El optimismo empresario en torno de las principales variables de la macroeconomía no muestra aún un efecto derrame sobre el empleo. Las perspectivas de contratación de personal por parte del sector privado para el segundo trimestre del año son nulas y se ubican entre las más bajas de la región.

Así lo exhibió la Encuesta de Expectativas de Empleo realizada por ManpowerGroup. De acuerdo con el informe, que relevó la opinión de más de 700 empleadores argentinos en enero, la Expectativa Neta de Empleo (ENE) es de 0%, ajustada por estacionalidad para el segundo trimestre. Esto representa una leve mejora respecto del trimestre previo y del mismo trimestre del año anterior, cuando las perspectivas eran de -1%.

La cifra es resultado de la ecuación entre el porcentaje de empleadores que afirmó que pretende aumentar su grilla de personal (+25%), el de quienes apuntan a achicarla (+23%); el de quienes no esperan realizar cambios (+44%) y el de quienes no saben si los realizará durante el período (+8%).

Para que las expectativas sean positivas y notorias, es necesario que el empresario vea que, a corto plazo, la macroeconomía impactará positivamente en su actividad, en la microeconomía. Hoy, si bien vemos cierto optimismo respecto de los grandes indicadores, sobre todo aquellos que más preocupación causaban -como la inflación, y el dólar-, entendemos que todavía no está cascadeando, salvo en algunas actividades muy puntuales. Por eso, hay bastante cautela a la hora de contratar personal”, señaló Luis Guastini, director general y presidente de Manpower Argentina y director de Talent Solutions para Latinoamérica, en diálogo con LA NACION.

Luis Guastini (Manpower):

Asimismo, añadió: “Cuando uno mira la serie histórica, ve que los momentos en los que registramos los mayores picos de expectativas coinciden con una fuerte recuperación económica trasladada al consumo”. En esa línea, precisó los casos anotados en 2001, en 2008 y durante la salida de la pandemia, período en el que el indicador tocó su piso (-7%)

De acuerdo con los datos arrojados por el informe, 11 de los 12 países relevados en América esperan aumentos en sus expectativas de contratación para el segundo trimestre de 2025, con Estados Unidos (+34%) y México (+33%) a la cabeza. En tanto, según las cifras, la Argentina arroja las expectativas más débiles, que la ubican por debajo de la tabla que incluye a 42 países a nivel global.

Por qué crecen las que crecen

A la hora de analizar los motivos detrás de las intenciones de contratación, Guastini aclaró que aquellas empresas con perspectivas positivas las adjudican a dos factores: al desarrollo de algún proyecto puntual -que puede ser desde una iniciativa minera hasta el lanzamiento de un nuevo producto- y a la ejecución de un plan de transformación tecnológica o digital. “Eso las lleva a contratar desde un líder de proyecto hasta un especialista en cambio o desarrolladores de tecnología”, detalló.

En paralelo, según el ejecutivo de Manpower, las empresas que apuntan a reducir su personal justifican la medida a partir de tres factores. Estos son: las dificultades económicas en su sector; la caída en la demanda de productos o servicios y la reestructuración de las firmas, en la búsqueda de una mayor eficiencia.

Las regiones más y menos pujantes

Según el informe, en cuatro de las seis regiones del país los empleadores esperan aumentar sus nóminas durante el segundo trimestre de 2025. El NOA y Cuyo lideran esta tendencia (+19% y +18%), mientras que el NEA arroja las expectativas de contratación más débiles (-15%).

En el NOA y en la zona de Cuyo, la minería está traccionando fuertemente la demanda. Por el contrario, el NEA se vio muy afectado por la caída de demanda de la industria yerbatera y maderera, dos actividades sumamente importantes para la región. A eso hay que sumarle que en el NEA también se había creado una industria de turismo receptivo, que como consecuencia de la diferencia cambiaria dejó de existir”, explicó Guastini.

Los sectores más y menos pujantes

En la comparativa por sectores, el informe exhibió que en cinco de las nueve actividades económicas relevadas los empleadores esperan incrementar sus nóminas. El sector de Finanzas y Real Estate lidera esta tendencia (+20%), seguido por el grupo conformado por Tecnología de la Información, Industrias y Materiales y Bienes y Servicios de Consumo (+9%). Por el contrario, Sanidad y Ciencias de la Vida reporta las expectativas de contratación más débiles (-30%).

El sector bancario está experimentando un fuerte dinamismo y hay mucha más actividad para tratar de captar clientes. Aparecen nuevos competidores como las billeteras virtuales y la industria financiera sigue paulatinamente hacia un modelo cada vez más virtual. La industria inmobiliaria también viene con números récords -después de estar durante muchos años muy planchada-, empujada por la reactivación de los préstamos hipotecarios. En tanto, la industria de la Sanidad abarca actividades muy heterogéneas y muy sensibles a la coyuntura. En este plano, identificamos algunos actores que se vieron muy afectados, como los hospitales prestadores de servicios de salud y las empresas de medicina prepaga, que no pudieron reacomodarse y están sufriendo”, detalló.