Cuando pensamos en una mesa ratona para el living, lo primero que se nos ocurre es la clásica mesa baja en madera. Macizas o enchapadas, de cuatro patas o dos, las mesas de madera natural son un clásico que nunca desentona. Lo cierto es que lejos de ser la única o la mejor alternativa, hay cientos de opciones a la hora de acompañar el sillón.
Transparentes, de color, irregulares, circulares, en juego, encastrables o talladas hay cientos de variantes con las que se puede coronar un living living. El espíritu y el tamaño del espacio son las únicas limitaciones reales a la hora de elegir. A continuación, una selección de mesas para inspirarse y robar ideas.
Transparente
En el living de la la diseñadora de indumentaria Carolina Aubele, el art déco se fusiona con diseños clásicos “un poco Bauhaus” y algunos toques de los 90, como la mesa de acrílico que deja ver los pisos originales, “una obra de arte”, en palabras de su dueña.
“Al igual que con el estilo personal, es importante detenerse a pensar cómo sería un hogar que nos contenga, cómo queremos relacionarnos con lo táctil, qué nos hace sentir en armonía. A mí me gusta que la casa me abrace con sus texturas, colores y aromas”, asegura la diseñadora y especialista en colorimetría.
En misma línea de Aubele, la fotógrafa chilena radicada en Suecia Nicole Castillo se animó a un diseño vintage comprado de segunda mano para acompañar un sofá “Togo” de Michel Ducaroy en su playroom.
Artesanal
En esta casa en Villa de Mayo el arquitecto Carlos Galíndez revistó los cielo rasos con pino un brasileño que en el sector del living recubre también la pared detrás del sillón y se cubre de estantes. “Hace muy cálido el interior. Transmite una sensación protectora, de cobijo”, comparte el dueño de casa. Como contrapunto con el revestimiento de madera, se coloridas obras en fieltro.
Para la cocina integrada al living eligieron equipamiento blanco, muy discreto. El único acento lo pone la mesa con tapa de madera, que hicieron a partir de un ciprés seco que encontraron en el terreno.
Tesoros de época
En casa de la artista plástica Romina Salem Taborda las obras de arte dialogan con una selección de muebles de estilo de distintas épocas. Al sillón de terciopelo azul de su abuela que aún mantiene su tapizado original, lo acompañó con una antigua mesa de nogal que le compró a una amiga.
Camufladas
En esta casa de los años 60 que reformaron el arquitecto Álvaro Ramírez y su mujer, la arquitecta e interiorista Clarisa Elton en Santiago de Chile, la elección de muebles tuvo una clara influencia de Mies van der Rohe, Jean Prouvé y Marcel Breuer y otros icónicos creadores del Movimiento Moderno.
“El uso de la perfilería metálica nos permitió montar ventanas corredizas de piso a techo para perseguir otra cualidad a la cual le damos suma importancia: el ingreso de luz natural a los interiores”, cuenta el arquitecto. En sintonía con esas aberturas negras y las columnas estructurales, un juego de mesas con tapa de madera y patas de hierro parece camuflarse.
En pares
En el living de este chalet de los años sesenta que reformó la arquitecta Lala Loviscek, demolieron el muro que dividía los ambientes, pero conservaron el módulo de la chimenea. Ahora abierta hacia ambos ambientes, revocaron y pintaron de blanco el exterior, y la revistieron con ladrillos refractarios.
Decidida a traer el chalet a la actualidad, Lovisek reemplazó las aberturas originales por unas nuevas abiertas de piso a techo, pintó cielo rasos y paredes de blanco y cambió los pisos. Sobre esta nueva base planteó un interiorismo fresco con detalles protagonistas en cada ambiente.
Para acompañar el clima fresco del ambiente se eligió el juego de dos mesas idénticas en tamaño y diseño hechas madera maciza.
Circulares
Siguiendo la lógica de la doble mesa, aunque en este caso en un juego de tamaños, la dueña de este PH eligió un juego de mesas circulares de papiro como único elemento en paleta neutra, aunque potente en cuanto a diseño.
“Con el miedo a cansarse soy al revés: a mí me aburren el ocre y el caqui; prefiero los colores gráficos y los estampados alegres. Eso sí: las paredes, blancas. Siempre busco la compensación porque también quiero que mi lugar me relaje”
Con tapa de madera
Si de dúos hablamos, una combinación que nunca pierde vigencia es la de hierro y madera. En el family de María Olavarría, la creadora de Ánima Bakery, las diseñadoras del estudio Larralde-Spelzini eligieron un juego de mesas que dialogara con las puertas corredizas y fuera “sufrido”.
En sintonía con el alto tránsito y las necesidades de uno de los espacios más vividos de la casa se optó por mesas de madera protegida y hierro, muy a tono con la estructura.
Para el living en cambio, la dueña apostó por un juego de mesas cuadradas de mármol que compró antes de mudarse a esta casa pero logró ajustar sin problemas. El sillón de lino, la alfombra de lana y los sillones de madera y cuero aportan calidez mientras que el mármol suma en elegancia.
Muchas y variadas
A veces no se trata de encontrar la mesa perfecta sino la fórmula que mejor nos funcione, ese fue el caso de la estilista y periodista Daniela Rusak.
Junto con su amigo, el arquitecto Leandro Garber, Rusak se animó a apostar por una casa que había sido arrasada por el fuego y ponerla a punto para hacer de ella su refugio. Entre los grandes aciertos estuvo la decisión de mantener su estructura, pero actualizarla: de ahí el sillón de obra original, igual que la chimenea. Los puff de ratán y mesas rústicas de troncos de madera en reemplazo de la clásica mesa ratona ayudan a transmitir el clima descontracturado que su dueña buscaba.
“No quería nada suntuoso, sino la misma casa actualizada, con su estética transformada, pero no su esencia. Un lugar donde relajarse contemplando el verde y abstraerse del trajín cotidiano”.
Mesas que no son mesas
Volviendo al PH de Elisa en Belgrano, aunque ahora en el playroom de la terraza, un sillón forrado en terciopelo contrasta con los almohadones pintados a mano y la alfombra ‘Zigzag’. Coronando el eclecticismo del espacio, se reemplazó la clásica mesa ratona por un antiguo baúl.
La joyita es el baúl Louis Vuitton, una antigua herencia que estuvo en el palacio Ortiz Basualdo, la actual embajada francesa.
Liviana
En sintonía con la transparencia de esta galería con cerramientos de vidrio plegado, la mesa que acompaña los sillones de madera no es del mismo material sino que es un diseño en hierro curvo a tono con la chimenea.