Lucy Sutherland, experta en diseño de interiores de Temple and Webster, desató la controversia al advertir que varias tendencias populares quedarán obsoletas en 2025. En especial, el estilo “gris millennial”, dominante en los últimos años, está cediendo terreno a una nueva era de colores vibrantes y texturas llamativas.
“Nos estamos alejando del minimalismo a secas y nos adentramos en algunas tendencias de texturas coloridas realmente interesantes”, afirmo Sutherland en conversación con Daily Mail.
Uno de los cambios más significativos es el abandono de las habitaciones excesivamente coordinadas. El problema de la tendencia de combinar todo a la perfección, creando espacios que parecían salidos de una revista, es que carecen de personalidad.
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“Seguimos las reglas de la decoración y acabamos con combinaciones de colores que funcionaban a la perfección: alfombras, cojines y obras de arte haciendo juego, todo equilibrado y agradable a la vista”, explica Sutherland.
“Vimos a gente que miraba casas perfectas de revista y pensaba: ‘Yo quiero eso’”, añade, señalando que estas casas parecían más salas de exposición que hogares habitados. Ahora, la tendencia se inclina hacia diseños más audaces, donde la individualidad y la comodidad son primordiales. “Se trata más de hacer lo que te hace feliz que lo que es ‘correcto’”, enfatiza la experta.
Este cambio se ha visto impulsado en gran medida por la pandemia, que nos obligó a pasar más tiempo en nuestros hogares, transformándolos en espacios más personales y reflejo de nuestros gustos y recuerdos.
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“Pasamos tanto tiempo en nuestras casas que se volvieron mucho más personales”, dice Sutherland. “Empezamos a poner cosas que nos gustaban, cosas que nos recordaban tiempos felices, como los viajes y la moda. Sentíamos que íbamos hacia casas acogedoras, cómodas y que reflejaran realmente quiénes éramos”.
El reinado del “gris millennial” también está llegando a su fin. “Tuvimos un periodo en el que nos gustaron mucho las casas minimalistas y luego pasamos a la fase escandinava”, recuerda Sutherland. “Los grises suaves y los colores fríos estaban por todas partes, pero ahora nos estamos alejando de eso y vamos hacia tonos más cálidos”.
Aunque el gris ofrecía una sensación de tranquilidad, carecía de la capacidad de elevar el ánimo. “Creo que ahora somos mucho más conscientes de lo que el color influye en nuestro estado de ánimo”, afirma la experta, prediciendo el regreso triunfal de los colores intensos. “Hemos tenido años y años de interiores fríos, pero la gente quería calidez y conexión en sus espacios”.
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Los tonos y texturas terrosos, como el verde oliva, el óxido y la terracota, están marcando el regreso de la naturaleza a nuestros hogares. “Se trataba realmente de traer los colores y texturas de la naturaleza a los ambientes”, explica Sutherland. Para los amantes del rosa, la tendencia “casa de muñecas chic”, inspirada en el Barbiecore, ofrece una opción “divertida” y “ultrafemenina”.
Otra tendencia nostálgica es el “renacimiento del estilo de los 70″, con mesas auxiliares en tonos rojos intensos y acabados brillantes, y el regreso del cristal de colores en muebles y accesorios. La pieza estrella de esta tendencia es el resurgimiento de los “pozos de conversación”, diseñados para fomentar la socialización.
“También vimos detalles de flecos: almohadones con flecos, borlas y otros adornos texturizados que añadían un toque lúdico”, añade Sutherland, señalando que esta tendencia surgió con la popularidad del terciopelo.
“Para la gente que vivió los 70, puede que fuera una época que no quisieran volver a ver, pero ahora ha pasado el tiempo suficiente para que les parezca fresca y emocionante”, concluye.