1. Tehuelches Aönik’enk

En 1904, el gobierno argentino envió a la Feria Internacional de Saint Louis, en Missouri, EE.UU., una delegación de tehuelches Aönik’enk pertenecientes a la tribu de José María Mulato “Chümjal(u)wüm”, hijo del célebre cacique Casimiro Fourmantin “Biguá”.

En las imágenes, vemos a Äwaik, de nombre criollo Bonifacio Torres (n. 1879) a sus 25 años, de frente y de perfil, tal como solían ser fotografiados en aquellos tiempos. A su regreso al país, desapareció de manera muy extraña, perdiéndose su rastro en la gran urbe. Nunca se supo más de él.

Äwaik, de nombre criollo Bonifacio Torres

En 1962, el profesor Rodolfo Casamiquela, hombre avezado en indigenismo, le mostró a Josefa “Temman”, hermana de Bonifacio, quien era ya muy anciana, una de las fotos que el afamado etnólogo alemán Lehmann-Nitsche le había tomado a él apenas regresó de aquella exposición, y le preguntó si lo conocía, a lo que ella, muy apesadumbrada, respondió: “Cómo no lo voy a conocer, si es mi hermano… ¿dónde está?”

2. Aönik’enk (Patagones)

“Retrato de una mujer y tres niños Aönik’enk prisioneros en Punta Arenas (Estrecho de Magallanes, Chile)” 1890.

En mayo de 1890, atracaban en Punta Arenas Henri Rousson y Polydore Willems, comisionados franceses enviados por el Ministro de Instrucción Pública para efectuar un relevamiento de la Isla Grande. Ya la expedición francesa de “La Romanche”, en 1882, comandada por Louis-Ferdinand Martial, había explorado el canal Beagle y el Cabo de Hornos, aunque sin adentrarse en la isla.

“Retrato de una mujer y tres niños Aönik’enk prisioneros en Punta Arenas (Estrecho de Magallanes, Chile)” 1890.

Willems dio la siguiente descripción sobre Punta Arenas: “Dos o tres veces al año, la ciudad es visitada por los Patagones que vienen a intercambiar sus productos de la caza, consistentes, sobre todo, en pieles de guanaco y en plumas de avestruz, a cambio de harina, tabaco, bebidas blancas y fósforos”.

Al terminar su empresa, Rousson y Willems tuvieron un enfrentamiento con los nativos.

Las crónicas de este viaje fueron publicadas por Rousson en “Voyage à la Terre de Feu”, Bulletin de la Société de Géographie Commerciale, París, 1891. “Se piensa que la Tierra del Fuego sería adecuada para ganadería, pero el único problema en este plan es que, según parece, sería necesario exterminar a los fueguinos [entiéndase ‘Shelk’nam’]”. Daily News (1882).

3. Tehuelche (Thanenahuen)

También llamada T’aunünuün, Tannnüwün o Tánun, su nombre criollo era Manuela Casimiro, esposa del cacique araucano (o Reche) Miguel “Ñancuche” Nahuelquir. Tehuelche septentrional, puelche o pampa, estas tres adscripciones étnicas deberían quedar en desuso en pos del autoetnónimo “Günün a künnä”. Era hija de Kuyáichüm o Kanotsmn y de Francisco Iagusun Casimiro Saynahuel (primo de Kánkel, cacique tehuelche de Río Mayo). En 1899, con el objetivo de alojar a su grupo, se implementó la Colonia Pastoril Cushamen, que en aonek’o ajen (tehuelche meridional, tsonek o chonk) significa quebrado o desierto, localizada en la provincia del Chúpat o Chubut. Los integrantes de esta comunidad vienen de un desmembramiento de los manzaneros que respondían a Sayhueque, de reconocida raigambre tehuelche.

También llamada T’aunünuün, Tannnüwün o Tánun, su nombre criollo era Manuela Casimiro, esposa del cacique araucano (o Reche) Miguel “Ñancuche” Nahuelquir.

En 1885, siendo muy joven y estando confinada, luego de la “Conquista del Desierto”, en el cuartel de Tigre (Buenos Aires), le fueron tomadas dos fotografías que más tarde pasaron al archivo del arqueólogo Lehmann-Nitsche y de este las obtuvo Vignati, quien las publicó en Iconografía aborigen I “Los caciques Sayeweke, Inakayal y Foyel y sus allegados”.

Existe otra foto de ¾ sacada por Clemente Onelli en 1903 (aparece un año luego en su obra Trepando los Andes y fue publicada como postal con nº785 por R. Rosauer), durante el viaje a Buenos Aires junto a su marido, oportunidad en que Lehmann-Nitsche también tomó las dos que acompañan esta publicación, mientras ella lo instruía sobre el vocabulario tehuelche. Gracias al altruismo de esta paisana es que podemos recuperar ese léxico.

4. Shelk’nam (Ona)

Ceremonia del Hain del pueblo Shelk’nam (Ona), Tierra del Fuego, 1923. Fueron fotografiados en el cuarto viaje del sacerdote y etnólogo austríaco Martín Gusinde. Muestra a jóvenes pintados con tari, diseños totémicos usados durante la danza del Kewánix (gran procesión). Este fue el viaje más relevante de Gusinde. Arribó al Lago Fagnano el 20 de febrero de 1923 y se quedó varios meses, puesto que esta toma corresponde al rito masculino iniciático conocido como fiesta del hain, cuyo origen esté acaso entre los Haush o Manek’enk de la costa de la Península Mitre, y cuya celebración culmina en julio.

Ceremonia del Hain del pueblo Shelk’nam (Ona), Tierra del Fuego, 1923.

Los indígenas bautizaron a Gusinde como Mankasen (cazador de sombras), debido a las fotografías que él les tomaba. Se trata de un ritual de iniciación para los jóvenes varones o klóketen, en el que estos se baten contra los espíritus o Shoort, ataviados los últimos con máscaras escabrosas para infligirles temor; luego de la pelea, cuando el joven está ya extenuado, debe desenmascararlo, para así descubrir que solo se trata de otro miembro de la tribu. El iniciado o klóketen recibe entonces su símbolo de hombría: el k’ochel o goulchelg, una especie de tocado triangular de piel de guanaco, que es el que corona a los tres fotografiados. Gusinde también grabó a los indígenas en cilindros de cera Edison.

5. Shelk’nam (Ona): misión salesiana de Río Grande

Niñas Selk’nam en “Nuestra Señora de la Candelaria”, Río Grande, Tierra del Fuego. Tomada en 1902 por el médico y etnólogo alemán Robert Lehmann-Nitsche, quien permaneció desde 1897 hasta 1930 en nuestro país, publicada en 1904 como postal por la casa editora Roberto Rosauer con nº492.

La misión fue fundada en 1893, en cercanías de su actual y tercer emplazamiento que data de 1897, por los monseñores salesianos Fagnano y Beauvoir. Su objetivo era no solo aculturar y convertir a los selk’nam al catolicismo, sino también introducirlos en la vida pastoril y los talleres de oficios. Además de alfabetizarlos, catequizarlos, enseñarles matemática y geografía, se les instruía a las niñas en labores como hilado y costura con lana de oveja, clases que eran impartidas por las Hermanas de María Auxiliadora que se aprecian en la imagen.

Niñas Selk’nam en “Nuestra Señora de la Candelaria”, Río Grande, Tierra del Fuego. 1902.

También se pretendía resguardarlos, de algún modo, de la falta de escrúpulos de los buscadores de oro, lo cual sería inútil. Era inminente su exterminio a manos del Alexander MacLennan –el “Chancho Colorado”, capataz de la estancia de los Menéndez–, con connivencia del estado nacional.

6. Shelk’nam (Onas)

“Tres indias onas en pieles, una con un niño, encontradas en Patagonia al final de la Expedición belga a la Antártida”. 1899. Gelatina de plata. Posiblemente tomada por Frederick Cook, quien sirviera como cirujano, antropólogo y fotógrafo en dicha expedición, liderada por Adrien de Gerlache. En una entrevista de febrero de 1938 en la revista Popular Photography, Cook afirmó que los onas que conoció en 1897 tenían más de 1,80 m, llevaban pieles de animales, tenían resistencia de caballo y la fuerza del toro y vivían en simples tiendas indias hechas de ramas de árbol.

Tres indias onas en pieles, una con un niño, encontradas en Patagonia al final de la Expedición belga a la Antártida”. 1899.

Las mujeres Shelk’nam fueron quienes se encargaron de oficiar de guardianas de la cultura. Lola Kiepja (187-1966) es una de las más reconocidas. Fue testigo de la matanza que Julius Popper perpetró en 1886.

7. Cacique Wichí

El fotógrafo español Manuel San Martín arribó a Sudamérica a mediados de la década de 1870. Trabajó en Paysandú, en Mercedes, en las ciudades argentinas de Bella Vista y Paso de los Libres y en Brasil. En 1886 ya estaba instalado en un reconocido estudio fotográfico de Asunción (Paraguay). De hecho, fue quien tomó la foto post mortem de Sarmiento.

Esta imagen se estima de 1878. Los Wichí, habitan ancestralmente la región del Chaco, del lado argentino y en menor número en Bolivia.

Esta imagen se estima de 1878. Los Wichí, habitan ancestralmente la región del Chaco, del lado argentino y en menor número en Bolivia (del otro lado del Pilcomayo, donde son aludidos como W’enhayek), país de donde provienen los que residen actualmente en Tartagal. Las aldeas que había en la margen paraguaya del río, autodenominados Güisnais, debieron migrar al lado argentino durante la Guerra del Chaco (1932-35). Actualmente habitan en Tarija, Salta, Jujuy, Formosa y Chaco.

8. Enlhet – Enxet: indios Lengua

Hasta fines de siglo XIX, estos indígenas habitaron el Chaco Boreal (Paraguay) en un sector delimitado por el río Paraguay al este, unos 200 km hacia el oeste (Misión Yalve Sanga y aledaños), Puerto Casado (también conocido como La Victoria) al norte y río Montelindo al sur. Se los conocía como “indios Lengua”, pero hoy se autodenominan Enlhet (que quiere decir “persona”) los de la fracción norte y Enxet los del sur, separados por el riacho González (depto. Pte. Hayes, Distrito Pto. Pinasco). Construían toldos y subsistían de la caza, pesca y recolección. Es muy probable que los clanes septentrionales hayan contactado con los Incas. Se vestían con una falda de piel de cabra, oveja o ciervo. Construían canoas de palo borracho. Trabajaban la cerámica y el tejido. El escarabajo era su animal totémico símbolo de la creación.

Se los conocía como “indios Lengua”, pero hoy se autodenominan Enlhet (que quiere decir “persona”) los de la fracción norte y Enxet los del sur.

El explorador y misionero anglicano escocés Wilfred Barbrooke Grubb relevó la zona entre 1889 y 1909. Luego de la guerra del Chaco (1932-1935), arribaron a la región menonitas y anglicanos y, más adelante, latifundistas ganaderos que terminaron copando casi la totalidad del territorio.

9. Chorotes

Esta imagen de trabajadoras chorotes fue tomada en el Ingenio La Esperanza (activo desde 1884), de la ciudad homónima del departamento San Pedro, en Jujuy. La foto es de 1906 y fue publicada por R. Lehmann-Nitsche y Carlos Bruch en su Estudios antropológicos sobre los chiriguanos, chorotes, matacos y tobas (Chaco occidental). Bruch era Jefe de la Sección Zoología del Museo de La Plata y profesor en la Universidad de La Plata.

Esta imagen de trabajadoras chorotes fue tomada en el Ingenio La Esperanza (activo desde 1884), de la ciudad homónima del departamento San Pedro, en Jujuy.

En el ingenio se desempeñaban, en condiciones de servidumbre –casi esclavitud–, tanto varones como mujeres y los llamados “osacos” (niños) de las tribus o pueblos indígenas. La zona era propicia para el cultivo de caña de azúcar y tabaco. Chorotes (Iyojwa’ja e Iyo’wujwa o Manjui), chiriguanos (designación despectiva de los Avá guaraníes, provenientes de Bolivia), tobas (Qom), matacos (Wichí), chulupíes (Nivaclé) y pilagás (Pit´laxá), conformaban la gran masa explotada. La mayoría eran captados y reclutados en el Chaco y Formosa por parte de los “conchabadores”, expertos en el arte de la persuasión mediante el engaño.

10. Qom del Gran Chaco

“Indios Tobas” es el nombre que el fotógrafo Enrique Carlos Moody (1863-1935) le dio a esta imagen tomada durante la expedición denominada “Excursión Científica por los ríos Paraguay, Alto Paraná e Iguazú”, que comandó el naturalista alemán Gustav Niederlein (1858-1924). Muestra a una pequeña tribu Qom, delante de sus toldos, cerca del río Pilcomayo, en 1892. Se ve en el centro al cacique (detrás del niño de gorra y del otro niño), con el arco en la mano. Al arribo de los españoles, eran cazadores, pescadores y recolectores. Ya en el siglo XVII, con la irrupción del caballo y el contacto con grupos andinos y amazónicos, se transformaron sus hábitos. Se localizan hacia la mitad este de la provincia de Formosa.

“Indios Tobas” es el nombre que el fotógrafo Enrique Carlos Moody (1863-1935) le dio a esta imagen

11. Kollas

Familia Kolla, s/f, se presume ca. 1890. Actual Barrio Ciudad de Nieva (Altos de la Quintana en aquel entonces, donde se realizó la primera fundación de la ciudad en 1561). Al fondo se visualiza la capital, San Salvador de Jujuy y se aprecia la torre de la Iglesia Santa Bárbara (información brindada por Gabriel Colina).

Familia Kolla, s/f, se presume ca. 1890. Actual Barrio Ciudad de Nieva (Altos de la Quintana en aquel entonces, donde se realizó la primera fundación de la ciudad en 1561)

En la época en que se tomó esta fotografía, los kollas eran un conjunto sincrético de pueblos del altiplano, la Quebrada de Humahuaca y los valles Calchaquíes, que se reconocían con ese nombre. Hoy han vuelto a subdividirse en sus identidades anteriores a la llegada de los Incas al NOA (1472-1550), reivindicándose como omaguacas, atacamas, ocloyas, aymaras, toaras, tilcaras, chichas, quechuas y demás. No obstante, una gran porción sigue identificándose como Kolla en Orán, La Poma, Iruya y Yavi. Como particularidad, podemos observar que la madre carga al niño en una “lliklla”.

12. Indias y chinas (criollas)

El gaucho fue un tipo social puntual, mestizo, que habitó la inmensidad da la llanura. Durante el siglo XVIII, supo manejarse con total libertad, deambulando en las planicies pobladas de ganado cimarrón, lo que le aseguraba el alimento, en un entorno acaso hostil, pero al que sentía como propio. Diestro en su pingo, lejos de la urbe y al margen de la ley, su espíritu indómito se regodeaba en esas praderas, pobladas de tehuelches günün a künnä y de ranqueles. Pero, al iniciarse el siglo XIX, las normas cambiarán: las vacas que no tenían dueño pasarán a ser de los latifundistas, que comerciarán con Inglaterra. Se le terminará el sustento, debiendo conseguirse un trabajo para poder subsistir; lo hallará desempeñándose en las estancias. Con las grandes inmigraciones, devendrá definitivamente en peón de campo. Nace el oficio de resero.

El álbum llamado “Gauchos” exhibe fotos de gauchos y paisanas, mezcla del fenotipo español con el tehuelche, e inclusive con el mapuche.

De esta estirpe criolla trata esta instantánea. El álbum llamado “Gauchos” exhibe fotos de gauchos y paisanas, mezcla del fenotipo español con el tehuelche, e inclusive con el mapuche, desplegando el cuadernillo tomas de varios textiles a la usanza indígena, como las que lucen estas mujeres retratadas por el reconocido arqueólogo alemán Lehmann-Nitsche en Río Negro, a principios de 1900.