A menos de una semana de la gala de los Premios Oscar 2025, la protagonista de Emilia Pérez, nominada a mejor actriz protagónica, Karla Sofía Gascón se sinceró sobre cómo atravesó la campaña de los galardones. Si bien la película dirigida por Jacques Audiard había obtenido 13 nominaciones al Oscar, fue galardonada solo con dos estatuillas: Mejor canción (“El mal”), y Mejor actriz de reparto (Zoe Saldaña).
La temporada de premios para Gascón implosionó cuando salieron a la luz viejos comentarios que había realizado en la red social X -ex Twitter- en los cuales se expresaba en contra de los musulmanes, opinaba sobre el caso de brutalidad policial a George Floyd en los EE.UU. y criticaba la diversidad en los Oscars. Ante la gran repercusión del escándalo, la actriz se abstuvo de presentarse en los Critics Choice, los Bafta y SAG, a pesar de contar con nominaciones en las tres ceremonias. Tampoco participó de los Goya, donde había sido invitada a presentar un premio, pero asistió a los Oscar 2025 como nominada e incluso fue reconocida por el presentador Conan O’Brien.
Tras la entrega de los Oscar, The Hollywood Reporter publicó un nuevo descargo de Gascón, donde una vez más, se disculpó “con todos los que he ofendido en cualquier momento de mi vida y a lo largo de mi trayectoria”, pide “perdón” y se compromete a “seguir aprendiendo y escuchando para no cometer los mismos errores en el futuro”. Además, subrayó que las “cosas hirientes” que dijo e hizo surgieron “del miedo, de mi propia ignorancia, de mi propio dolor”.
La actriz aseguró que, si bien su reciente experiencia la sumergió en momentos oscuros, cree que puede ser una significativa oportunidad para “abrir una discusión y una reflexión honesta sobre la salud mental”. “En este último episodio, el más comentado y más expuesto de mi vida, se crearon varias cuentas falsas en mi nombre para aumentar el dolor y la confusión. Me lanzaron acusaciones absurdas e incluso delirantes, que lastimaron profundamente mi espíritu. Las cosas escalaron hasta un punto, tan rápido, que ni siquiera podía respirar”. Incluso, según las declaraciones de Gascón publicadas en The Hollywood Reporter, a lo largo de la controversia mediática la actriz española atravesó momentos “en los que el dolor ha sido tan abrumador que contemplé lo impensable”.
“Corregir mis faltas pasadas, sin involucrarme en más oscuridad”
“Albergaba pensamientos más oscuros que los que había considerado en algunas de mis luchas anteriores, no menos íntimas y personales”, señaló Gascón, sin especificar a qué ser refería exactamente.
Además, la actriz destacó que la amarga experiencia resultó en un profundo aprendizaje personal: “Ahora que la tormenta se está calmando un poco, y lo peor ha pasado (o eso espero), empiezo a ver claramente lo que he aprendido. He aprendido que el odio, como el fuego, no se puede apagar con más odio”, apuntó. “Las ofensas no se pueden borrar con más ofensas, y los errores no pueden limpiar otros errores, especialmente cuando las mentiras y la falsedad proliferan por todas partes y cuando todo lo que me envían de vuelta es pura rabia, acoso descarado, vejación, desprecio e incluso amenazas de muerte”.
Y agregó: “Afortunadamente, he conservado mi pizca de cordura para ver la luz al final de este túnel de odio y entender que debo ser y hacer mejor, y corregir mis faltas pasadas, sin involucrarme en más oscuridad”.
“No cometer los mismos errores”
Gascón, que se convirtió en la primera mujer abiertamente trans en ser nominada al Oscar a Mejor actriz, destacó su labor a la hora de visibilizar a “un colectivo históricamente olvidado, un colectivo que forma parte de mi identidad y de mi propia realidad”, y agregó que seguirá luchando por “los derechos de los más desfavorecidos”.
“Siempre me encontrarán en el lado opuesto del fanatismo, la imposición, el patriarcado, el fascismo, las dictaduras, el terror, el abuso y la irracionalidad”, afirmó. “No me ato a ninguna bandera política; solo trato de ser un ser humano en constante evolución, con aciertos y errores, pero con una voluntad inquebrantable de aprender, escuchar, admitir errores, pedir perdón y perdonar a los demás como me perdono a mí misma por el dolor innecesario que he causado”.
“Sin excusas y sin ninguna intención de justificar ninguna de mis acciones pasadas, pido perdón a todos los que he ofendido en cualquier momento de mi vida y a lo largo de mi camino. Humildemente les pido perdón y, para honrar su bondad y comprensión, prometo comprometerme a seguir aprendiendo y escuchando, para no cometer los mismos errores en el futuro”, cerró la artista.
El descargo completo de Karla Sofía Gascón
A continuación, la declaración completa de la actriz de 52 años, publicada en The Hollywood Reporter.
A veces, nos ponemos un escudo para protegernos, para que el daño no llegue a nuestro corazón, a nuestra piel o a nuestra alma. Yo también tengo mi propia armadura, como cualquier persona. No es bonita, pero me ha salvado la vida un par de veces. El problema es, precisamente, que los escudos pueden ser fríos y duros por fuera y también pueden herir a quienes te rodean. Eso es lo que me pasó a mí, a quienes me quieren y a quienes creyeron en mí.
Por mi hija y por las generaciones futuras, quiero abrir una discusión y reflexión honesta sobre la salud mental. A lo largo de diferentes etapas de mi vida, he pasado por momentos oscuros, episodios en los que la desesperación me llevó a lugares inesperados. En este último episodio, el más comentado y expuesto de mi vida, se crearon varias cuentas falsas en mi nombre para sumar dolor y confusión. Me lanzaron acusaciones absurdas y hasta delirantes que lastimaron profundamente mi espíritu.
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Las cosas escalaron a un punto, y tan rápido, que no podía ni respirar. En medio de esta tormenta inesperada y devastadora, ha habido momentos en los que el dolor ha sido tan abrumador que contemplé lo impensable. Albergé pensamientos más oscuros que los que consideré en algunas de mis luchas anteriores, no menos íntimas y personales. Y me pregunté: si yo, con toda mi fuerza y preparación para lidiar con la rabia y el rechazo, estoy al borde, ¿qué hubiera sido de alguien con menos recursos emocionales para resistir este embate?
De alguna manera, lo logré. Otros no hubieran sobrevivido a este invierno brutal que estoy a punto de terminar. Ahora que la tormenta se está calmando un poco y lo peor ya pasó (o eso espero), empiezo a ver con claridad lo que he aprendido. He aprendido que el odio, como el fuego, no se puede apagar con más odio. Las ofensas no se pueden borrar con más ofensas y los errores no pueden limpiar otros errores, especialmente cuando las mentiras y la falsedad proliferan por todos lados y cuando lo único que me envían de vuelta es pura rabia, acoso descarado, vejación, desprecio y hasta amenazas de muerte.
Afortunadamente, he conservado mi ápice de cordura para ver la luz al final de este túnel de odio y entender que debo ser y hacer mejor, y corregir mis faltas pasadas, sin involucrarme en más oscuridad. De lo contrario, si sigo su juego, y correspondo y amplifico todo ese odio que otros proyectan sobre mí, me perderé; nunca avanzaré, y no podré seguir ayudando a otros que siguen atrapados en la tormenta. La responsabilidad de cuidarnos como sociedad recae en cada uno de nosotros.
Como dijo Martin Luther King Jr.: “Nada en el mundo es más peligroso que la ignorancia sincera y la estupidez consciente”. Por eso, si hay algo que debe guiarnos en estos días difíciles, es la empatía con aquellos, como yo, que hemos caminado al borde la mayor parte de nuestras vidas, que creímos que éramos un error y luego cometimos errores. Como dijo Albert Camus: “Solo hay un problema filosófico verdaderamente serio, y es el suicidio”, porque nos enfrenta al sentido mismo de la existencia. No cito estas palabras para insinuar nada ni señalarme a mí misma, sino para aquellos otros que no habrían podido soportar lo que yo acabo de soportar. Solo a través de la comprensión, la compasión, el perdón y la empatía podemos construir un mundo donde la diferencia no sea sinónimo de condena, sino de riqueza. Un mundo donde podamos aprender y crecer a medida que avanzamos. Un mundo donde todos podamos dejar de lado nuestros escudos y ser nosotros mismos. Gracias desde el fondo de mi corazón.
Los representantes de Gascón y de Netflix no se pronunciaron públicamente acerca del tema. Tampoco Saldaña, Gomez y el mismo Audiard, quien tomó la decisión de cortar la comunicación con Gascón cuando estalló el escándalo.