Calor y color. Entusiasmo y deseo. Después de varios calendarios, Ferrari vuelve a encender la pasión de los tifosi. El púbico observa en la alineación de pilotos la posibilidad de pulsear por el título de Fórmula 1: el arribo de Lewis Hamilton, con las siete coronas sobre la espalda y la búsqueda de una nueva consagración para convertirse en el máximo campeón de la historia del Gran Circo, y la búsqueda de Charles Leclerc de coronarse por primera vez son dos ilusiones que se sustentan a partir del desarrolló que evidenció la Scuderia desde la temporada pasada.
Con el Gran Premio de Australia en el horizonte, el calendario comenzará el 16 de marzo en el circuito de Albert Park, en Melbourne, Ferrari ensayó una despedida con un road show en Milán, donde 10.000 personas se congregaron para alentar el inicio de la aventura y revalidar el amor incondicional por los autos de la casa de Maranello.
El primer baño de multitudes lo celebró Hamilton, que recibió demostraciones de cariño de parte de los hinchas. El británico, conocedor de la historia, esa que señala que los primeros encuentros entre los tifosi y Michael Schumacher no fueron fáciles, tomó nota y lanzó frases en italiano, una escena que resultó valorada y despertó lo que en Ferrari desean: un idilio a largo plazo, un proyecto que devuelva los días de gloria. El impacto que la marea roja puede causar en un autódromo se replicó en la Piazza Castello, donde las banderas estampadas con el Cavallino Rampante flamearon acompañando el paso de los autos que condujeron Hamilton y Leclerc.
El monegasco no quedó a la sombra de su nuevo compañero de garaje. Leclerc fue adoptado por los tifosi en 2019, cuando en su gran premio número 14 con la Scuderia se convirtió en príncipe de Monza al ganar la carrera en casa. El año pasado repitió la experiencia y volvió a conmoverse como aquella primera vez. La cara de felicidad y de asombro de Leclerc al ver el auto con el que venció seis años atrás para realizar la exhibición es toda una señal de que el arribo de Hamilton no le quitó apoyo ni sentimiento de parte del cuerpo de mecánicos, ingenieros y aquellos que toman las decisiones en Maranello.
Making your mark 🤩 @LewisHamilton pic.twitter.com/E7S71jJBqR
— Scuderia Ferrari HP (@ScuderiaFerrari) March 6, 2025
El auto de Hamilton tuvo menos glamour: la SF21, de 2021, no logró ninguna victoria en el calendario. Una máquina que no entrará en la lista de grandes coches de Ferrari, aunque el británico hizo delirar a los tifosi quemando neumáticos y ejecutando varios trompos en los alrededores de la Piazza Cadorna.
Viejo zorro, el séptuple campeón del mundo observó cómo a lo lejos se exhibían dos autos que sí se enseñaron emblemáticos en la historia del Gran Circo: los modelos F2004 y 248F1 pertenecieron a la última época dorada que lideró Schumacher con cinco coronas. Ningún otro piloto logró encadenar cinco títulos en la F.1, aunque en 2025 Max Verstappen tiene el tiro para engrandecer aún más su figura.
Tres giros al dibujo del mini trazado callejero para cada uno de los autos fue un motivo suficiente para que el público volviera a sentir cercanía con la Scuderia, el único equipo que participó de todos los campeonatos de la F.1, desde aquella primera carrera en Silverstone, en 1950. Los asientos de las primeras filas se empezaron a ocupar a las siete de la mañana, y aunque los italianos coparon la mayoría de los espacios, también hubo fanáticos alemanes, franceses y suizos que acompañaron la exhibición.
El fervor envolvió también al jefe del equipo, Frédéric Vasseur, el hombre que inició la reestructuración y con el que Ferrari pretende volver a la cima. El ingeniero fue quien en el Gran Premio de Mónaco 2023 inició las conversaciones para atraer la atención de Hamilton, un piloto que siempre estuvo bajo el ala de Mercedes: debutó con McLaren, motorizado por la fábrica de Woking, y más tarde se unió a las Flechas de Plata para convertirse en multicampeón.
El francés, de 56 años, fue jefe de Hamilton en los tiempos en los que el británico piloteaba en las categorías teloneras del Gran Circo y resultaron exitosos en la F.3 y en GP2, en 2006, un año antes de que debutara en la F.1. Con Leclerc tampoco es lejana la relación, porque Vasseur era el jefe en Alfa Romeo cuando el monegasco hizo su estreno en la F.1.
Anticipation is building pic.twitter.com/2wvAYhUww0
— Scuderia Ferrari HP (@ScuderiaFerrari) March 6, 2025
Sin dudas que Ferrari revolucionará el paddock en Melbourne con sus dos pilotos, aunque en Milán los tifosi ya empujan y sueñan en grande. Los pedidos de ganar el campeonato tuvieron sus momentos cada vez que Leclerc y Hamilton dejaron el auto y recorrieron la zona. Los actos de fe que durante años los hinchas sostuvieron quizás esta temporada se materialicen y aquel título de Kimi Raikkonen, de 2007, deje de significar el último festejo de un piloto de Ferrari en el Mundial de F.1.
El público despidió a los pilotos y a la Scuderia con el sueño de reencontrarse en Monza para festejar y, por qué no, con la ilusión de que 2025 devuelva la gloria a Ferrari.