Los productores que están en las zonas afectadas por los anegamientos en el centro, sudoeste y sudeste bonaerense tuvieron que suspender su plan de cosecha de girasol y mover la hacienda a lugares más secos, según reflejaron en distintas regiones.
Como informó LA NACION a partir de un informe de Pablo Ginestet, productor y secretario de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), en al menos 13 partidos de esa región hay casi 2 millones de hectáreas entre anegadas y totalmente inundadas. Hubo lugares donde en 10 a 15 días se acumularon 400 milímetros.
Según un informe de la consultora AZ-Group, en el sudoeste hay dos subregiones distintas en cuanto al escurrimiento del agua. “Por un lado está la zona serrana, que comprende Coronel Suárez, La Madrid, Coronel Pringles, Coronel Dorrego y Gonzales Chaves, donde es previsible que el agua pueda retirarse más rápidamente. Por otro, hay otra zona más complicada al oeste de esta región, formada por Guaminí, Huanguelén, Daireaux, Carhué y Pigué, que es una cuenca endorreica, con relieve en forma de lagunas sin desagüe; es decir, no tiene salida rápida por arroyos y en esa región el agua permanecerá más tiempo encharcando los campos”, señaló el reporte.
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Estanislao Quiroga, consultor en ganadería de AZ-Group, dijo que, en la segunda zona, si no llueve, recién en 10 días será posible cosechar girasol. “Si se puede empezar con esa etapa, habrá que ver si los caminos permiten trasladar la producción a los centros de acopio”, expresó.
En la región, explicaron, la principal preocupación está sobre el girasol, ya que los maíces, que se hicieron en siembras tardías, recién estarán listos para la cosecha sobre junio-julio. “Por ahora los cultivos están bien y, si el agua escurre rápidamente, en la zona serrana no deberían observarse mayores daños, mientras que el riesgo de vuelco y reducción de rendimiento es mayor en la región endorreica”, apuntó el reporte.
“Los problemas de piso para entrar con las trilladoras se solucionarán en pocos días en los campos que están ubicados al norte de la ruta 5, que venían muy secos y con napa muy profunda; al sur de esa vía, los campos recibieron más lluvias y están pendientes obras para canalizar excedentes, por lo que el panorama está más complicado”, alertó el productor Juan Balbín, de General Villegas.
En este contexto, de acuerdo con AZ Group, en los campos ganaderos fue necesario reprogramar la planificación forrajera y encerrar la hacienda en las partes secas de las lomas para dar suplementación.
“El elemento positivo de estas lluvias de tanto caudal es que impulsarán un buen crecimiento otoñal de los campos naturales y de los agropiros que no estén encharcados, apoyado por temperaturas benignas. Este rebrote es el que se usa posteriormente para alimentar las vacas en parición”, explicó Quiroga.
Según dijeron, un elemento importante por revisar será el contenido de nitrógeno de los suelos por la gran posibilidad de lavado por las lluvias torrenciales. “Se deberá controlar su nivel luego del primer pastoreo de los verdeos de invierno sembrados a fines de enero y durante febrero. Es posible que sea necesario refertilizarlos con una dosis de urea recuperar el contenido necesario para un buen crecimiento”, señaló.
“La producción ganadera venía muy bien en la región sudoeste luego de una primavera con buena producción de pasto y los primeros tactos de campos de punta mostraban 92% de preñez y destetes 10 o 15% más pesados que la media histórica. Quienes no alcanzaron a realizar eso trabajos antes de las lluvias van a verse demorados y además se va a complicar la vacunación contra aftosa que cuya certificación es necesaria para mover los terneros producidos”, expresó.
Más allá de la gravedad de la situación, estas lluvias cayeron en marzo y no en junio cuando habría mucho menos temperatura para favorecer la evaporación. “Todavía hay tiempo para acomodar los planteos productivos si el tiempo continúa sin lluvias en lo inmediato”, remarcó.
Zona núcleo
En tanto, según informó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), las lluvias del último fin de semana dejaron registros importantes en la región núcleo, “con acumulados que oscilaron entre 40 y 50 milímetros en promedio, aportando una recuperación clave en el balance hídrico”.
Cristian Russo, jefe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la BCR, expresó: “Las reservas de agua útil empieza a mostrar signos de recuperación en los estratos profundos del suelo en el centro de la región núcleo. Después de tantos años de déficit hídrico, esto es una buena noticia para la próxima campaña de granos finos”.