Un informe confidencial destapa las graves deficiencias en la planeación y ejecución de la denominada Operación Fortaleza, llevada a cabo en febrero de 2024 en Antioquia, Colombia, liderada por el entonces general Pedro Sánchez, hoy ministro de Defensa
La misión tuvo como objetivo neutralizar a alias Daniel o Chuzo, cabecilla del Clan del Golfo, pero el resultado dejó un saldo trágico de cinco soldados muertos en menos de tres días, según los archivos y documentos que conoció Semana y posteriormente difundió.
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“La inteligencia falló, los helicópteros no tenían gasolina, las armas no disparaban, los radios no comunicaban y los drones no distinguían entre personas o armas”, sostuvo fuentes en conversaciones con el medio mencionado. Los errores consignados en el documento “Revista después de la Acción” (RDA) ilustran un cúmulo de fallas operativas que comprometen la seguridad militar del país.
El informe RDA revela que las tropas fueron enviadas a una emboscada tras recibir inteligencia defectuosa. “La inteligencia sobre la estructura no fue clara en el briefing”, detalla el documento, y agrega que los soldados desconocían la cantidad exacta de enemigos y sus capacidades en la zona.
Un militar involucrado declaró a Semana: “Fue mucha bala la que nos dieron”. Además, según lo mencionado por la documentación que el medio mencionado obtuvo, un segundo informe habría sido elaborado bajo órdenes del alto mando para maquillar las fallas señaladas inicialmente.
El terreno de operaciones, en la vereda Pueblo Nuevo, se encontraba en una disputa armada entre el Clan del Golfo, el ELN y las disidencias de las Farc, quienes buscan controlar la lucrativa mina de oro conocida como Mina Nueva.
La presencia de altos generales en el Batallón Pedro Nel Ospina, incluido el entonces comandante general de las Fuerzas Militares, Helder Giraldo, denotó la importancia de esta operación. Sin embargo, en palabras de un oficial consultado por Semana, los soldados fueron “carne de cañón”.
“Yo cumplí años el 15 de febrero. Él me escribió, porque me estuvo llamando y yo no pude contestarle. Murió el 17 de febrero”, relató Jairo Gómez, padre de uno de los soldados fallecidos, a Semana.
Las fallas abarcaron múltiples niveles. En cuanto al apoyo aéreo, el documento subraya graves inconvenientes operativos, “los pilotos de los helicópteros no se encontraban listos para la reacción ni para el apoyo oportuno” y que “las aeronaves debían estar listas para su empleo y no ser tanqueadas en plena ejecución de la misión”.
Además, el avión Arpía, esencial en la cobertura de las tropas, nunca proporcionó apoyo en combate. Un militar retirado entrevistado por Semana admitió: “La inteligencia sí falló porque no detectamos hasta que llegaron a Cancha Manila”.
Entre los aspectos logísticos más alarmantes, se destacó que las armas utilizadas presentaron “fallas mecánicas”, comprometiendo la capacidad de defensa de los soldados. El documento también describe problemas de comunicación cruciales, como la rápida descarga de baterías en los radios, lo que dejó incomunicadas a las tropas en momentos críticos.
Por su parte, se evidenció que los drones utilizados generaban demasiado ruido y no lograban discriminar objetivos. Semana indica que en el capítulo de recomendaciones se instó a “adquirir drones con capacidad de detección de acumulación de calor más silenciosos”.
La respuesta por parte del ahora ministro de Defensa, Pedro Sánchez, ha sido de silencio oficial. En declaraciones a Semana, Sánchez se limitó a mencionar que “hay información reservada de una operación especial que no puedo difundir, pues de hacerlo violaría la ley”.
Esto, sin embargo, contrasta con las duras críticas de familiares de los soldados caídos, quienes demandan explicaciones y justicia. El padre de uno de los fallecidos señaló: “Yo no creo, y el Ejército tapa muchas cosas. Mi hijo era experto en minas y ese día no fue así. Nos entregaron (al Ejército) en un cajón de madera”, según recoge el medio.
La operación Fortaleza era uno de los componentes del Plan Ayacucho, destinado a debilitar estructuras criminales, pero se reveló como un ejemplo de deficiencias que comprometen tanto la vida de los militares como la confianza pública en las instituciones.
Se desconoce si hay una investigación interna sobre esta operación fallida, pues los hechos ocurrieron cuando Iván Velásquez era el ministro de Defensa.
La Operación Fortaleza fue una acción conjunta de las Fuerzas Militares de Colombia que resultó en la muerte de Gabriel Ángel Lozada, alias Edgar Tovar, un destacado miembro de las Farc
Los oficiales responsables de esta operación fueron:
- Coronel José Vicente Ávila, comandante de la Brigada 14.
- General Fernando Correa, comandante del Comando Aéreo de Combate n.º 5.
- General Juan Carlos Fajardo, comandante de la Séptima División.
- General Hernando Garzón, comandante del Comando Conjunto n.º 5 Noroccidente.
- General Pedro Sánchez, entonces comandante del Comando de Operaciones Especiales (Ccoes).
Finalmente, las mismas fuentes consultadas por Semana, tiene división, en sus declaraciones, pues algunos militares retirados y que participaron en dicha operación, aseguraron que: “Falló fue la acción en el objetivo, que eso solamente lo saben las tropas que estaban allá… No es una operación mal hecha. Todas sus operaciones tienen su nivel de riesgo. La operación sí fue bien planeada, ¿por qué? Teníamos tropas especiales, suficiente reserva, helicópteros y cañones”