Maru Botana es una reconocida pastelera, empresaria y figura de la televisión argentina. Su pasión por la cocina nació en su infancia. Desde los 12 años comenzó a vender tortas por encargo en su barrio. Aunque se graduó como licenciada en Administración de Empresas, su destino profesional tomó otro rumbo cuando comenzó a trabajar con el prestigioso chef Francis Mallmann. Se desempeñó como ayudante de pastelería y, con esfuerzo y determinación, logró consolidarse en el rubro.

En 1993, abrió su primer local, Magic Cakes, que marcó el inicio de su camino como emprendedora gastronómica. Su talento y carisma la llevaron a la televisión, donde participó en programas junto a Mallmann. En 1996, debutó como conductora en la señal de Utilísima. Estuvo al frente de diversos programas, como Todo dulce, Sabor a mí, Maru a la tarde y Siempre dulce. Además, publicó varios libros de recetas que reflejan su estilo, el último de ellos fue realizado en colaboración con su familia.

Actualmente, Maru sigue liderando sus locales y compartiendo su amor por la cocina a través de las redes sociales, donde inspira a miles de seguidores con recetas y consejos. Su enfoque cercano y familiar la convirtió en un ícono de la gastronomía argentina, con una comunidad fiel que sigue sus creaciones.

Maru Botana:

Rulo: — ¿Qué es más difícil estar en el prime time de la televisión o tener un local exitoso de tortas?

Maru: — Tener un local exitoso de tortas (risas).

Rulo: — Cuando empecé a investigar tu vida para preparar esta nota, antes de cualquier logro de tu vida profesional, me apareces chupando el hielo.

Maru: — ¡Ay, No! (risas).

Rulo: — En el momento tal vez vos no lo notaste, pero tenía cierta connotación sexual…

Maru: — Me mato de risa. Lo más gracioso que me pasó fue que, después de la viralización de video, me bajé del avión en Mendoza y todos los hombres me miraban. Yo soy super natural.

Rulo: — ¿Cómo fue el contexto?

Maru: — Fue antes de la pandemia, en Uspallata, en la casa de unos amigos. A mí me impresionó que ese lugar tiene un clima particular. Eran las 10 de la mañana, había caído la helada y estaban todas las plantas con las formas del hielo, como si fueran helados. No se había derretido y era muy extraño porque ya había salido el sol.

Rulo: — Ahí sacaste uno…

Maru: — Yo siempre estoy entrenando o paveando por ahí. Saqué uno y me lo puse a chupar. Nunca pensé que se iba a armar semejante bolonqui. Encima estaba en el medio de la montaña con el wifi que iba y venía. Me llamaban y me decían: “¡¿Qué hiciste?!” y yo dije: “No hice nada, estoy de vacaciones”. Era re viral…

Rulo: — Vos te grabaste y después lo subiste como una historia más.

Maru: — Sí y fue como ¡Wow! Se armó un bolonqui bárbaro.

Rulo: — ¿Qué te dijo tu familia?

Maru: — Barnie, mi marido, es cero redes. Entonces, en un momento dije: “Ya fue. No le cuento nada. Total ni se entera”. Después como se hizo tan viral, uno de los chicos viene y me dice: “¿Qué hiciste?”.

Rulo: — Era un tema nacional.

Maru: — Ya sé. Después él se entera por la gente del campo que le van contando. Pero lo tremendo fue que aterrizamos y todos los hombres estaban mirándome (risas). Imagínate lo que fue que hasta el día de hoy la gente sigue hablando del hielo.

Rulo: — Quedó como una fantasía porque se vio explícitamente…

Maru: — Ni lo pensé, te juro (risas).

Rulo: — Es Maru al natural.

Maru: — Sí, totalmente.

¿Existió una pelea?

Rulo: — Yanina Latorre se ha ganado el lugar de la más picante del medio y tienen una historia muy loca porque iban juntas a la facultad. Ella dice abiertamente que te declaró la guerra desde el día uno porque supuestamente vos sos malísima, le hiciste bullying en la facultad y ahora que ella tiene ese poder, se quiere vengar. ¡¿Qué pasó ahí?!

Maru: — Yo estoy convocando a todos mis amigos de la facultad a que vengan a dar un testimonio.

Rulo: — Pero algo pasó.

Maru: — No pasó absolutamente nada. Si me venías en la facultad parecía Sarah Kay y con ella compartí nada más que dos años, después nos separamos de carreras. De hecho, yo empecé a trabajar en lo de Francis re chica y me fui de los horarios típicos de la facultad, empecé a cursar a la noche. Nos conocimos en realidad porque su novio jugaba al rugby con uno de mis hermanos y ella empezó a venir a mi casa.

Rulo: — ¿Y cómo era la relación antes de eso?

Maru: — Perfecta. Nunca tuve un problema con Yanina. Todo lo que dice es un invento. Eso de que yo le decía que no coma…

Rulo: — Decía que vos la tratabas de anoréxica.

Maru: — No lo puedo creer. Me hace mal escucharlo y nadie de mis compañeros puede creer todo ese show que arma, es insólito. Yo tenía relación por esto de mi hermano y la veía. Tenía otra amiga en común que ella se puso celosa, pero bueno eran cosas de la edad. ¿Vos me ves a mi diciéndole a una persona: “cómo comes, sos anoréxica”? Yo cocinaba para mis amigas, disfrutaba a mis amigos, hacían unos tés gigantes. En mi casa se destruyó el horno de tanto que cocinaba y ella venía a mi casa. Jamás en la vida me ponía a ver si comía o no comía Yanina. Siempre tuve la mejor onda con ella y con su hermana Maite porque salíamos medio con la misma gente, teníamos un ambiente parecido. Pero nunca en la vida tuve ni una pelea ni nada. No sé por qué le despertó esta maldad conmigo, la verdad que nunca lo entendí.

Rulo: — Ahora de grandes, ¿pudieron hablarlo?

Maru: — Hablé una vez porque ya estaba como muy densa. Se lo mandé a decir por alguien y se enojó, pero ya no sé cómo tratarla. La última vez fue yo estuve a punto de hacer un programa de cocina a la mañana y ella declaró en la radio que me iba a hacer mied* todos los días y ahí dije: “¿Tengo necesidad de hacer un programa de cocina y que Yanina haga eso?”.

Maru sobre Yanina Latorre:

Rulo: — ¿Vos ibas a tener un programa de cocina y lo dejaste de hacer porque Yanina te amenazó que te iba a criticar todos los días?

Maru: — Sí, porque no tenía ganas.

Rulo: — ¿Te sacó la posibilidad de un programa?

Maru: — Es que los chicos también me decían en casa: “¿Vale la pena que lo hagas y estar todo el día sufriendo de lo que dice Yanina?” Y la verdad que no. Lo llamé al Chato Prada, que era quien me había convocado, y le dije: “No, la verdad que no estoy para estas”. No estoy para que alguien me critique y se me ría a esta altura de mi vida.

Rulo: — Me dejás helado.

Maru: — Quiero terminar este tema tenso y si no terminar, por lo menos no seguir generando historia.

Rulo: — Por fuera de Yanina, hay varias personas del medio que salieron a matarte, queriendo instalar que no sos tan divina. Por ejemplo, Coco o Jimena Monteverde. ¿Por qué sentís que pasa eso? ¿Sos brava?

Maru: — Coco sé que me quiere y que está invadido por toda esta historia.

Rulo: — ¿Lo contaminaron?

Maru: — Sí. Con Coco tuve una vida muy profunda, compartimos un montón y nos llevamos super bien. Pero en un momento se acabó el programa y cada uno se fue para su lado.

Rulo: — Lapegüe, que tiene muy buena imagen, también dijo cosas sobre vos…

Maru: — No sé qué le pasó a él. Yo me llevaba bárbaro en el programa. Se llevaba las masitas a su casa, su mujer es una divina, me encontré con Mica, su hija, en un casamiento y es lo más. Nunca tuve problemas, cero. No sé por qué salió a matarme. En el caso de Jimena nunca la vi en persona. La otra vez dije que no la conozco y no es que no la conozco, pero no la vi nunca en persona, no compartí nada con ella. Creo que medio que se subió y ella pensaba que yo le había sacado un programa y no, nada que ver.

Rulo: — ¿Te hizo llorar todo esto?

Maru: — Sí, Yanina obvio. Me hizo pésimo. Te desgasta y decís: “Basta”. Yo sé que a veces se arman estas cosas y lo tengo claro, pero a veces en lo personal, sobre todo cuando no estás confundida y sabés quién sos, decís: “Me duele”. Porque hay un montón de gente que le cree o por lo menos los hace dudar.

“Siempre tengo la sensación de que mi hijo Facu está presente”, explicó Maru. (Candela Teicheira)

Señales

Rulo: — ¿Viste señales alguna vez en tu vida?

Maru: — Bueno, cuando falleció Facu mi hijo imagínate cómo estaba. Fueron muchas señales, pero una que me pegó muy fuerte fue que, al mes de todo lo ocurrido, era el cumpleaños de Luchi mi hijita que cumplía 6 años. En ese momento yo tenía un programa de telefe y viene Adriana, la del Sapo Pepe, y le cuento: “Estoy desesperada porque no tengo fuerzas, no sé qué hacer, pero es su cumpleaños y quiero que sea como siempre, todo divino y hermoso. Pero no tengo fuerzas”. Por consejo de ella contraté a alguien para organizarlo, estábamos en la cocina con una íntima amiga mía, una señora que estaba lavando y había otras dos amigas mías enfrente, en una mesa cuadrada. En el medio del cumpleaños entra en la cocina un pájaro gigante verde, da toda una vuelta y se va. Yo me quedé seca, mi amiga me mira y me dice: “¿Lo viste?”. “Sí”, le respondo. Nadie más lo vio, nosotras dos solas. Cuando lo cuento se me pone la piel de gallina.

Rulo: — Sentiste que vino a darte una señal de que estaba todo bien.

Maru: — Me impresionó porque en el momento decís: “Che, estoy tan loca”. Pero ella lo vio. Me pasaron algunas cosas más, pero la sensación de Facu presente siempre la tengo.

Rulo: — Son cosas duras que uno pasa en la vida, pero que hay que seguir adelante.

Maru: — Sí, imagínate que en ese momento tenía seis hijos, falleció Facu, y tenía otros cinco chicos que necesitaban de mí. Después tuve dos hijos más: a Juan y a Ine. En ese periodo me ayudó mucho la gente, fue mi colchón a full. Pero lo que más pensas en en ellos porque decís: “¿Qué les dejo si yo me vengo abajo?” Eran muy chiquitos. Mi vida era pura alegría y de repente era tremendo lo que nos estaba pasando.

Rulo: — ¿Cómo se hace para tener tantos chicos, verte bárbara y mantener esa vitalidad?

Maru: — Amo la vida y la familia. Hubiera tenido dos hijos más. Veo bebés y me muero de amor. Disfruto mucho de la familia. Vos sabes que yo era chiquita y cada vez que pasaba por abajo del puente mi deseo era tener muchos hijos. Amo educar, compartir, soy feliz de tener esta familia. Con lo de Facu siempre pienso por qué me pasó a mí. Te quedás con un agujero en tu corazón. A mí me quedó un tajo en mi corazón. Toda la gente que pasó por estas situaciones, sabe que son momentos difíciles de contar. Pero hay que seguir adelante y tener espacios de contención.