La falta de políticas laborales afecta la productividad de millones de mujeres, quienes experimentan ausencias y disminución de su rendimiento debido a las molestias menstruales

En México, el tema de la salud menstrual sigue siendo un tabú en muchos entornos laborales, a pesar de los impactos que tiene sobre la productividad de millones de mujeres. La falta de políticas claras y accesibles sobre este tema no solo afecta el bienestar de las trabajadoras, sino que también repercute directamente en la economía y el rendimiento de las empresas.

Recientemente, se presentó el informe “Menstruación y Productividad Laboral: El Tabú que Impacta el Resultado del Negocio”, desarrollado por Dalia Empower y Plenna, con la colaboración de Essity, líder global en higiene y salud.

El estudio, basado en encuestas a 2 mil 214 mujeres de entre 18 y 55 años y 75 empresas de diversos sectores, destaca datos preocupantes: el 81 por ciento de las mujeres encuestadas reportan una disminución en su productividad debido a las molestias menstruales. Además, el 45 por ciento ha tenido que ausentarse de su trabajo, ya sea por días o por horas, debido a este motivo.

La falta de políticas laborales

Uno de los hallazgos más reveladores del informe es que solo el 5 por ciento de las empresas en México cuentan con políticas específicas para abordar la salud menstrual. Este vacío crea un entorno donde las mujeres, que representan el 40 por ciento de la fuerza laboral del país, enfrentan no solo el malestar físico, sino también la falta de apoyo en sus lugares de trabajo.

El informe

En aquellos espacios laborales donde existen políticas de salud menstrual, las trabajadoras reportan menos ausencias y mayor productividad. En promedio, las empleadas en estos lugares faltan un turno laboral menos que aquellas que laboran en empresas donde este tema es completamente ignorado.

Sin embargo, el 75 por ciento de las mujeres que intentan tomar una licencia menstrual enfrentan dificultades, lo que resalta aún más la necesidad de un cambio estructural en las políticas laborales.

Un llamado a la acción: la equidad de género y la Salud Menstrual

La situación de la salud menstrual en los espacios laborales refleja una de las brechas de género más ignoradas. Los estudios muestran que una de las soluciones más efectivas es la implementación de licencias menstruales, horarios flexibles y el acceso a productos de gestión menstrual en los espacios de trabajo.

Estas políticas no solo mejoran el bienestar de las trabajadoras, sino que también fomentan una cultura organizacional más inclusiva, reducen las ausencias y aumentan la productividad.

Essity, como parte del informe, comparte su experiencia implementando políticas de equidad de género. La empresa ha adoptado prácticas como la provisión gratuita de productos menstruales en los espacios laborales, educación sobre menopausia y el establecimiento de una sala de descanso menstrual. Además, ofrece apoyo a sus empleados en diferentes etapas de la maternidad, paternidad y salud menstrual.

Un futuro más inclusivo

El estudio subraya que el acceso a productos de salud menstrual seguros y asequibles es fundamental para garantizar la equidad de género en el lugar de trabajo. Además, es crucial normalizar y desestigmatizar la menstruación para que las mujeres no enfrenten barreras ni prejuicios cuando se trata de gestionar su salud en el entorno laboral.

El informe

Palmira Camargo, VP de Comunicación Corporativa CGA de Essity, destacó que este informe busca generar conciencia sobre la importancia de ofrecer políticas inclusivas para la salud menstrual, y de esta manera contribuir a la construcción de una sociedad más equitativa y próspera. “Nuestro objetivo es garantizar que todas las personas se sientan seguras, cómodas y respaldadas en su espacio de trabajo”, añadió.

La implementación de políticas de salud menstrual no solo es una cuestión de bienestar para las trabajadoras, sino una estrategia clave para mejorar la productividad en las empresas mexicanas. Es momento de que las empresas reconozcan la importancia de este tema y adopten medidas concretas que fomenten un ambiente laboral inclusivo y respetuoso con la salud menstrual.

De esta forma, no solo se promoverá la equidad de género, sino que también se contribuirá al fortalecimiento de la economía y la cultura organizacional de las empresas en México.