Una mujer en la consulta de ginecología. (Shutterstock España)

La adenomiosis es una condición ginecológica en la que el tejido que normalmente recubre el útero (endometrio) crece dentro de la pared muscular del útero (miometrio). Este crecimiento anómalo provoca que el útero aumente de tamaño y puede causar síntomas como sangrado menstrual abundante, dolor pélvico intenso y calambres severos durante la menstruación.

Los síntomas de la adenomiosis pueden variar de una persona a otra, explica Clínica Mayo. Algunas mujeres pueden no presentar síntomas, mientras que otras pueden experimentar molestias y dolores incapacitantes. Los signos más comunes incluyen menstruaciones abundantes y prolongadas, dolor pélvico crónico, hinchazón en la zona abdominal y sensibilidad en el útero. En algunos casos, también puede haber dolor durante las relaciones sexuales.

Aunque la causa exacta de la adenomiosis no se conoce por completo, se cree que varios factores pueden contribuir a su desarrollo. Algunas teorías sugieren que la invasión del endometrio en el miometrio podría ocurrir debido a inflamaciones uterinas repetidas o por lesiones durante cirugías previas, como cesáreas o curetajes. Otros factores de riesgo incluyen la edad (más usual en mujeres de entre 35 y 50 años) y los cambios hormonales.

A menudo, la adenomiosis se confunde con la endometriosis, otra afección en la que el tejido endometrial crece fuera del útero. Sin embargo, en la adenomiosis, el tejido endometrial invade el músculo uterino, mientras que en la endometriosis, el tejido crece en otros órganos pélvicos, como los ovarios o las trompas de Falopio. Ambas enfermedades pueden causar dolor intenso y afectar la calidad de vida, pero tienen diferencias en sus causas y tratamientos.

Diagnóstico y tratamiento de la adenomiosis

El diagnóstico de la adenomiosis puede ser un reto porque sus síntomas son similares a los de otras afecciones uterinas, como los fibromas. Los médicos suelen utilizar una combinación de historia clínica, examen físico y estudios de imagen, como la ecografía transvaginal o la resonancia magnética (RM), para evaluar el tamaño del útero y la presencia de anomalías en la pared uterina.

El tratamiento de la adenomiosis depende de la gravedad de los síntomas y de la edad de la paciente. En casos leves, los síntomas pueden controlarse con medicamentos como antiinflamatorios no esteroides (AINEs) para reducir el dolor y el sangrado. También se pueden utilizar anticonceptivos hormonales, dispositivos intrauterinos con progesterona o agonistas de la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH) para reducir los síntomas.

Para las mujeres que no responden bien a los tratamientos médicos o tienen síntomas graves, se pueden considerar opciones quirúrgicas. Una de las soluciones más efectivas es la histerectomía, que consiste en la extracción completa del útero. Esta es la única forma de eliminar definitivamente la adenomiosis. Sin embargo, en quienes que desean preservar su fertilidad, se pueden realizar procedimientos menos invasivos, como la ablación endometrial o la cirugía conservadora del útero.

El impacto en la fertilidad

Aunque la adenomiosis no siempre causa infertilidad, puede dificultar la implantación del embrión y aumentar el riesgo de complicaciones durante el embarazo, como abortos espontáneos y partos prematuros. Sin embargo, algunas mujeres con adenomiosis pueden concebir con éxito y llevar un embarazo saludable con el manejo adecuado de la enfermedad.