Luego de 14 allanamientos en Salta, Misiones y Buenos Aires, Gendarmería desarticuló una banda narcocriminal (GNA)

Durante nueve meses, efectivos de la Unidad de Investigaciones de Delitos Complejos y Procedimientos Judiciales “Salta”, del Escuadrón de Operaciones Antidrogas y otras unidades de Gendarmería Nacional llevaron a cabo un trabajo de inteligencia criminal sobre una organización dedicada al narcotráfico.

La investigación permitió identificar a los integrantes de la banda, los domicilios utilizados para el acopio de drogas y los vehículos empleados para su transporte y distribución. Además, se determinó que los proveedores de la sustancia ilícita operaban en la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán, mientras que los compradores eran personas oriundas de Misiones, y el destino final de la droga era la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

La operación, enmarcada en el Plan Güemes, se inició a partir de dos procedimientos anteriores en los que se decomisaron importantes cantidades de cocaína. En mayo de 2024, efectivos de Gendarmería detectaron un cargamento de 303 kilos de cocaína transportados en una ambulancia, mientras que en octubre del mismo año, encontraron 31 kilos 384 gramos de la misma sustancia ocultos en una rueda de auxilio. Estos hallazgos fueron clave para avanzar en la identificación de la estructura de la organización y su modo de operar.

Con las pruebas recolectadas, las autoridades judiciales emitieron 14 órdenes de allanamiento en distintos puntos de Salta, Misiones y la Ciudad de Buenos Aires. Los operativos permitieron la incautación de más de 8 millones de pesos, una escopeta, dispositivos electrónicos, cartuchos y vainas servidas, además de siete vehículos utilizados en el traslado de drogas.

En el marco de la investigación, también se determinó que la banda realizaba maniobras de lavado de activos, por lo que se dio intervención a la Unidad Fiscal Federal de Salta y a la Fiscalía Federal de Gualeguaychú, debido a que uno de los detenidos estaba vinculado a una causa previa por este delito.

Uno de los datos más relevantes surgidos de la investigación es que dos miembros de la organización eran efectivos en actividad de Gendarmería Nacional que tras ser identificados, ambos fueron dados de baja de la fuerza y puestos a disposición de la Justicia. Desde la institución destacaron la importancia de estos procedimientos en la “autodepuración de la Fuerza”, una medida señalada por la Justicia Federal como clave en la lucha contra la corrupción interna.

Con la desarticulación de esta banda, las autoridades lograron neutralizar una red de narcotráfico que operaba en distintas provincias del país. En total, se decomisaron más de 334 kilos de cocaína, además de vehículos, dinero en efectivo y otros elementos clave para la causa. Asimismo, 10 personas fueron detenidas en el marco de la investigación.

Dos de los vehículos secuestrados durante los allanamientos (GNA)

Y a mediados del mes pasado en otro golpe al narcotráfico, la División de Investigaciones Antidrogas de la Policía de la Ciudad desbarató a un clan narco que se dedicaba a la comercialización de estupefacientes en el barrio porteño de Flores. La banda estaba siendo rastreada por las autoridades desde octubre de 2024, cuando se inició una investigación para identificar a sus integrantes y determinar cómo era su modus operandi.

Los involucrados eran tres personas que formaban parte del mismo grupo familiar y todos quedaron detenidos en el marco de un allanamiento realizado en una habitación ubicada en la avenida Nazca al 930, donde funcionaba el centro de acopio y fraccionamiento de las sustancias ilícitas.

El lugar fue localizado a partir de un intenso trabajo investigativo liderado por la Brigada N.º 5, el cual incluyó métodos de vigilancia discretos y tecnología avanzada que permitieron corroborar que ese búnker era utilizado como punto de venta de drogas al menudeo.

El operativo se llevó a cabo en el momento en que el principal sospechoso, un hombre de nacionalidad peruana y de 49 años, se encontraba en el lugar, acompañado de su pareja e hija, que también formaban parte del negocio.

Una vez confirmada su presencia, las autoridades irrumpieron en el domicilio marcado y procedieron intercepción tanto del líder del clan como de las otras dos integrantes del grupo familiar.

Junto a los agentes también ingresó la División de Perros con el can Simón, cuya intervención fue fundamental para encontrar los estupefacientes que luego fueron decomisados: en la habitación había 14 envoltorios de cocaína, equivalente a 14,29 gramos. Según las estimaciones oficiales, el valor de las sustancias incautadas es de aproximadamente 140.000 pesos.

Además, también se secuestraron elementos utilizados para el corte de las sustancias, 14 equipos de teléfonos celulares de diferentes marcas y modelos y dinero en efectivo. En total, había 1.837 millones de pesos argentinos y 1.700 dólares. También había otros 100 dólares que, para los investigadores, era dinero falsificado.

Tras el procedimiento, el personal de la brigada se contactó con el Juzgado Penal Contravencional y de Faltas N°10, a cargo del juez Pablo Cruz Casas. En este contexto, se ordenó la detención de los tres implicados y se dispuso que realizar las medidas procesales correspondientes.