Nacha, para mí, fue la cara de Alain Delon en mujer. La mujer más linda que vi en mi vida. Muy linda, y buena gente. Yo siempre le decía ‘Alain Delon’… y ya no está”.

Gatti con Maradona, antes de un Boca-Argentinos en la Bombonera

Siempre dispuesto a hablar de fútbol, a polemizar, a analizar situaciones de la vida cotidiana, durante la misma entrevista, expresó: “Quiero mucho a la gente, siempre tuve una muy buena relación con la gente. Yo soy huraño, pero con la gente siempre me sucedió algo diferente: a mí me quedó una frase del actor Fidel Pintos, que en el inicio de un reportaje dijo: ‘Los que somos conocidos, medianamente conocidos, cuando nos miramos en el espejo siempre tiene que estar la sonrisa’. Y es verdad, es así. El que es conocido tiene que estar siempre bien para la gente”.

Hoy, esa misma gente del fútbol que tanto lo aclamó, está preocupada. Gatti tuvo una longeva trayectoria como futbolista. Además de jugar en Boca, actuó en Atlanta, River, Gimnasia y Esgrima La Plata y Unión de Santa Fe. Además de jugar en la selección argentina, claro.

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